Redacción El País
No es novedad que Kate Middleton sabe adaptarse a todos los compromisos que la realeza le impartede una manera excepcional, no solo en lo que respecta a los protocolos sino también a los estilismos. En esta oportunidad, la princesa de Gales dijo presente en el segundo día del campeonato de Wimbledon 2023, a donde asistió con un look inspirado en su suegra y despertó las miradas poco amistosas de Mirka Federer.
La esposa del príncipe William lució un blazer de color menta con detalles en blanco de la marca Balmain que cuesta poco más de 2.700 dólares y una falda plisada de corte midi. Acompañó con unos tacos blancos de Gianvito Rossi, pendientes de perlas de la joyería británica Shyla y una pequeña cartera de mano en color marfil de la marca británica Mulberry con valor de 675 euros.
El estilismo no pasó desapercibido para los simpatizantes de la realeza por como emuló esa especie de fórmula de la moda que elegía la princesa Diana con las faldas plisadas y los jerseys de diferentes colores.
En la jornada, Kate formó parte de la ceremonia homenaje que Wimbledon hizo al extenista suizo Roger Federer quien es amigo de la familia Middleton. Pero no todo fue color de rosas porque de acuerdo a la información del Daily Mail, la esposa del deportista, Mirka Federer, no se mostró feliz con la presencia de la princesa y no pudo disimularlo.
Las fotos de los supuestos celos bombardean las redes sociales pero, como es de esperar en estos casos, ninguno de los protagonistas se pronunció al respecto.