La migraña: más que un síntoma, una enfermedad que debe conocer

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dolor de cabeza

Salud

Las mujeres suelen verse más afectadas por las migrañas, según se ha documentado. Septiembre es el mes dedicado a hacer conciencia sobre este mal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 15% de las personas entre los 15 y los 65 años padecen dolores crónicos y recurrentes de cabeza. Estos suelen estar asociados a una enfermedad que en ocasiones no es diagnosticada: la migraña.

En tal sentido, el organismo ha dedicado el mes de septiembre para generar conciencia sobre la importancia del tratamiento de esta enfermedad, que debido a la coyuntura actual se ha convertido en un problema más recurrente debido a los cambios en las rutinas diarias.

El trabajo en casa ha alterado factores como el ciclo del sueño, ha incrementado la ansiedad, y se ha reportado un aumento de las horas de trabajo, lo que lleva a una disminución de la actividad física.

Lo primero que se debe tener en cuenta es que la migraña no es un síntoma, es una enfermedad. De acuerdo con Natalia Hernández, neuróloga del Comité de Dolor de Cabeza de la Asociación Colombiana de Neurología, la gente se ha acostumbrado a tener dolores de cabeza, confundiendo síntomas y tratamientos preventivos, automedicándose y contribuyendo al desconocimiento de la migraña.

¿Cómo distinguir entonces un simple dolor de cabeza de una migraña? Compartimos algunas de sus causas, síntomas, tratamientos y signos de alarma.

¿Cuáles son las causas?

La migraña tiene múltiples causas. Según Hernández, una de las más importantes es que existe una predisposición genética a padecerla y “se manifiesta como un estado en que el cerebro no se adapta a los cambios”.

La genética juega un papel importante en el momento de padecer dolores de cabeza agudos, pero estos se intensifican aún más por factores ambientales como la luz, los olores y el ruido, o factores hormonales, hábitos alimentarios y estados emocionales o psiquiátricos.

“También se reúnen una cantidad de mecanismos y sustancias dentro del cerebro para que se manifieste el dolor, creando una gran conspiración de causas”, dice Carolina Guerra, neuróloga, miembro de la Asociación Colombiana de Neurología y secretaria ejecutiva de la Asociación Latinoamericana de Cefaleas.

¿Qué tan común es?

Dicen las expertas que existen factores de riesgo que pueden incrementar el dolor de la migraña. Algunos de ellos son ansiedad, depresión, sobrepeso, historia familiar, insomnio, y consumo excesivo de analgésicos o suplementos hormonales.

Esto provoca que “la prevalencia global de la migraña sea más o menos del 15%, más en las mujeres, ya que una de cada cuatro puede padecerla, sobre todo por factores hormonales y por su ciclo de vida: esta comparación ocurre después de la menstruación y del desarrollo puberal”, afirma Hernández.

¿Cuáles son los síntomas?

Por supuesto, la principal expresión clínica y síntoma que tiene la migraña es el dolor de cabeza recurrente. Este dolor es alternante, puede durar horas y, según Hernández, “usualmente punza como si estuviera el corazón dentro de la cabeza”.

Para la neuróloga, este empeora con la actividad o el movimiento, llevando a los pacientes a querer permanecer en reposo. Otros síntomas frecuentes son las náuseas y el vómito, dolor que se siente en varias partes de la cabeza, y también puede darse una “migraña con aura, en la que el paciente experimenta síntomas neurológicos transitorios: se le puede ir la visión o ve destellos de luces, se siente entumecido o se le duerme una parte del cuerpo, puede incluso hablar enredado y tener desmayos”.

¿Cómo se diagnostica?

Como cualquier otra enfermedad, lo más importante es no autodiagnosticarse ni automedicarse, dado que puede que se vuelva más crónica y difícil de tratar. Por eso, los expertos cuentan con varios criterios para diagnosticar la migraña.

Según Guerra, esta puede identificarse como un dolor que generalmente se ubica en un solo lado de la cabeza, es opresivo y con intensidad moderada o fuerte y necesita de un examen neurológico. Además, existen diferentes clasificaciones.

“Existe migraña crónica y migraña episódica, o puede clasificarse por sus síntomas y ser migraña asociada a vértigo, migraña menstrual, migraña asociada a desautonomías con personas que sufren mareos y desmayos, o migrañas asociadas al estreñimiento o la diarrea”, afirma Hernández. De ahí la importancia de una asistencia neurológica pensada para cada síntoma.

¿Cómo se trata?

Así como la incidencia y los síntomas de la migraña son variados, requieren de un tratamiento individual y personalizado que dependa de las condiciones específicas de cada paciente.

Es fundamental tener en cuenta que la migraña no se cura, sino que más bien es una enfermedad que puede transformarse a lo largo de la vida, cambiando de síntomas, impacto y frecuencia. Por ello hay una gran cantidad de medicamentos, procedimientos y estimulaciones que dependen de cada persona.

En este proceso es clave que el paciente reconozca y distinga sus dolores de cabeza, y que se haga seguimiento de estos. “Una vez se ha hecho un diagnóstico, esta es una enfermedad crónica que requiere seguimiento: así como un paciente hipertenso y uno diabético están en controles continuamente con sus médicos, la migraña es igual”, afirma la doctora Hernández.

Para realizar este seguimiento desde casa existen múltiples herramientas como el Diario de la Migraña (www.dominatumigraña.com.), una plataforma digital que permite rastrear la frecuencia, los síntomas y los desencadenantes de los dolores de cabeza de los pacientes, así como acceder a información detallada sobre esta enfermedad con el objetivo de contar con todos los recursos disponibles para poder consultar al especialista.

Algunas recomendaciones

Toda persona debe estar alerta para ir al neurólogo si cree que sufre de migraña. Cuando haya una crisis de dolor, se recomienda mantenerse en reposo en un espacio que no tenga demasiada exposición a la luz, a los ruidos y olores fuertes. “Pero también existe otro tipo de tratamientos no farmacológicos, como una rutina de actividad física cardiovascular diaria que mejora la frecuencia de los dolores de cabeza y otras técnicas como la meditación y el yoga”, explica Hernández.

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