En base a El Universal (GDA)

El orégano cuenta con múltiples usos dentro de la gastronomía. Su nombre significa “alegría de la montaña” y es popular en las cocinas del mundo, ya que crece en diversos climas y terrenos, soporta condiciones cálidas en jardines, huertos o macetas caseras. Sus hojas se utilizan como condimento tanto secas como frescas. Se caracteriza por tener un gusto fuerte, amargo, picante y un tanto mentolado.

Además del sabor y aroma que aporta a los alimentos, esta hierba demostró tener diversos beneficios para la salud. Es un excelente antiinflamatorio, gracias a su contenido de beta-cariofilina, una sustancia que inhibe la inflamación y también podría ser benéfica para tratar enfermedades como la osteoporosis y arteriosclerosis. Además, tiene ácido rosmarínico, un agente activo que funciona como un poderoso antioxidante.

El carvacrol y el timol, dos fitoquímicos en el orégano, son poderosos antimicrobianos, por lo que el aceite esencial del mismo podría matar patógenos transmitidos por los alimentos. Por eso, puede ser un buen ingrediente para los jabones de manos y desinfectantes.

Asimismo, el orégano tiene una poderosa actividad antiviral, lo que combate la gripe o resfriado. También ayuda al cuerpo a desintoxicarse, reducir la fiebre, aliviar la diarrea, prevenir catarros, gripes e indigestiones, así como a regular los ciclos menstruales.

Otra forma en la que el orégano funciona, es al fomentar la producción de sudor, por lo que ayuda a desintoxicar el cuerpo. También se ha planteado que ingerirlo podría ayudar a que el cuerpo elimine las flemas en casos de enfermedades respiratorias.