Bienestar
Incorporar un suplemento vitamínico de vitamina E puede ser justo lo que estás necesitando. A continuación te contamos las razones.
La vitamina E es un antioxidante soluble en grasa, que se encuentra naturalmente en alimentos y es importante para el organismo. Puede aplicarse de forma tópica o ingerirse vía oral.
Estos son sus beneficios:
– Al ser un antioxidante que ayuda a proteger los ácidos grasos; su consumo elimina los radicales libres, los compuestos inestables que dañan la estructura celular y aumenta el nivel inmunológico.
– Protege contra las toxinas que pueden hallarse en el aire, problemas oculares, durante el periodo menstrual; así como contra enfermedades neurológicas y la diabetes.
– Reduce el colesterol, el riesgo de padecer cáncer y mejora la circulación sanguínea.
– Cuenta con grandes beneficios para el cuidado de la piel y del cabello, gracias a que sus propiedades ayudan a regenerar las células.
– Retrasa el envejecimiento de la piel, haciendo que luzca más joven mediante la reducción de aparición de líneas finas y arrugas.
– Tiene beneficios en los procesos de curación de quemaduras solares, cicatrices, estrías, acné y las arrugas, ya que acelera la regeneración celular.
Aunque la vitamina E aporta grandes beneficios para cuerpo humano, debemos consultar un médico antes de comenzar a consumirla en suplementos adicionales a las que incluye una dieta natural.
Si sos sano podés ingerirla o aplicarla sobre la piel, pero si has presentado alguna de estas condiciones debés tener cuidado:
enfermedad del corazón o diabetes.
estás embarazada o lactando.
enfermedad hepática.
problemas cerebro-vasculares o coágulos de sangre.
cirugías recientes.
diarrea.
niveles bajos de vitamina K.
síndrome del intestino corto
tratamiento contra el cáncer.
hemorragias.
Las altas dosis de Vitamina E pueden producir: náuseas, diarrea, dolor de estómago, fatiga, debilidad, dolor de cabeza, visión borrosa, hematomas y pérdida de sangre, por ello es recomendable que un especialista te indique la dosis necesaria.