REMITIDO
A continuación, el texto completo de la corredora de bolsa
La abajo firmante, Sara Goldring Waisbiot, tengo más de 30 años de
trayectoria en el mercado de valores uruguayo. Hace más de 25 años
fundé Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) Corredor de Bolsa S.A.
(“CVM”) y United Brokers S.A. Agente de Valores (“UB”).
Por décadas, a través de ambas empresas, ofrecí a mis clientes el
servicio de invertir, por cuenta y orden de los mismos, en los
mercados internacionales de alta sofisticación , permitiéndoles
acceder a rentabilidades que superan ampliamente las ofrecidas por
otras alternativas de inversión.
La mayoría de los clientes optaron libremente, por instrucción
escrita y debidamente informada, por mandatar inversiones en
régimen de libre administración y perfil de inversión agresivo . Esta
instrucción supone acceder a mercados de altas posibilidades de
rentabilidad, que tienen como contrapartida riesgos de pérdida
ilimitada.
En el caso de la cartera con régimen de libre administración y perfil
de inversión agresivo de CVM, además de estar invertida en bonos,
acciones e índices, su alta rentabilidad provenía de opciones, en su
mayoría venta de puts, cuyos activos subyacentes eran acciones de
sociedades que cotizan en las bolsas de los Estados Unidos de
América. Estas inversiones se realizaron a través de cuentas
globales que CVM mantiene en bancos de inversión americanos de
primera línea, por ser la forma de operar en este sistema. En dichas
cuentas CVM, además, debe depositar fondos y valores suficientes
para garantizar el cumplimiento de las opciones de venta.
El derrumbe violento y sostenido en el tiempo en el valor de las
acciones producido en las bolsas norteamericanas
(fundamentalmente en el NASDAQ) -mercado a la baja- determinó
que las opciones fueran ejecutadas por sus beneficiarios,
registrándose una pérdida muy importante para los inversores.
Las ventas de opciones de venta (puts) de acciones suponen que
CVM, por cuenta de sus clientes, a cambio de un precio (prima),
otorga a su contraparte la opción de venderle, durante un cierto
plazo, determinado tipo de acciones (activo subyacente) a un precio
preestablecido. La opción solamente es ejercida cuando el precio
del activo subyacente es menor que el valor fijado para la opción de
venta. Cuando la opción no es ejercida, lo que ocurre en un mercado
alcista, la prima cobrada es ganancia total. Cuando la opción es
ejercida, lo que ocurre en un mercado en baja, se produce una
pérdida por la diferencia entre el precio que debe pagarse por las
acciones que se adquieren y el valor de las acciones adquiridas en
el mercado.
Opté inicialmente por asumir -con mi patrimonio personal- las
pérdidas derivadas de las opciones. En este sentido, asumí e hice
mías las pérdidas de mis clientes que ascendieron a más de USD 25
millones, sin perjuicio de otros aportes personales a la cartera de
CVM, con la finalidad de darle mayor liquidez a la misma.
Mis inversiones sufrieron las mismas pérdidas que la cartera de libre
administración y perfil de inversión agresivo. Sin embargo, por los
aportes mencionados anteriormente, estoy sufriendo pérdidas aún
superiores que las que registran hoy mis clientes.
En el mes de mayo pasado estas contingencias se hicieron realidad
y las pérdidas debieron ser asumidas por la cartera de clientes de
libre administración y perfil de inversión agresivo , produciéndose la
caída en el saldo de sus inversiones, los cuales CVM les ha
comunicado.
De este modo, es falso que los clientes no co nocieran los riesgos
que estaban asumiendo. Es falso que haya existido una apropiación
indebida de sus fondos. Es falso que se les haya estafado,
induciéndolos en error respecto de los riesgos que se estaban
asumiendo. Todos los integrantes de la cartera de libre
administración y perfil de inversión agresivo conocieron siempre el
nivel de riesgo que estaban asumiendo y fueron siempre conscientes
de la posibilidad de pérdida, la cual aceptaron en su afán de obtener
una ganancia extraordinaria.
Toda mi vida velé por las inversiones de mis clientes, a quienes les
permití obtener en el pasado ganancias excepcionales y a los que
procuré que no sufrieran las pérdidas derivadas de las inversiones
de alto riesgo que habían asumido. Esto lo hice en perjuicio de mi
propio patrimonio personal y familiar, realizando una asistencia
personal a la cartera de inversores, mucho más allá de lo que eran
mis obligaciones legales.
Estoy dispuesta a seguir trabajando, junto con mis clientes, con la
finalidad de mitigar el perjuicio sufrido y revertir las pérdidas de la
cartera.
Sin embargo, no estoy dispuesta a tolerar campañas difamatorias de
manipulación de la opinión pública, acusaciones falsas y de mala fe,
ni agresiones personales, contra las que habré de defenderme con
todas las armas que brinda la ley.
Sara Goldring Waisbiot