El Tiempo (GDA)
La satisfacción sexual es una prioridad para la parejaya que los resultados se reflejan en el bienestar individual y en el autoconocimiento. La sexóloga Manuela Escobar (fundadora de Serez Studio, un lugar para informar sobre sexo y concientizar la importancia de este) cuenta en esta oportunidad sobre su importancia, cómo alcanzarla y lo fundamental que es para tener una excelente calidad de vida.
Cuatro consejos para mejorar la satisfacción en la pareja
Salud física y mental: hay que trabajar en un estilo de vida saludable, buenos hábitos de sueño, alimentación balanceada, porque si no se hace ejercicio regularmente y no hay paz mental, el placer puede disminuir.
Conocimientos y actitudes: esto se refiere a la educación que hay sobre el tema. Aquí se habla de pensamientos limitantes y lo que no permite vivir la sexualidad con libertad. Por ende, hay que enfocarse en cambiar lo restrictivos por creencias que permitan gestionar bien la sexualiad para entender de dónde vienen los temores y centrar el foco en ampliar los saberes con respecto a nuevas técnicas y el funcionamiento del propio cuerpo.
Aspectos emocionales: la respuesta sexual humana es circular porque el estar conectados con la pareja trae como consecuencia el disfrute de la sexualidad. Si en la pareja no se fortalece la intimidad, entendiendo a esta como la comunicación y la emocionalidad, el placer va a ser escaso.
Tener mayor riqueza en las prácticas sexuales: el enemigo de la pasión en la pareja es la monotonía, es decir, el guion sexual que repiten las parejas, donde hay una rutina muy clara durante meses e incluso años y hace que la satisfacción sea menor. Se recomienda tener la mente abierta, empezar a revisar lo que conecta con el placer, descubrir múltiples formas para dar y recibir, junto con lo que es innovador.
Las parejas que tengan claros los cuatro puntos y que hay que trabajar tanto juntos como de forma individual, pueden lograr un placer en las relaciones sexuales. Esto, porque "de la sexualidad en privado, depende la sexualidad compartida", según Escobar.
En consecuencia, la frecuencia sexual aumenta y entre más sexo se tiene, más se desean este tipo de encuentros.
¿Cómo trabajar el placer antes de consolidar una pareja?
De acuerdo con la experta, así como se busca una pareja en la que haya afinidad mental, también hay que contemplar la sintonía sexual, lo que se relaciona con los gustos de cada persona. Antes de tener un título formal con alguien, se puede tener relaciones y evaluar qué tan buena es la química.
Por lo que se puede trabajar en gustos compartidos, en caso de que las personas estén dispuestas a comunicarlo. Lo fundamental es la afinidad, porque si no existe, no se pueden tratar los cuatro puntos mencionados, pues los enfoques pueden ser diferentes.
Así, es importante que quienes tienen relaciones estén en una misma línea de gustos, intereses, de cómo ven la sexualidad y cómo quieren vivirla.
¿Qué pasa cuando la chispa ya se apagó?
Aquí, lo primero es revisar cómo está cada como individuo. Si el deseo sexual está bien o si está inhibido. Muchas veces, si no hay encuentros sexuales recurrentes en pareja, se ve afectada la sexualidad personal.
Con lo anterior claro, se recomienda gestionar el deseo de forma individual y se revisa con la pareja las oportunidades de mejora. Para eso es necesaria la comunicación sexual asertiva. "Si no se pueden sentar a hablar de una manera abierta, va a ser muy difícil lograr un objetivo como reencender la chispa", dice la sexóloga.
También agrega que se deben fijar unas metas, como en otros aspectos de la vida. "Si es una pareja que lleva 15 años de casados, y la sexualidad no funciona muy bien, lo primero que yo les diría es: sientense a hablar del tema, revisen qué se puede mejorar y ponganse unas metas", explica.
Luego, viene la iniciativa y ejecutar. Si no se tiene sexo de forma regular y el objetivo es tener sexo una vez a la semana o dos, tomar la iniciativa por ambas partes, que implica diálogo.
¿Cómo tener una comunicación honesta con respecto al sexo?
La sexualidad siempre debe verse desde la empatía. Pensando que lo que se va a decir puede herir la suceptibilidad del otro, al punto de que comentarios inofensivos pueden generar disfunción sexual.
Para eso, la la fundadora de Serez Studio dice: "Las cosas buenas se hablan en la cama y las cosas por mejorar se hablan en el comedor". Lo que significa que al estar en un encuentro de intimidad hay que enfocarse en lo positivo, hablando de lo que funciona y lo que gusta, porque se es muy vulnerable.
Por otra parte, con las conversaciones que hay que tener en el comedor, lo recomendable es preparar lo que se va a decir, para tener el fecto deseado. Lo mejor es preguntarse a si mismo: ¿Cómo es la mejor manera para hablar desde la empatía, desde el amor, logrando lo esperado?
Sin embargo, antes de llegar a esas conversaciones díficiles hay que hablar de lo bueno, poner en la mesa lo que si funciona y exponer esos temas que están guardados.
¿Cómo identificar qué es definitivamente placer?
Lo primero es entender que el orgasmo no es el objetivo de la sexualidad. El fin es disfrutar y cuando hay foco en esto, como consecuencia llega el orgasmo. En los hombres, puede ser más evidente o no, porque puede llegar con o sin eyaculación.
En el caso de las mujeres, lo más importante es reconocer el cuerpo, porque si no se sabe qué genera placer individualmente, no se va a lograr con otra persona. "Si no sabes si has tenido un orgasmo o no, es porque realmente no lo has tenido", ya que la experiencia es tan explícita en el cuerpo que sería imposible pasarla por alto, aunque es muy subjetiva según cada mujer, es una liberación de tensión sexual que se siente muy sectorizada en los genitales o en todo el cuerpo.
De igual forma, cuando las mujeres piensan que hay algo malo con sus cuerpos al no llegar al orgasmo a través de la penetración –que es lo que ha vendido la pornografía– se debe entender que la anatomía del cuerpo femenino está enfocada en el clítoris.
El 80% de las mujeres en el mundo, llegan al orgasmo por la estimulación del clítoris de manera externa. El 20 por ciento o menos, llegan al orgasmo, a través de la penetración. Por eso, comprender nuestro cuerpo es necesario antes de pretender que una pareja lo haga.