Salud
Con la llegada del verano, los mitos y las dudas sobre el uso del protector solar se multiplican. Te damos diversos tips para su uso adecuado y su importante papel para el cuidado de la piel.
Llegó el verano y nuestra piel se encuentra mucho más expuesta al sol. A pesar de que algunos días aún estén nublados, los rayos del sol igualmente caen sobre nuestra piel y la radiación solar está elevada, poniendo en alto riesgo nuestra dermis. Por eso, es importante protegerla para evitar quemaduras, manchas o envejecimiento precoz.
Si bien el cuidado de la piel debe de ser durante todo el año, fuera o dentro de nuestros hogares, es muy importante mantener una rutina de protección al momento de salir de compras, pasear a nuestras mascotas o tomar sol en nuestra terraza.
“Para prevenir los daños que genera el sol en la piel es necesario incluir en nuestra rutina de belleza, después de la hidratación, el uso del protector solar con factor alto en protección diariamente. Además, según el tipo de piel, se recomienda elegir un protector con FPS 30 a 50. Para pieles mixtas o grasas, lo mejor será usar un producto con fórmula libre de aceites y con toque seco.”, menciona Verónica Muchnik, dermatóloga de Natura.
A continuación, te contamos diez cosas que no debés hacer al momento de tomar sol:
* Exponerte al sol entre las 11 y las 16. Este es el momento en el que la luz del sol llega con mayor intensidad. La sombra que proyecta el cuerpo es más corta porque el sol está irradiando desde el centro del cielo.
* Exponer al sol a bebés en sus primeros 6 meses de vida: la piel de los bebés es muy delicada. No deben estar expuestos al sol, ni siquiera con protector solar o en las horas de baja intensidad.
* Usar una protección solar menor a 30: los dermatólogos recomiendan elegir entre FPS 30 a 50 según el tipo de piel. El FPS 50 está comprobado que es el mayor factor de protección en la piel.
* Usar en el rostro el mismo protector solar del cuerpo: la piel del rostro es más fina, está más expuesta y propensa a arrugas y manchas.
* Aplicar el protector in situ: siempre es ideal aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición al sol. La piel podrá absorber los ingredientes activos y permitirá una protección más efectiva.
* Ponerse protector solo una vez: se debe aplicar el protector cada dos horas para que no disminuya la protección.
* Usar protector solar como única protección: se debe complementar el cuidado con lentes oscuros, sombreros, gorras con visera e incluso vestimenta con telas para la protección solar.
* No beber líquidos al estar bajo el sol: al transpirar se pierde líquido, por lo que es sumamente importante beber agua o jugos de fruta naturales.
* No hidratar la piel: la piel debe recuperarse luego de estar expuesta al sol. Para ello, existen cremas post-solares que humectan, refrescan y previenen lesiones.
* Tener una hidratación a medias: Debemos hidratarnos desde adentro, es decir consumiendo constantemente frutas y verduras realizaremos una hidratación completa.