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La uruguaya se prepara para cruzar el Atlántico y lograr una hazaña que hasta ahora ningún compatriota logró a lo largo de la historia.
En diciembre del año 2020 un grupo de mujeres de la ciudad británica de Bristol cruzarán a remo el océano Atlántico como parte de la carrera Atlantic Challenge. Entre ellas estará Sofía Deambrosi, la primera uruguaya y —probablemente— sudamericana en intentar lograr la hazaña transatlántica.
Según explicó a Eme, Sofía tuvo claro desde la adolescencia que quería estudiar en el exterior: “Fui a un colegio que me permitió hacer el bachillerato internacional y cuando tenía 18 años decidí emigrar. Estudié economía en la Universidad de Exeter y al terminar la carrera descubrí que tenía más oportunidades laborales en Reino Unido y me quedé”, contó.
Hoy, con 27 años, Sofía se trasladó de Londres a Bristol, una ciudad un poco más pequeña ubicada en el suroeste de Inglaterra, donde trabaja en una compañía financiera que asesora en inversiones privadas. “Es una ciudad fantástica porque tiene todo el entretenimiento y turismo, al mismo tiempo hay industria suficiente para como para conseguir un trabajo. Lo otro que me gusta es que al ser una ciudad chica, en cinco minutos estás en el campo y eso siempre me hizo recordar a Uruguay”, destacó.
El remo.
La uruguaya descubrió su pasión por el deporte al trasladarse a Inglaterra. “Desde muy chica hice mucho deporte, cuando me mudé a Inglaterra practiqué hockey pero empecé a buscar algo me desafiara más”, explicó.
Así, con la sugerencia de sus nuevos compañeros de universidad descubrió que el remo era lo suyo y comenzó a entrenar. “Lo probé y me encantó. Cuando me mudé a Bristol también estaba buscando un lugar que tuviera un núcleo activo de remo y aquí fui creciendo y mejorando”, narró la uruguaya.
Sofía forma parte de la directiva del club de remo de su región y fue así que se puso en contacto con Atlantic Campaigns y la carrera Talisker Whisky Atlantic Challenge.
Si bien había seguido algunas carreras, siempre se lo había planteado como un proyecto a largo plazo hasta que asistió a una de las charlas que la organización dio en su ciudad en 2018. “Como miembro de la directiva del club de remo difundí la llegada de la organización a Bristol, pero me interesó particularmente. Así que le pedí a Lorna, mi mejor amiga que me acompañara”, explicó.
Ambas jóvenes salieron de la charla “enamoradas del concepto” y decidieron formar un equipo de remo para cruzar el Atlántico. “Nos contactamos con muchos amigos y así fue que conocimos a Ali y Chloe, las otras dos integrantes de The Bristol Gulls (Las gaviotas de Bristol)”, detalló.
Pero una hazaña de esta magnitud requería mucho dinero — al menos unas 150.000 libras esterlinas o US$ 187.000—, además de una exigente preparación física y mental.
A un año y medio.
La carrera de la que participará Deambrosi largará a mediados de diciembre de 2020, pero el trabajo ya comenzó. “Estamos trabajando con un psicólogo especializado en deporte, porque el desafío físico es enorme pero el desafío mental es mucho mayor. Estás en un barco en el que estás o remando o descansando en un espacio que es del tamaño de una bañera. Si te sentís mal o tenés una pelea no tenés como escapar”, afirmó.
Desde el punto de vista físico, el equipo fue evaluado por un equipo de fisioterapeutas que les hicieron un screening para conocer cuáles son sus fortalezas y debilidades. “Algunas somos más elásticas y otras somos más fuertes. En función de eso sabremos qué mejorar”, explicó.
Actualmente buscan un entrenador para trabajar junto a un nutricionista y así desarrollar más masa muscular para llegar en óptimo estado físico a la carrera.
Supervivencia.
El equipo pasará alrededor de un mes en el océano para completar el cruce y para garantizar su seguridad, contarán con diferentes equipos. “El barco tiene un GPS y la organización de la carrera de monitorea 24 horas para asegurarse que no te hundiste”, explicó Sofía.
La embarcación cuenta con un sistema de navegación, equipo de radio y un teléfono satelital que les permitirá conectarse con una persona en tierra durante el viaje.
“Un organizador de la carrera te llama al principio diariamente y después, cada dos o tres días. Por otro lado, hay dos barcos que la compañía que organiza la carrera hace circular alrededor de todas las embarcaciones. Entonces quizá pasan una vez por día o cada dos días para chequear que esté todo bien. Si alguien tiene que ser rescatado ellos lo hacen y no dejan que nada suceda, destacó.
El barco.
Tanto Sofía, como Lorna, llevan una vida ecoamigable y por esa razón quisieron que su cruce del Atlántico tuviese impacto. Ali y Chloe se sumaron a la iniciativa y apostaron al mismo concepto. “Nuestro primer objetivo era hacer un viaje en el que no hubiese plásticos de uso único. Finalmente decidimos hacer un cruce ecosustentable”, contó.
A bordo de la embarcación de The Bristol Seagulls todo será de materiales reciclados o reciclables: objetos de madera, bambú y otros insumos amigables con el medio ambiente.
El equipo entonces se propuso que su embarcación también fuera ecosustentable y comenzó una búsqueda que las llevó a la compañía más grande que se dedica a la fabricación de estas naves, Rannock Adventure.
“Nos contactamos con la empresa y les contamos cuál era nuestra idea: queríamos hacer el cruce en un barco que fuera construido de manera más sustentable. Nos respondieron y nos dijeron que desde hace dos años estaban investigando para crear un barco con esas características y buscando al equipo perfecto para lanzarlo”, explicó.
Las jóvenes se reunieron con la firma y surgió la propuesta. “Nuestro barco será el primero de remo que se construirá con estas características. Si completamos el cruce exitosamente será otro récord. Eso nos genera mucho entusiasmo”, destacó.
Los fondos.
Para llegar a la alta cifra que se requiere, el equipo necesita recaudar dinero. Las deportistas intentan conquistar a empresas que se asocien en diferentes categorías y sumarán varias campañas de recolección.En www.thebristolgulls.com se detalla cómo se puede colaborar con su aventura.