La relación de Montevideo con su costa se limitó inicialmente a su puerto natural, facilitado por la existencia de la amplia bahía. Las necesidades comerciales obligaron a construir muelles de hormigón, escolleras y depósitos a comienzos del siglo XX. La rambla fue un proyecto iniciado un cuarto de siglo más tarde y llevó unos cuantos años. La obra más ambiciosa fue la Rambla Sur. La de Pocitos era anterior, pero se completó mucho más tarde en el tramo que empieza en la calle Barreiro y sigue hacia el este.

También hay una historia de los escenarios deportivos. La popularidad del fútbol y el básquet obligó a pasar de simples canchas a verdaderos estadios. El Centenario fue el primero. Años después, el básquetbol tuvo su Palacio Peñarol y posteriormente el Cilindro.

Las construcciones se extendieron por los barrios y en muchos casos cambiaron la fisonomía de la zona. El Viaducto sobre la avenida Agraciada alteró el movimiento comercial del Paso Molino y obligó a los comercios a irse unas cuadras más al norte. El Parque Posadas representó un cambio sustancial en esa zona del Prado, de pronto habitada por cientos de familias más.

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