Por Lucía Torroba Werner
En su columna bimensual, la cirujana Lucía Torroba Werner explica cuáles son estos implantes y qué resultados se obtienen con su empleo.
El aumento del volumen mamario con grasa autóloga, es decir, propia de cada paciente, es una opción aquellas que no desean implantes mamarios.
Se obtiene mediante lipoaspiración de otra zona del cuerpo: usualmente abdomen, caderas o muslos. Luego se procesa, y se injerta en la región mamaria con cánulas específicas para ese fin.
Aporta un resultado natural, permite menores cicatrices, y también mejora la calidad de la piel y tejido subcutáneo, porque el tejido adiposo (grasa) que se transfiere, contiene células madre y propiedades bioestimuladoras. Además, permite en el mismo acto quirúrgico mejorar el aspecto de la zona del cuerpo de la cual se extrae.
Es un procedimiento que crece en popularidad, entre pacientes y entre cirujanos. Pero, como todos, también tiene sus consideraciones:
* No permite transferir grandes volúmenes, ya que eso pone en riesgo la supervivencia de las células transferidas. En algunos casos, alcanzar el volumen deseado puede requerir más de una cirugía.
* El volumen y los resultados pueden variar con el tiempo, ya que un porcentaje de células grasas no sobrevivirá en la transferencia, y porque algunas células pueden moverse del sitio donde fueron inyectadas.
* Posibilidad de formación de microcalcificaciones o quistes en zonas injertadas.
Me parece fundamental insistir en que la lipotransferencia mamaria es una cirugía. Que la decisión de hacerlo con anestesia local, general, ambulatorio o con internación, debe quedar en manos de profesionales capacitados (equipo anestesista y cirujano), y que bajo ningún concepto puede ser realizado por profesionales no médicos en un consultorio.
Especialista en Cirugía Pla?stica, Reparadora y Estética
Magíster en dirección de empresas de Salud
Migrante y mamá
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