Bienestar
Si estos alimentos forman parte de tu dieta diaria, es momento de que disminuyas su consumo. Aquí te decimos cuáles son los productos ultraprocesados que debes evitar
El procesamiento industrial de los alimentos se realiza para volverlos aptos para la ingesta humana, para transportarlos, conservarlos durante más tiempo o almacenarlos con facilidad. Sin embargo, existen ciertos productos modificados en exceso, los cuales aportan pocos nutrientes y aumentan el riesgo de sufrir enfermedades.
La clasificación NOVA determina que los alimentos ultraprocesados contienen cinco o más ingredientes, como aceites hidrogenados, carbohidratos refinados, colorantes, saborizantes, edulcorantes artificiales, emulsionantes, humectantes, entre otras sustancias cuyo uso no es común en las preparaciones culinarias. Estos compuestos químicos se agregan con la finalidad de que la comida esté lista para consumirse al instante.
De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), México es el país donde se ingieren más alimentos ultraprocesados en Latinoamérica y el Caribe. Si quieres cambiar este tipo de hábitos, aquí te decimos cuáles son los productos ultra procesados que debes evitar.
Cereales azucarados
El estudio “Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina” realizado por la Organización Panamericana de la Salud, señala que los cereales de desayuno para la familia y los cereales infantiles exceden el límite establecido de azúcares añadidos.
Asimismo, se encontró que ambos poseen un exceso de sodio. Debido a estas características, los cereales azucarados en la mañana aumentan tus niveles de glucosa en la sangre y posteriormente generan un bajón de energía que incrementará tu apetito, indica una investigación publicada por Nutrition Reviews.
Repostería industrial
Esta categoría se refiere a toda clase de postres, panes, galletas u alimentos horneados. La Organización Panamericana de la Salud asegura que la mayoría de estos productos tienen un alto contenido en harinas refinadas, azúcares añadidos, sodio y grasas saturadas.
Por su parte, la Asociación Estadounidense del Corazón informa que las grasas saturadas están ligadas a un aumento en los niveles de triglicéridos y colesterol LDL (malo) en el torrente sanguíneo. A su vez, esto incrementa el riesgo de sufrir afecciones cardiacas, derrames cerebrales o problemas de circulación.
Helado
Tal como la repostería industrial, los helados a base de leche tienen un exceso de azúcares y grasas saturadas. El sitio especializado en salud, Healthline, menciona que este delicioso postre es alto en calorías y bajo en nutrientes, incluso en sus versiones “saludables” como las presentaciones bajas en grasas y sin azúcares añadidos.
Tan solo una porción de helado es capaz de rebasar el límite diario de 50 gramos de endulzantes agregados, bajo los estándares de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2015-2020.
Bebidas azucaradas
Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, las bebidas azucaradas causan más de 24 mil muertes al año en México. Este grupo incluye refrescos, jugos procesados, concentrados, tés listos para beberse e incluso bebidas energizantes.
La ingesta de estos productos pueden provocar obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares debido a su contenido excesivo de azúcares añadidos, como el jarabe de maíz de alta fructosa, indica la clasificación NOVA.
Snacks empaquetados
De acuerdo con la Universidad Nacional de Singapur, las papas fritas tienen un ingrediente conocido por sus daños a la salud: las grasas trans. En el empaque de tu snack favorito, puedes identificarlo como aceite parcialmente hidrogenado.
La institución educativa agrega que las grasas trans no aportan ningún nutriente esencial para el cuerpo, y sí están vinculadas a enfermedades como la obesidad, problemas cardiacos, fallos hepáticos, depresión, infertilidad, Alzheimer, diabetes y algunos tipos de cáncer.
Disminuye el consumo de estos productos dentro de tu dieta diaria para prevenir la aparición de padecimientos derivados de una mala alimentación.