El Universal (GDA)
Eugenia de York, hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, tuvo una importante participación en el podcast 'White Wine Question Time', en donde además de hablar de su vida en pareja con Jack Brooksbank y sus dos hijos, un tema que no podía faltar fue la relación con su fallecida abuela, la reina Isabel II.

Al respecto, Eugenia dijo estar orgullosa de tener una parte de la monarca en su ser, refirió que la misma imagen que proyectaba ante el mundo, era la que les mostraba como abuela, incluso dijo que de ella aprendieron a mostrarse seguros y a enunciar discursos.

"Su sentido del deber y la dedicación y su amor por su pueblo, realmente, sucedió en público como todos pudieron vez y sucedió en privado con nosotros. También aprendimos de ella cómo hacer las cosas, cómo hablar con la gente, cómo mantenernos fuertes, obedientes y amables. Cuando murió le dije a la gente lo afortunada que soy de tener una parte de ella en mí", dijo Eugenia llena de orgullo.

Sin embargo, Isabel II también era una abuela como cualquier otra, llena de misterios y sorpresas, pues Eugenia recordó que su mundialmente conocida familiar, participó en un famoso scketch junto a Daniel Craig para promocionar los juegos olímpicos de 2012.

Al respecto, la reina mantuvo su participación en completo hermetismo y no fue hasta que la vieron en pantalla que sus nietos e hijos, se enteraron de su participación. Algo que llenó de emoción y asombro a toda la familia.

"Nadie lo sabía... Fue increíble. Nos sorprendió a todos", aseguró mientras recordaba ese memorable momento. "Era una de las mejores personas del mundo", dijo Eugenia de York.

La escena junto al agente 007 no fue la única en la vida de Isabel, pues meses antes de su muerte, grabó otro sketch junto al famoso osito Paddington, para celebrar los actos de su jubileo de Platino. Ahí, Isabel II compartía con el entrañable personaje uno de sus gustos más arraigados a la hora del té: un sándwich de mermelada, el platillo favorito del divertido oso, que el próximo año estrenará su tercera película.