Salud
El mal funcionamiento de la glándula tiroides es uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres latinas al momento de quedar embarazadas.
La baja producción de hormonas tiroideas, conocida como hipotiroidismo, es la segunda causa de infertilidad en las mujeres latinoamericanas, aunque de ser tratada oportuna y adecuadamente puede darse el embarazo en la mayoría de los casos, aseveraron este jueves especialistas.
“El problema con la detección de esta enfermedad es que los síntomas son sutiles y progresivos y las pacientes tardan varios meses en ser diagnosticadas”, dijo a Efe la endocrinóloga Nayeli Martínez.
La especialista explicó que el hipotiroidismo se produce cuando existe una menor función tiroidea y eso afecta a todo el organismo.
“Cuando hay baja función de esta hormona es cuando podemos determinar que existe hipotiroidismo”, aseguró.
Las personas que padecen esta enfermedad suelen tener diversos síntomas que pueden confundirse con otras enfermedades.
Entre estos síntomas están afectaciones en la piel, hipertensión, somnolencia, anemia, aumento del colesterol y triglicéridos, además de infertilidad y abortos espontáneos.
El problema, comentó la doctora Edith Cervantes, médico experta en ginecología y obstetricia y especialista en reproducción asistida, es que “todavía existe poca empatía y poca información respecto a la infertilidad, pero es un problema que afecta a al menos 1,5 millones de parejas” solo en México.
La especialista señaló que en la mayoría de los casos, el problema tiroideo no suele ser buscado en los primeros controles de embarazo.
A partir de los 35 años
Sin embargo, si una mujer que es mayor de 35 años no ha logrado quedar embarazada en seis meses, con relaciones sexuales dos veces a la semana, debería realizarse un perfil tiroideo para saber si ese es el problema.
Lulú Torres supo que era hipotiroidea luego de tres años en los que buscó inútilmente embarazarse.
Tras dos años de casada y con la presión social de tener 36 años y no haber tenido un bebé, ella y su esposo buscaron durante un año embarazarse sin éxito.
Invirtieron en estudios que les llevaron otros seis meses hasta que descubrieron que padecía hipotiroidismo. Aunque el diagnóstico fue triste, tras otro año y medio de tratamiento, y dos inseminaciones infructuosas, logró quedar embarazada.
“Es un camino muy difícil, pero mi prioridad era ser mamá”, comentó Torres. Fue en el tercer intento que Lulú logró concebir a su primer hijo y, tras un par de años, ahora está a la espera de su segundo bebé.
La clave, explicó la doctora Cervantes, fue llevar un control adecuado de su tiroides, con medicamentos que le ayudan a esa hormona a llevar una función normal.
La especialista remarcó que también durante el embarazo es indispensable llevar un control endocrinológico pues el bebé no empieza a tener función tiroidea hasta la semana 20 de gestación, por lo que tener una dosis adecuada es necesaria para no causar daños en el feto.
Al respecto, la doctora Nayeli Martínez dijo que, de no tener un buen control en el embarazo, los bebés pueden ver comprometido su desarrollo neurológico, el cual además es irreversible y puede desencadenar en tener un cociente intelectual por debajo del promedio, incapacidad para hablar o algunos retrasos en su desarrollo.
Ambas especialistas destacaron la importancia de detectar este padecimiento a tiempo. Sobre todo en aquellas mujeres que estén por encima de los 30 años, que tengan algún antecedente familiar de hipotiroidismo o que vivan con enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide.