* Por Lucía Torroba Werner
En el ámbito de la salud, contamos con numerosas herramientas que permiten garantizar la mayor seguridad posible a la hora de realizar una intervención quirúrgica.
El triangulo de seguridad en cirugía plástica es una herramienta que permite a los pacientes saber si la cirugía estética en la que están interesados será segura para ellos. También es llamado diamante de seguridad, por la sociedad internacional de cirugía plástica y estética (ISAPS).
Este triángulo conecta tres puntas o vértices que, juntas, permiten disminuir la mayor cantidad posible de riesgos antes de una intervención:
1. Paciente informado
Es importante que el paciente comprenda el tratamiento que va a recibir y que conozca los riesgos y eventuales complicaciones que puedan suceder. También debe conocer su estado de salud, y todas las acciones que puede hacer para mejorarlo antes de una cirugía, como por ejemplo, dejar de fumar. Para lograr esto, una consulta médica donde se pueda dialogar y evacuar todas las dudas es fundamental. También lo es el consentimiento informado.
2. Cirujano acreditado
En Uruguay, la formación de un médico que luego se especializa en cirujano plástico demora más de diez años. La especialidad en cirugía plástica reparadora y estética (ese es su nombre completo) es la única que incluye entrenamiento en cirugías estéticas. Esta formación es muy importante y es la que permitirá a las pacientes saber que están en manos de profesionales capacitados para tratarlos adecuadamente, desde el conocimiento y la experiencia.
Por los mismos motivos, además del cirujano plástico, el equipo que participará en la intervención (anestesista, instrumentista, enfermeros y ayudante) también debe estar acreditado. Es un derecho de los pacientes poder acceder a esta información.
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3. Recinto autorizado
El lugar donde se lleve a cabo la cirugía debe contar con la habilitación de las autoridades sanitarias (en el caso de Uruguay, del Ministerio de Salud Pública), con instalaciones adecuadas, y con equipamiento necesario para resolver situaciones que sucedan durante la cirugía.
En algunos casos hasta puede ser necesario que el recinto cuente con unidad de cuidados intensivos, banco de sangre e internación, para atender cualquier urgencia que pueda ocurrir antes, durante y después de la cirugía.
Este vértice del triángulo también incluye la habilitación de dispositivos médicos y fármacos. En el caso de una cirugía de aumento mamario, siempre es bueno preguntar y confirmar que los implantes cumplan con todos los controles del MSP. Lo mismo sucede con medicación que los pacientes puedan recibir en un consultorio de estética, como toxina botulínica o cualquier tecnología o medicamento utilizado para tratamientos faciales y corporales.
El triangulo de seguridad es la base de una correcta cirugía. Corroborarlo es una gran manera de empoderarte a la hora de cuidar tu salud.
Lucía Torroba Werner
Especialista en Cirugía Pla?stica, Reparadora y Estética
Magíster en dirección de empresas de Salud
Migrante y mamá
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