ESPACIO CONTRATADO

En el marco de la inauguración de la primera etapa del proyecto logístico de la empresa brasileña Lobraus en el Puerto de Montevideo, su presidente, Renato Ferreira, explicó las “idas y vueltas” que ha tenido como parte de las negociaciones con la Administración Nacional de Puertos (ANP) y acusó al organismo estatal de haber incumplido con los acuerdos establecidos desde la aprobación de la propuesta, en el año 2016.

En la exposición, Ferreira sostuvo que la empresa fue afectada de diferentes formas, tanto en lo que respecta a su actividad portuaria como en los intentos de venta, producto del desgaste que ha provocado esta situación.

“No es posible que un organismo como la ANP bloquee tantos negocios en el Puerto de Montevideo. Necesitamos una ANP del siglo XXI y no del siglo pasado. Los tiempos han cambiado y necesitamos un organismo evolucionado”, expresó Ferreira, al tiempo que anunció que seguirá reclamando en distintos ámbitos para exigir el cumplimiento de lo acordado con el organismo portuario.

“Seguimos creyendo en Uruguay. Lo único que pedimos es que nos dejen trabajar. Queremos trabajar para transformar al Puerto de Montevideo en un hub logístico para toda América Latina y los invito a ser parte de ese sueño”, dijo durante el discurso de inauguración.

Con el desarrollo de este proyecto, el puerto capitalino podría experimentar una nueva etapa en su proceso de desarrollo. Esta empresa regional, especializada en logística portuaria, planifica un trabajo en tres etapas con la meta de construir un depósito de 13 mil metros cuadrados y una torre de oficinas de 21 pisos.

Desde el comienzo de sus operaciones en Uruguay en el año 2003, la compañía ha invertido US$ 5 millones y está previsto que para el segundo depósito y la torre de oficinas la inversión ascienda a US$ 25 millones

Actualmente, emplea a 100 personas entre puestos directos e indirectos, y se prevé la generación de 300 puestos de trabajo adicionales.

“El plan implica, además, una inversión adicional de US$ 18 millones para hacer un depósito especializado en productos farmacéuticos”, anunció Ferreira. El depósito será climatizado, con espacio para cámara fría, oficinas y picking selectivo automatizado. Hasta el momento, su empresa utiliza el llamado Depósito 23 del puerto y apunta a expandirse con estos proyectos al número 24.

Sobre los motivos que llevaron a Lobraus a dedicar un sector a productos farmacéuticos en especial, Ferreira explicó que esta industria se enfrenta a nuevos desafíos que implican la globalización, las regulaciones e inspecciones más estrictas y complejas cadenas de suministros.

“Montar un proyecto logístico en tres etapas fue nuestro sueño desde que nos instalamos en Uruguay, en 2003”, señaló y agregó que el depósito principal cuenta con moderna e innovadora tecnología en el manejo de cargas, con temperatura controlada en toda la instalación, diez bocas de carga y descarga, y monitoreo permanente de la mercadería por parte del cliente en tiempo real.

El depósito cuenta también con equipos de incendio que funcionan de forma sectorizada, localizando los espacios donde hay humo e interviniendo puntualmente, sin dañar la totalidad de la mercadería.

La selección de inventario, especialmente la planificación y la visibilidad eficientes de la cadena de suministro, es fundamental en esta industria, señaló Ferreira. “Con este proyecto queremos aportar soluciones en este sentido, ya que el exceso de suministro de un producto en un lugar se puede mover a tiempo para evitar su escasez”, afirmó.

UN HUB PARA LATINOAMÉRICA

Uruguay y Montevideo en particular ofician como canales naturales de entrada al Mercosur, y, a su vez, Lobraus lo valora como un hub para toda Latinoamérica gracias a la legislación de puerto libre. Las prestaciones de este régimen, que se originan en una ley del año 1992, son las que le interesa desarrollar y promocionar a la empresa.

Montevideo, como puerto libre admite que circulen mercaderías en tránsito, sin necesidad de autorizaciones. Las mercaderías también pueden cambiar su destino mientras están bajo este régimen.

Por otra parte, los extranjeros pueden conservar la propiedad de sus bienes sin necesidad de incorporar una empresa local. También pueden vender, comprar o ceder los derechos de esos bienes a otras empresas en el extranjero en operaciones exoneradas de impuestos. Finalmente, como los productos quedan almacenados como una extensión del negocio del país de origen, sus propietarios pueden manipularlos con libertad, es decir, fraccionarlos o reagruparlos.

Según relató Ferreira, la historia de este proyecto ha sido “larga y azarosa”. Ha pasado por distintas etapas y reveses, pero continúa en pie y ha captado la atención de otras empresas que también le han visto el potencial. “Aquí seguimos”, agregó Ferreira, “confiamos en Uruguay y apelamos a la buena voluntad, porque confiamos en la credibilidad del país, su seguridad política y respeto a las empresas”.

RAÍCES FAMILIARES

El impulso que muestra Ferreira al referirse a su proyecto y largo camino de trabajo e inversiones tiene raíces familiares. “Aprendí a soñar con mi padre, que era un visionario”, contó. “A veces él no conseguía concretar sus sueños y por eso apostó a mí”.

En ese sentido, recordó que Lobraus empezó con un terreno precario en el puerto y con una idea más simple de tener un depósito y algunas oficinas. Hoy, diecinueve años más tarde, el sueño es mucho mayor e implica un entorno urbano que jerarquizaría el mismo puerto, los paseos a su alrededor y el mismo acceso del futuro tren de UPM.

“Estoy muy agradecido a Uruguay por la forma en que me han recibido. Y por eso he realizado estas iniciativas”, concluyó el presidente de Lobraus.

Para ver el discurso completo de Ferreira ingrese en la cuenta de Instagram de Lobraus: www.instagram.com/lobraus/?hl=es.