SALUD

El Ginkgo biloba es un árbol que hace más de 180 millones de años está viviendo y evolucionando sobre la superficie de la Tierra y sobrevivió a episodios importantes de la historia humana. 

Un hecho curioso, por ejemplo, es que una serie de árboles de ginkgo cercanos a Hiroshima, a pesar del calor abrasador y la destrucción causada por la explosión de las bombas en 1945, sobrevivieron. Hoy se los conoce como “árboles bombardeados”, o hibakujumoku.

En esta época del año, es una planta que nos deleita especialmente por sus hojas que tienen una belleza peculiar y toman un color amarillo oro impactante. Con su magia dorada sobre veredas y parques, es venerado por las culturas orientales, por ser considerarlo fuente de juventud, paz y resistencia.

Pero más allá de su extraordinario color otoñal, el Ginkgo biloba posee una particularidad medicinal que lo hace único.

Sus hojas contienen flavonoides de gran valor fitoquímico por sus múltiples y variadas propiedades. Los extractos de la hoja de Ginkgo Biloba llevan siglos teniendo múltiples aplicaciones en la medicina oriental. Los estudios actuales ponen el foco en las aplicaciones de este extracto vegetal para el normal desarrollo de las funciones cerebrales.

Diversas investigaciones sostienen que el extracto de ginkgo biloba preserva el bienestar mental (mantienen la memoria de trabajo en el corto plazo y durante momentos de estrés aumentado), a la vez que mantiene unas buenas funciones cognitivas, al contribuir a una circulación sanguínea normal que se asocia con el rendimiento cerebral y la reactividad. 

Ahora, investigadores del Departamento de Neurociencia Cognitiva Humana de la Universidad de Northumbria (Reino Unido) descubrieron que combinar extracto de Ginkgo Biloba con fosfolípidos (lípidos que tienen ácido fosfórico) mejora la memoria secundaria (los conocimientos que se quedan fijados a largo plazo y pueden recordarse a voluntad, por ejemplo) y la rapidez intelectual.

Leche, manteca, almendras, maní, germen de trigo, hígado, nueces, soja y  yema del huevo, son algunos de los alimentos ricos en fosfolípidos que aportan diversos beneficios al organismo. A nivel general, puede decirse que contribuyen a regular el colesterol, ayudan al buen funcionamiento pulmonar y permiten la activación de enzimas.