Por Flopi Peych
Gran Bretaña 1880
- Droctor: ¿qué sabe de la Histeria?
- Nada Señor.,
-¿Cómo que nada? ¡Afecta a la mitad de las mujeres del país! Es la plaga de nuestra época!”
La histeria era una dolencia exclusiva de las mujeres, fue descrita ya por Platón. En ella se englobaba cualquier mal que pudiera padecer la mujer y para el que no se tuviera una explicación médica. Podían ser malestares tanto físicos como psicológicos.
Entonces en el siglo XIX, surgió el tratamiento estrella: el masaje pélvico. Las mujeres aquejadas de histeria acudían a consulta con sus vestidos largos y tapadas hasta los tobillos, donde se tumbaban en una silla (parecida a la de la consulta ginecológica de hoy en día) a recibir el “tratamiento”, el cuál consistía en que un médico, masajeaba el clítoris de la mujer hasta conseguir un “paroxismo histérico”..o sea, un orgasmo de toda la vida.
Obviamente, el orgasmo no curaba la histeria, y el número de mujeres aquejadas no paraba de crecer y crecer.
A veces la consulta podía demorar hasta una hora, los doctores lo consideraban tedioso y cansador, por eso conforme el desarrollo de la tecnología avanzaba en plena revolución industrial, se incorporaban las nuevas técnicas a buscar una solución.
El primer artilugio que surgió funcionaba con vapor de agua para producir vibraciones o incluso, lanzar chorros de agua directamente al clítoris, pero eran muy ruidosos y de gran tamaño. Entonces, Joseph Mortimer Granville, en 1883, buscando ahorrar tiempo y trabajo a la hora de procurar “el tratamiento”, patentó un artilugio electromecánico de forma fálica para poder tratar a estas mujeres. Y así fue como nació el primer vibrador.
Las mujeres empezaron a tratarse en casa, eso sí, siempre bajo prescripción médica y con ayuda del marido. Se hicieron campañas publicitarias y el uso del vibrador se extendió como la pólvora, había incluso uno con recambio adaptable que convertía el vibrador en una batidora. Ya en principios de 1900 era común ver en revistas para el hogar o en periódicos anuncios de éste tipo de masajeadores que se podían encargar por catálogo.
Pero lamentablemente, no duró mucho, con la aparición de las primeras películas pornográficas en 1920 y el papel que jugaban los vibradores en ellas, su aceptación fue cada vez menor y se dejó de publicitar.
Tuvieron que pasar muchos años. Recién en los años 90s (1990) llega un nuevo modelo que apareciera en el mercado: El Rampant Rabbit, que quizás lo hayan visto en la serie Sex in te City, cuando Charlott la más tímida de las cuatro chicas, entra a una tienda y se lo lleva sin saber para qué servía... pero se entera rápidamente y no quiere salir de su casa. El Rabbit es un vibrador del tipo Dual (estimula la vagina y el clítoris al mismo tiempo).
Pero aún quedaría más, y una nueva revolución en la búsqueda de bienestar íntimo sucedería hace tan solo unos pocos años atrás. Fue cuando el Sr. Michael Lenke inventó el Succionador de Clítoris. Que luego la marca alemana SATISFYER lo viralizó y lo llevó a la fama mundial. Cómo vimos en la columna pasada Mich entendió prácticamente al 80% de la población femenina del mundo, ya que el placer femenino en la mayoría de las mujeres se consigue por la estimulación de éste órgano.
¿Y en Uruguay? Cuando comencé a principios de 2007 con mi emprendimiento de asesoramiento y venta de éste tipo de productos las personas eran tímidas, les divertía pero aún no se animaban a adquirir éstos productos. En Montevideo sólo había dos lugares dónde encontrar productos de éste tipo y esteban bastante ocultos, nadie quería ser visto entrando allí. Fue así cómo lentamente quién les escribe, y siendo muy joven, asistió a muchísimas casas con dos valijas en mano y muchos productos coloridos a “evangelizar” y educar a quien quisiera escucharla y aprender (la mayoría despedidas de soletera, dónde muchas veces había madres/abuelas), y a contarles ésta historia; que los juguetes sexuales más que juguetes son productos de Bienestar Íntimo que sirven para que las personas ya estén solas ó en pareja alcancen mayor plenitud en ésta área fundamental de la vida que es la Sexualidad.
Y cuando hablo de Bienestar Intimo, no solo me refiero a las virtudes del autoconocimiento de nuestros cuerpos, y la segregación de hormonas del bienestar que se producen luego de un orgasmo, me refiero a que hay productos, que están catalogados cómo Juguetes Sexuales (cómo las Bolas Kegel, también conocidas cómo Bolas Chinas) que antes, que enfocadas en promover el placer y la lubricación natural de la vagina, sirven para rehabilitar el Suelo Pélvico de las mujeres, un tema olvidado en la agenda.
¡Una vez tuve un sueño! En el año 2008 viví unos meses en Europa, y caminando por los centros de sus principales ciudades era común ver en farmacias y algunas tiendas de diseño productos de Bienestar Íntimo, algunos con mucho diseño, y colores vibrantes, y mi mente no podía dejar de pensar en nuestro país, y cuándo sería el momento en el que el placer, la salud sexual, y el bienestar íntimo se dejara de ver cómo un tabú. Les traigo novedades: ¡2023 es el año!
En breve estarán ingresando éstos productos a la principal cadena de farmacias de Uruguay. Se podrá conseguir una oferta pensada y variada de éstos productos en Farmashop. Así que sí, por un Uruguay con más placer y menos culpa. Dónde los mismos círculos médicos de a poco comienzan también a recetar éstos productos para mayor bienestar íntimo. Cómo Sex Coach, educadora sexual, y pionera en éste mundo juguetón y vibrante me llena de emoción.
Flopi Peych
Sex Coach – Educadora
Podés seguirla en Instagramy ver más información en su página web www.flopipeych.com