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SEBASTIÁN CABRERA

Un día después de rechazar públicamente el planteo argentino, Almagro bajó los decibeles y dijo que la propuesta argentina de monitorear la planta de UPM es "interesante" y que se evaluará en las negociaciones para llegar a un documento conjunto.

El canciller Luis Almagro se reunió ayer con senadores y diputados de las comisiones de Asuntos Internacionales y, a la salida, dijo a El País que -a diferencia de la posición de la administración Tabaré Vázquez- el gobierno actual no trabará las citaciones judiciales a directivos de la ex Botnia, luego que el ex gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, volvió a pedir esta semana ante el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay que los directivos sean citados por la causa contra empresa finlandesa por presunta tentativa de contaminación.

De traje y con su mochila al hombro, Almagro salió de la comisión de Asuntos Internacionales haciendo bromas sobre el clásico con el senador blanco Jorge Larrañaga. Luego se puso serio y dijo que las decisiones tomadas en la administración Vázquez "obedecían a circunstancias de ese momento, pero esas circunstancias cambiaron".

Almagro declaró que el gobierno "está considerando" la propuesta argentina sobre el monitoreo a la planta y la toma como una propuesta de negociación. "Es una propuesta muy interesante, que abre la discusión y está perfectamente dentro de los márgenes de negociación. No podemos decir que sí ni que no", indicó.

Uruguay buscará "un documento único", de acuerdo al estatuto del río Uruguay y el fallo de la Corte de La Haya.

Sin embargo, la ministra de Vivienda, Graciela Muslera, había afirmado el miércoles que Argentina presentó una propuesta "que va más allá de lo establecido en el régimen de monitoreo" y que a la CARU le compete controlar el río y no la planta. En la misma línea, Almagro había afirmado el miércoles: "No nos podemos exceder de las competencias de la CARU ni de lo que dice el fallo".

Ayer en la reunión con los legisladores, el canciller se refirió en forma muy breve al planteo argentino y al senador colorado Ope Pasquet le quedó la sensación de que Almagro cree que "no tendrá andamiento la pretensión argentina de controlar la planta desde adentro".

JUSTICIA. Junto al secretario parlamentario de la provincia, Busti se presentó el miércoles ante la Justicia por la causa contra Botnia por "tentativa de contaminación ambiental", donde ofició como querellante.

Busti pretende "que los directivos concurran a esta causa a la cual están citados por el Fiscal Federal" y "se ponga en práctica un principio jurídico moderno de derecho ambiental, como la inversión de la carga de la prueba". Así, deberían comprobar que durante 30 años UPM no contaminará.

Busti reclama que la Cancillería argentina le solicite a la Cancillería uruguaya que ponga en funcionamiento el exhorto internacional con el fin de que los directivos vayan a declarar.

Al respecto, Almagro dijo que las citaciones a directivos de Botnia "simplemente se tramitan". Y explicó: "Nosotros las recibiremos, pero no vamos a inventar soluciones jurídicas ni desconocer otras". El gobierno uruguayo recibió en 2008 dos exhortos enviados por el juez de Entre Ríos Guillermo Quadrini, citando a declarar a directivos de Botnia, pero fueron trabadas y nunca llegaron a manos de los involucrados: Carlos Faroppa, Ronald Bear y Erkki Varis. De esos tres, sólo Bear se mantiene vinculado con la planta, hoy de UPM.

KIRCHNER. En una reunión con buen clima, el único choque entre el canciller y la oposición se dio cuando Pasquet preguntó "si hubo un acuerdo con Argentina para facilitar el camino para que el presidente argentino Néstor Kirchner sea designado en la Unasur".

El canciller respondió que "no hubo acuerdo" ni "condicionamiento a Argentina" y que la relación bilateral con Argentina es "muy compleja", porque hay "18 temas pendientes en la agenda". Almagro sustentó su posición en el principio "de buena fe". Y admitió que "se recibieron señales positivas del gobierno argentino de que la postura uruguaya contribuiría a encausar algunos temas pendientes" entre los dos países. Afirmó que él espera "avanzar en los temas con Argentina".

Entonces, Pasquet replicó: "Si no hubo acuerdo previo, nosotros no estamos de acuerdo en que se hagan concesiones unilaterales. Usted se embarcó en este camino, ojalá tenga mucho éxito por el bien del país".

El senador colorado dijo que la respuesta del canciller ratificó "la apreciación de que hubo una concesión unilateral del gobierno uruguayo, con la expectativa de que el gobierno argentino responda de buena fe".

Más diplomático, Larrañaga afirmó que hay que esperar que Argentina también actúe con la misma buena fe y que espera que eso sea así. A la salida, el canciller dijo que ha encontrado "la más absoluta comprensión de la oposición, aún en los cuestionamientos que deben existir". A su juicio, hubo "matices" sobre las pautas de negociación a seguir, pero esos matices "quedan superados por la intención de hacer prevalecer el interés nacional".

i Trabas. Alerta de los exportadores. ECONOMÍA / A14

En la comisión de Asuntos Internacionales quedaron claras dos posturas distintas en la oposición respecto al papel del gobierno uruguayo en este tema: los blancos se mostraron tolerantes y los colorados más críticos.De hecho, el senador blanco Jorge Larrañaga dijo que los intereses nacionales "hacen que el Partido Nacional busque no fragilizar la posición del país" y conteste "con silencios y comunicaciones escuetas" a las diferencias. El ex presidente Luis Alberto Lacalle dijo que Uruguay debe actuar con grandeza y tomar la iniciativa.