El verano afecta la libido de mujeres y hombres. “¡Un montón, summer sex a full”, responde la sex coach Flopi Peych. “Acá estamos más que acostumbrados a ver cuerpos semi desnudos, pero en algunos países bañarse en traje de baño es un atentado al pudor, pensemos que el solo hecho de ver a las personas en las playas, en una piscina, en la propia calle con ropa ligera nos predispone a las fantasías y a la imaginación”, afirma la experta.

El camino de Flopi como sex coach y asesora en temas relacionados a la sexualidad empezó por curiosidad a lo prohibido, a lo que nunca se habló en su casa, ni le enseñaron en la escuela.

Se apasionó por el tema, estudió educación sexual y coaching, descubrió herramientas poderosas para “revisar modelos sexo-afectivo establecidos” y guiar a otras personas y parejas en un camino de sano desarrollo de sus vidas sexuales. En marzo festejará 16 años de profesión y está orgullosa de “haber acompañado a miles de uruguayos a re descubrir su sexualidad o en la elección de su primer sex toy”.

“El sex coaching es un proceso de cambio de todo aquello que te impide disfrutar con plenitud tu identidad y tu vida sexual; y se trabaja sobre algún objetivo”, explica.

Entre las consultas más frecuentes aparecen la falta de deseo, la poca frecuencia sexual, la monotonía en las relaciones, disfunciones sexuales, la búsqueda y fracaso de pareja romántica y traumas asociados al cuerpo físico para compartir la intimidad con otra persona.

En verano, muchas personas se toman vacaciones, se alejan de la rutina y del estrés. Los días libres permiten disfrutar sin preocupaciones. Estos pueden ser factores de predisposición para el sexo. “Las altas temperaturas y la luz del sol, provocan un aumento en los niveles de oxitocina, prolactina, y dopamina, que son las hormonas asociadas relacionadas con el bienestar anímico, que nos llenan de energía, nos hacen socializar más y agudizan el deseo sexual”, puntualiza la sex coach.

Un estudio sobre la relación entre el calor y el deseo sexual, bautizado “Estacionalidad en la reproducción humana”, de la Universidad de Oxford, reveló que las relaciones sexuales crecen en verano. Los investigadores concluyeron que los nacimientos aumentaron durante los diez meses posteriores al verano en los países de climas templados o fríos con veranos de temperaturas elevadas.

Por otra parte, una investigación realizada en la Universidad Médica de Graz, en Austria, señaló que la vitamina D, que se genera en un 80% y un 90% por la exposición al sol, activa la secreción de testosterona, lo que aumenta la libido masculina. “Definitivamente sí, el verano nos deja más predispuestos al encuentro sexual”, afirma Flopi.

Para disfrutar del sexo en esta temporada, la profesional aconseja agregarle a los encuentros una pizca de novedad. “Pueden en la ducha o bañera, también pueden aprovecharse las noches cálidas para estar al aire libre, en la playa a la luz de las estrellas”, dice Flopi.

“Es el momento de ser creativos”, recomienda la experta, y remarca que hay cuidados que no deben dejarse de lado: “Quienes opten por ir a la playa, deberán llevar una toalla o lona, porque ese granito de arena en el lugar incorrecto puede causar picazón e infecciones. También vale recordar que el agua no es lubricante”, alerta.

El agua salada, el cloro de las piscinas y la propia transpiración afectan a la microbiota de nuestro cuerpo. Para reducir el impacto de estas alteraciones, la sex coach aconseja:

—Ducharse luego de haber disfrutado de bañarnos en la playa o piscina.

—Tomar mucha agua ayuda a mantener nuestro cuerpo hidratado. Además, la orina barrerá posibles bacterias.

—Apenas se pueda, lo conveniente es cambiarse el traje de baño mojado por uno seco.

—Utilizar cremas hidratantes específicas para la zona genital.

—Siempre y cuando sea posible, no utilizar ropa interior para que los genitales se ventilen y tomen el aire veraniego (esto será un antes y un después).

—A la hora de mantener relaciones sexuales usar siempre preservativos.