Tras el estreno de la docuserie de Harry y Meghan, la familia real británica intenta mostrarse más unida que nunca pero el rey Carlos III hizo un alto a la tregua y embistió contra su hermano, el príncipe Andrés, quien fuese desterrado de la corona hace tres años por sus vínculos con el caso Epstein.
Al parecer, la reina Isabel II le había permitido conservar una oficina en el palacio de Buckingham así como una pequeña escolta de sirvientes. Pero ahora, con la llegada de Carlos al trono, estos beneficios se han terminado.
De acuerdo con una fuente que habló con el periódico The Sun, “cualquier tipo de presencia en el palacio ha acabado oficialmente. El rey lo ha dejado claro. El duque de York no es miembro oficial de la casa real. Está por su cuenta”.
Tras esta decisión, Andrés ya no podrá usar la dirección del palacio de Buckingham para su correspondencia futura. Por otra parte, el exesposo de Sarah Ferguson perderá la escolta de sirvientes que conservaba a pesar de haberse retirado de sus deberes públicos.
El mes pasado se anunció también que el príncipe Andrés había sido despojado de la seguridad pagada con dinero público. De acuerdo con el diario The Telegraph, se estima que el rey Carlos III se la pague de sus propios bolsillos, pero el monarca quiere resaltar que la vida pública de su hermano ya no existe más.
El destierro de Buckingham es el último de una serie de castigos desde que Andres quedó públicamente envuelto en un serio caso de abuso sexual, denunciado por Virginia Giuffre, quien alega que la obligaron a tener relaciones sexuales con él a instancias de Epstein y Maxwell.
Aunque no ha admitido las acusaciones, se supo que el príncipe le pagó a Giuffre un acuerdo extrajudicial de doce millones de dólares en febrero después de que ella lo demandó por abuso sexual.
Es probable que, por ahora, Andrés solo mantenga su Royal Lodge, su hogar en la propiedad de Windsor, financiado por el gobierno.
Como consecuencia de sus vínculos con Epstein, el príncipe Andrés fue despojado de sus títulos militares y no se le permitió usar uniforme en el funeral de su madre. Poco después de su muerte, el rey Carlos le dijo a su hermano que nunca volvería a la vida en la realeza.
Los espacios vacíos que dejó el príncipe Andrés en la monarquía han comenzado a ser reemplazados. Hace unos días, el rey Carlos nombró a la reina consorte Camilla como coronel jefa de la Guardia de Granadores, un cargo que alguna vez ocupó el duque de York.