Bienestar
Los alimentos no curan las enfermedades reumáticas, pero pueden hacerlas más llevadera al estar bien nutridos y con un peso adecuado.
A diferencia de lo que mucha gente piensa, el frío no genera enfermedades reumáticas, sino que más bien intensifica las molestias de las patologías que ya existen, ya que este produce una ‘vasoconstricción’ que afecta el aporte de sangre al músculo, ocasionando contracturas y rigideces, especialmente en manos y pies. Esto, también suele terminar en un deterioro de la estabilidad articular, así como en la disminución de la elasticidad de ligamentos y tendones, precisa el doctor Óscar Chigne, de la Clínica Ricardo Palma.
Sin embargo, esos no son sus únicos efectos secundarios en el organismo, ya que también puede producirse la hiperalgesia (respuesta aumentada al dolor), por lo que es importante aprender a evitar y controlar estos dolores. ¿Cómo? Muy simple: el reumatólogo recomienda usar guantes, calentadores y abrigos, en especial, en el caso de los adultos mayores.
Asimismo, aconseja a las personas con artrosis en la columna, a las que el frío les genera contracturas musculares, tratarlas en primera instancia con calor y abrigo. No deben automedicarse porque pueden complicar su cuadro. En caso de ser necesario, deben visitar a su médico de cabecera o efectuar una teleconsulta.
Realizar actividad física también es fundamental para mantener la enfermedad controlada. Una simple caminata de 30 minutos diarios es de gran ayuda para tener una buena circulación sanguínea, a fin de evitar la rigidez en músculos y articulaciones.
Nutrición variada
Los alimentos no curan las enfermedades reumáticas, pero pueden hacerlas más llevadera al estar bien nutridos y con un peso adecuado. Para estos pacientes se recomienda el consumo de pescados y frutos secos en ensaladas. Usar aceite de oliva para evitar inflamaciones crónicas, incluir regularmente pimientos y cítricos ricos en vitamina C en su dieta, para favorecer la producción de colágeno.
Los postres procesados, así como los embutidos y comidas ricas en grasas es mejor evitarlas; ya que favorecen a la acumulación de placas de grasa en venas y arterias y de tejido adiposo, lo que a la larga puede generar un sinfín de complicaciones.