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Algunos memoriosos recuerdan que en el subsuelo de Strauch & Compañía había túneles de procedencia y utilidad incierta. Eso alimentó el mito popular de que la familia Strauch halló el famoso "tesoro de las Masilotti", que habría sido enterrado en el Cementerio Central.

De hecho, hasta hace pocos años la pared de la fábrica frente al cementerio lucía un graffiti que decía "Strauch: devuélvanle el tesoro a las Masilotti".

En diciembre de 1950 arribó a Montevideo una ciudadana italiana llamada Clara Masilotti, para efectuar excavaciones en el Cementerio Central donde aseguraba se hallaba un imponente tesoro, que se decía Garibaldi habría ocultado para financiar su ejército antes de regresar a Europa. Otra teoría era que el tesoro pertenecía al papa Pío IX.

Clara y sus hermanas continuaron buscando el tesoro hasta la década de 1970, pero sin hallar nada de él.

Las Masilotti tenían un "mapa del tesoro" y aseguraban una fortuna se encontraba bajo el Panteón Nacional, situación que hacía en extremo delicada la búsqueda por la protección patrimonial de este monumento.

La crónica policial de El Diario de la Noche tuvo un cronista de lujo, Humberto Dolce, quien a pesar de tener "todas las fuentes" informativas, no tipiaba una sola línea. Dolce fue el responsable de algunas de las crónicas más memorables sobre la búsqueda del tesoro que las hermanas Masilotti aseguraban se encontraba bajo el Cementerio Central, ubicado frente a la fábrica de Strauch & Cía.

La realidad es que Dolce había trabado relación con una de las empecinadas hermanas Masilotti, por lo que contaba con información "de primera mano" para el diario.

Y si no la tenía, la generaba. Hay quienes dicen que en algún momento "tiró" algunas monedas a los túneles que se excavaron bajo el Cementerio Central, para "alimentar" la búsqueda y sus propias crónicas que publicaba El Diario de la Noche.