SALUD MENTAL
Alimentar tu autoestima, no ser tan dura contigo misma y no compararte con otras personas son algunas de las claves que podés poner en práctica para sentir bienestar
Lo que a ti te hace feliz no hace feliz a otra persona y viceversa, pues no existe una regla o manual universal para ser feliz contigo misma. La felicidad es relativa. Simplemente, se trata de un estilo de vida, aunque se presenten infinidad de problemas, tenés la capacidad de elegir ‘ver el vaso medio lleno’.
La psicóloga Dayana Chávez explica qué hacer para reconfigurar tu forma de ver la vida y empoderarte para marcar tu camino hacia la felicidad.
De acuerdo a la especialista, la felicidad no es una meta que puedas alcanzar en un solo intento y dar por sentado, es un estilo de vida, una forma de ser ante las diversas situaciones que se presentan en la vida diaria.
Trabaja en tu autoestima
La felicidad parte de la autoestima. Cómo te ves como persona o cómo te autodefinís tiene un impacto directo en tu felicidad. Desde que tenemos uso de razón trabajamos en nuestra autoestima, aunque no nos demos cuenta, ya que -como seres humanos- todos somos capaces de autopercibirnos, de considerarnos cierto tipo de persona y vivir la vida en base a ese concepto.
La psicóloga afirma, que si uno mismo se considera de forma negativa, este autoconcepto no será bueno y por ende, la autoestima será baja y se reflejará en un estado de infelicidad.
“Tener un buen concepto de uno mismo no significa engañarse. Significa ser positivo de una forma realista” resalta la especialista en salud mental, consiste en aplaudir nuestras virtudes y reconocer los aspectos en los que debemos trabajar. “Si nos enfocamos más en las cosas positivas que tenemos y trabajamos en las negativas para mejorarlas, nuestra autoestima será buena”, añade.
No seas tan dura contigo misma
Que te enfoques en tus aciertos y errores, no quiere decir que seas tu propio juez y verdugo. Esa vocecita interior que reacciona ante las decisiones que tomás y se expresa sobre ti puede ser tu peor enemiga si no la controlás.
La voz interior es lo que en psicología llaman ‘diálogo interno’ y es la primera forma en la que tu autoconcepto aflora. Si no tenés buena autoestima, tú misma serás tu peor crítico y terminarás haciéndote más daño del que otra persona pueda causarte.
Muchas veces, una persona puede ser demasiado dura consigo misma. “Debí hacer esto, debí hacer aquello”, son pensamientos que hacen daño. Dejá de vivir en el pasado y enfócate en el ahora. La psicóloga aconseja que seas flexible y utilices “sé que no lo hice, pero no será así siempre, tendré la oportunidad de hacerlo mejor para la próxima”.
Equivocarse es parte de la vida, es parte de aprender. Una técnica que podés aplicar cuando sientas que te has equivocado es ‘ponerte en los zapatos de tu amigo’, pero no para ser empático con él, sino para que tú lo seas contigo. Intercambiá posiciones, obsérvate y exprésate sobre ti como un amigo lo haría, verás que tu tendencia a criticar disminuirá.
No te compares
Puede que en algún momento de tu vida hayas caído en el círculo vicioso de la comparación: desear tener el aspecto de una persona, la actitud de otra y pensar que siempre habrá alguien mejor a quien te gustaría parecerte. Es hora de romper el círculo, porque compararte con los demás te hace daño y tiene un impacto negativo en tu autoestima. Y sin autoestima, no hay felicidad.
Sé selectiva con quienes dejás entrar a tu vida
Saber elegir sabiamente qué personas dejar entrar a tu vida es fundamental. “Si sabés que no te suma, a pesar de que seas muy segura de ti misma, te puede hacer dudar, retroceder o caer”, advierte la experta. Ya sean amigos, familiares o pareja, debes elegirlas con mucho cuidado, ya que compartes una parte importante de tu vida con ellos. “Todos tenemos el poder de decir: si no me sumás, te hago a un lado”, afirma la psicóloga.
¿Y si te ves en la obligación de convivir con ellos?. En ese caso, la especialista recomienda establecer límites. Si tenés que lidiar con una pareja que invade tu espacio personal, ponele límites. Si tu padre te critica todo el tiempo, establecé límites. Sea quien sea, siempre tendrás el poder para marcar límites, porque tu estabilidad emocional y felicidad siempre estarán primero.
Si a pesar de eso, aquella persona no te respeta, lo mejor será alejarte y cortar los vínculos, recomienda la especialista, aunque viva en tu misma casa, no tenés que forzar vínculos tóxicos. Priorizá tu felicidad y solo abrazá a aquellos que te motivan a ser mejor y feliz.
“No dejes que los demás influyan en tus decisiones y emociones. No les des ese poder, porque si lo hacés no serás feliz”, afirma la psicóloga.
Empezá por a ti
Cuando pensás en elogiar a alguien, puede que primero te venga a la mente tu pareja, un familiar o un amigo; pero la persona más importante y a la que debes priorizar siempre eres tú. Así como le das regalos, sorpresas y cosas lindas a quienes te rodean, primero hacelo contigo.
Dedicarte en cuerpo y alma a tu trabajo, tus estudios, tu familia o a cualquier persona menos tú, te llevará a un estado de infelicidad, de acuerdo a la psicóloga. “No tengo tiempo libre” no debe ser una excusa, pues el tiempo de calidad que pases contigo misma debe ser parte de tu rutina. Organizá tu tiempo y hacé actividades que te den placer, que te den alegría.
Aprendé a lidiar con tus emociones
Por mucho tiempo, se tenía la creencia de que la alegría era una emoción buena, por lo que la tristeza debía ser evitada a toda costa por ser una emoción negativa. Nada más falso, porque, de acuerdo a la psicóloga, no hay emociones malas ni buenas. Todas son naturales y deben ser aceptadas como parte de la vida. Para lidiar correctamente con ellas, primero, debes reconocer qué emoción te embarga y cuál fue su detonante. Luego, buscar soluciones, pues “es más rico lograr aprender de ellas que solo enfocarnos en descubrir el por qué”.
Aún estás a tiempo de cambiar el chip, de empoderarte con las herramientas que te brinda la psicología y trabajar en tu propia felicidad.