El diagnóstico estuvo claro desde el arranque: pese a ser ponderado como un país de excepciones, especialmente en lo que refiere a las instituciones y el diálogo democrático, Uruguay no escapa -aunque tal vez lo sufre en menor medida- al flagelo de la polarización, la crispación política y al resentido diálogo entre los extremos de la sociedad.
El estado actual de este problema que aqueja a la región y cuáles son algunos de los desencadenantes formaron la idea fuerza de un foro realizado ayer al mediodía en el hotel Enjoy Punta del Este. Como en las anteriores tres ediciones, la actividad fue coorganizada por el diario El País y Enjoy Punta del Este, y en esta oportunidad estuvo auspiciada por Jeep, Katoen Natie Terminal Cuenta del Plata, Panda é Tudo Terminal Río Branco y Free Shops, Saceem, AirEuropa, Scotiabank, además de apoyada por el Grupo Diarios América.
“¿Y ahora qué? Perspectivas 2023”, fue el nombre de esta edición, y para discutir sobre ese eje asistieron destacados periodistas dedicados a la cobertura internacional de Chile, Argentina, Brasil.
![Cuarta edición del evento ¿Y ahora qué?](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/b9bf23b/2147483647/strip/true/crop/1200x800+0+0/resize/1200x800!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2Fbc%2F4e%2F3035ce3a4bf28b40d0dbd980e939%2Fleo2810.jpg)
Por Uruguay habló Martín Aguirre -director de redacción de El País-, que reparó desde el arranque en el momento de “quiebre” que atravesaron las sociedades de la región cuando terminaban por consolidar sus caminos de apertura democráticas, en algún punto de los años ochenta y noventa.
Fue entonces que se “perdió la esperanza” de un rumbo que portaba un evidente “optimismo” propiciado por la superación de las dictaduras, “la caída del Muro de Berlín” y ciertos “avances tecnológicos” que prometían “prosperidad y progreso social”, señaló Aguirre.
“De alguna manera estábamos equivocados. Los últimos 20 años han sido bastante diferentes a lo que esperábamos”, sentenció el director de El País, que se preguntó y contestó luego: “¿Dónde estamos ahora? Voy a ser un poquito audaz, pero compartirán conmigo que venimos de dos o tres años de los más tensos que hemos tenido políticamente en mucho tiempo”.
Porque lo que parece querer la gente, remarcó, es “confrontación”, y en esa lógica “no hay mucho espacio para posturas intermedias”; y eso, de alguna manera, condujo a una situación en la que se quebraron “límites que eran infranqueables: meterse con la vida privada de las personas, operaciones de prensa escandalosas, ataques, insultos”.
![El País organizó la cuarta edición del evento ¿Y ahora qué?](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/a2f7e32/2147483647/strip/true/crop/1200x800+0+0/resize/1200x800!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F88%2F30%2F12e630434912986257ca242198f8%2Fleo2569.jpg)
El diagnóstico de la situación uruguaya es similar al del caso chileno, razonó por su parte Carolina Álvarez, editora de la sección Internacionales en El Mercurio, que debió destinar varios minutos a repasar la serie histórica de elecciones por las que pasó su país en los últimos tres años -entre los comicios presidenciales y los vinculados al hasta ahora trunco proceso constituyente-, en medio de un clima de caos y enfrentamiento civil, luego del estallido social de octubre de 2019.
De hecho, Álvarez recordó que tanto el congreso nacional como los partidos políticos chilenos se quedaron casi sin apoyo de la población -los respaldaban un 3% y 2%, respectivamente, de acuerdo a las mediciones- tras ese intenso debate que polarizó las aguas, y poco levantaron en una nueva encuesta hecha a fines del año pasado.
“El problema es la inexistencia de un centro”, apuntó la periodista, pese a que el 41% de los chilenos se definen como tal en las consultas de las encuestadoras.
![Los expositores junto a Martín Aguirre](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/5412212/2147483647/strip/true/crop/1200x800+0+0/resize/1200x800!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F68%2F0b%2F9a6f84724004b3df03bd90b887bd%2Fleo2487.jpg)
Es sabido que Argentina y Brasil tienen por estos días una foto bastante perfecta de un país partido a la mitad.
Y de eso hablaron Ascânio Seleme, columnista del diario O’Globo y José del Río, secretario general de Redacción y director de Contenidos del Grupo La Nación.
El primero comenzó definiendo la asonada o golpe de Estado fallido por parte de bolsonaristas el domingo pasado -cuando coparon y dañaron las sedes de los edificios de los tres poderes constitucionales- como el episodio “más angustioso de todos los tiempos” en su país. Y en momentos en que Brasilia se encuentra militarizada y con 2.000 fanáticos detenidos, Seleme aseguró que el nuevo gobierno de Lula da Silva tiene que encarar “muchas urgencias”, pero recalcó una en especial: “Dominar a las Fuerzas Armadas” que, según dijo, han tomado una independencia no saludable durante el gobierno de Jair Bolsonaro.
El último exponente fue Del Río que, como sus colegas, lamentó la fractura social de la Argentina -profundizada actualmente por algunas iniciativas del gobierno de Alberto Fernández, como la reforma judicial, que llamó “el cisne negro”- y la desconexión que visualiza entre la clase política y la gente.
“¿Qué puede pasar si la sociedad se cansa del debate interno de la oposición por ver quién tiene más ego y puede ser candidato y, del otro lado, se cansa de un debate tan egoísta como tiene hoy el gobierno nacional?”, se preguntó el periodista, que entiende que la situación económica actual de los argentinos es tal que, si no fuera porque el gobierno actual es peronista, “las calles estarían tomadas reclamando por el dinero que no alcanza”.
Interrogantes
En una breve modalidad de mesa redonda, Déborah Friedmann -coordinadora de redacción de El País-, encargada de moderar la actividad, pidió sobre el final a los exponentes que reflexionaran en torno a algunas preguntas disparadoras, como por ejemplo los principales desafíos que visualizaban en sus respectivos países.
Allí Del Río dijo que en Argentina debe seguirse con atención las próximas elecciones para monitorear si se “radicalizan los dos modelos en pugna”, mientras que Seleme dejó entrever que pueden venirse mejores tiempos en Brasil, aunque Lula deberá ahora asegurar “las condiciones para que la sociedad se exprese nuevamente en forma clara”.
Álvarez, en tanto, puso el ojo en el daño que generan las redes sociales y su “sesgo de confirmación” que dañan el debate en Chile, mientras que Aguirre insistió en la “muy preocupante” situación en que se encuentra el debate político que tiene hoy por hoy el Uruguay. “No culpo a los políticos. Creo que la responsabilidad está en nosotros”, dijo y concluyó señalando que lo que ocurre “arriba”, en el sistema político, es “reflejo de lo que está pasando a nivel social”.
El rol de los medios en plena crisis informativa
Una de las preguntas que planteó Friedmann a los exponentes interrogó sobre el rol de los medios en este complejo escenario, y los aportes fueron variados.
Del Río no tuvo dudas en responder que el periodismo no debe desviarse del objetivo de ser “más profesional” cada día, y mantener siempre “la vara alta independientemente” del gobierno de turno. “Esto tiene un costo para los periodistas -advirtió-, que reciben agresiones en las redes sociales, y hay que estar seguros de lo que uno hace para poder mantener el norte”.
Aguirre planteó el desafío que tienen hoy los medios de prensa de lidiar con el “circuito informativo de las redes sociales”, que procesan contenidos a una velocidad que “conspira” contra el trabajo de los periodistas. “Me parece que es difícil, pero ineludible a largo plazo, poder frenar un poco ser esa voz que dice ‘¡pará!’. Porque si nos subimos al frenesí del ciclo informativo de las redes el efecto para todos, y sobre todo para una sociedad democrática, termina siendo muy malo”.
Seleme, a su turno, diferenció en su país a la “prensa tradicional, establecida hace años” y dedicada a contar “las historias que deben ser contadas”, a otra que, según dijo, fue “un foco de soporte a Bolsonaro”.
“No ha habido clima tan exasperado como el actual”
![Martín Aguirre en la cuarta edición del evento ¿Y ahora qué?](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/43a1b73/2147483647/strip/true/crop/1200x800+0+0/resize/1200x800!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2Fb4%2Fc6%2Fda9507ff4343a35ab2a9d5cdcc13%2Fleo2558.jpg)
El clima político es el peor que hemos tenido en muchos años. Hemos pasado límites que eran infranqueables: meterse en la vida privada de las personas, operaciones de prensa escandalosas, ataques, insultos. (...) A un año de la campaña electoral, que promete ser sangrienta, no veo ninguna señal de que la cosa mejore”.
“La gente hoy no está tolerando opiniones distintas”
![Carolina Alvarez, periodista de El Mercurio -Chile-](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/7a4fd6a/2147483647/strip/true/crop/945x630+0+0/resize/945x630!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F05%2F82%2Fb03b6fdc4c2598e2122713d686ff%2Fimagen-leo2657.jpg)
(En este problema) tienen mucho que ver las redes sociales con su sesgo de confirmación: se sigue y escucha a la gente que piensa igual que uno. Es uno de los desafíos más importantes para Chile: encontrar las formas de dialogar más allá de aquellas establecidas. (...) El músculo del diálogo solo hace falta ejercitarlo”.
“Lo más urgente es dominar a las Fuerzas Armadas”
![Ascanio Seleme, periodista brasileño de O'Globo](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/372ba33/2147483647/strip/true/crop/945x630+0+0/resize/945x630!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F07%2F12%2F740434b1435e92176846e69a5f68%2Fimagen-leo2837.jpg)
El golpe fallido sirvió al Brasil para una cosa importante. Los ataques de la mafia fascista reunió a los brasileños, a los cuatro poderes y a las familias en torno al objetivo común de la democracia. (...) La tarea primordial del nuevo gobierno es dar condiciones para que la sociedad se exprese nuevamente en forma clara”.
“Los debates que vienen son cada vez menos ricos”
![José del Río, periodista argentino de La Nación](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/cf4f3b9/2147483647/strip/true/crop/945x630+0+0/resize/945x630!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2Fc9%2F8a%2F14e357494af39d497224536b97d6%2Fimagen-leo2734.jpg)
Tenemos que estar muy atentos a lo que ocurra en las elecciones: si se radicalizan los modos modelos, y el día después, que es muy preocupante en Argentina. A cualquier gobierno que venga le va a ser muy difícil llevar hacer las reformas cuando la gente sufre una crisis muy importante. Hay muchos desafíos de gobernabilidad.