Se quedaron sin energía eléctrica 1.200.000 usuarios ; UTE desconoce causa de la falla.

Fue un apagón histórico: cerca del 90% de los clientes de UTE se quedaron sin luz a las 10:34 de la mañana de ayer. La falla afectó a una cifra estimada de 1.200.000 de un total de 1.440.000 hogares, comercios y oficinas dependientes del servicio de energía eléctrica que suministra el ente.

La falla, cuya causa se desconocía hasta ayer de noche, afectó a las dos líneas de alta tensión que alimentan al sur del país. Las líneas de 500.000 voltios están entre San Javier y Palmar, y distribuyen la energía de la represa de Salto Grande, informó el gerente de distribución de UTE, Luis García.

Las líneas que fallaron, por causas que los técnicos del ente aún investigan, funcionan como respaldo una de otra. Si una de las dos tiene un problema, automáticamente se corta y la otra continúa haciendo el trabajo de transmisión de energía. Lo que le llamó la atención a las autoridades es que ambas cayeron en el sistema.

"Las posibilidades de que ambas líneas se vean afectadas es muy remota", afirmó Luis García.

El corte de energía, que se produjo en dos momentos seguidos, duró unas dos horas, hasta las 12:40, aunque algunos clientes permanecían entonces sin luz.

Si bien el apagón marcó un récord, según recuerdan los técnicos de UTE, el trabajo que se realizó para la reparación "fue también rápido", dijo Héctor Rodríguez, gerente de la dirección operativa del organismo.

Rodríguez precisó que "esto ocurre en todos los sistemas eléctricos del mundo, no es solo acá; si se entra en Internet aparecen cortes de energía de todas partes del mundo, incluso en países muy avanzados en cuanto a la tecnología".

En tanto, no se descartó que las fallas en algunas centrales eléctricas pudieran seguir afectando a más usuarios durante el correr de los días. Las autoridades de UTE informaron que son casos aislados.

Pasado el mediodía de ayer, Montevideo era el departamento más afectado. Había más de 112.000 usuarios sin luz y el problema tenía incidencia en el tránsito —no funcionaban los semáforos—, en comercios y supermercados que no podían cobrar con tarjetas y en oficinas donde las computadoras quedaron sin conexión.

Canelones, con 28.896 clientes sin energía, y San José con 10.131, fueron los otros departamentos más afectados.

En la capital, los barrios donde primero se solucionó el problema fueron Punta Carretas y Parque Rodó. Luego siguieron las zonas del Centro, Ciudad Vieja, Cordón y Tres Cruces.

La luz se fue extendiendo desde el Centro hasta la periferia. A las 15:00 horas casi todo el país contaba con energía. Solamente se presentaron casos puntuales de cortes, que según informaron a El País, se restablecería la luz en la tarde.

Por el mapeo de UTE respecto a los cortes de energía producidos en Uruguay, Artigas fue el único departamento sin problemas.

En Maldonado, el apagón dejó fuera del aire a la totalidad de las emisoras de radio del departamento. En algunos cruces la falta de ordenamiento del tránsito mediante los semáforos generó cierto caos entre los automovilistas. El cruce de la avenida Roosevelt fue toda una aventura para los conductores.

Un problema similar —que entonces fue asociado a la caída de un rayo en una tormenta eléctrica— provocó un enorme apagón en varios departamentos el 19 de enero pasado.La falla afectó a clientes de Montevideo, Canelones, Maldonado, Cerro Largo y Treinta y Tres. En algunos lugares, demoró más de una hora.

En total, 926.000 clientes se vieron sin energía. Las líneas de alta tensión que van de Palmar a Montevideo fueron afectadas.

En 2012, otro apagón de proporciones afectó a 200.000 clientes de UTE y provocó, en muchos casos, daños en los electrodomésticos. El ente asumió su responsabilidad en aquel evento.

El apagón general provocó algunas situaciones que alteraron la vida cotidiana de los montevideanos.

En Punta Carretas, en el momento en que se fue la luz una cuadrilla se encontraba levantando la vereda en Parva Domus y Zorrilla de San Martín.

Ni bien se produjo el apagón, una señora mayor se asomó por la ventana de su apartamento, divisó a la cuadrilla de trabajadores y gritó:

—¡Me dejaron sin luz y ni siquiera me avisaron!.

—No señora, nosotros no tenemos nada que ver, es un apagón general —respondió amablemente uno de los obreros.

—¡Antes de cortar la luz tienen que avisar! ¡Se me puede quemar el termotanque! — respondió la señora en alta voz, evidenciando no tener una muy buena audición.

—¡Nosotros no fuimos señora! —reiteró el trabajador.

—¿Usted me está escuchando? Le hablo y no me contesta… ¡Le dije que me tienen que avisar antes de cortar la luz. ¡Se me puede quemar el termotanque! —insistía la mujer a gritos.

Del otro lado de la calle hubo un silencio absoluto. Una mujer que pasaba caminando le explicó a la vecina: "Rosa, ellos no fueron, estamos todos sin luz".

Durante un buen rato, la cuadrilla fue foco de todas las miradas.

Un joven que ingresó al almacén de la otra cuadra le dijo a la cajera: "Estos que están rompiendo la vereda deben haber sido los que cortaron la luz".

La empleada se sonrió y le respondió: "¡No! Uno de ellos vino a decirnos que no tenían nada que ver y que todo el mundo les estaba echando la culpa".

Los integrantes de la cuadrilla siguieron trabajando, notoriamente incómodos, mientras miraban el paso de los vecinos por el rabillo del ojo. Se sentían observados y con culpa ajena.

"Estaba en el club, terminaba de nadar en la piscina y pensé: Qué raro que no está funcionando el reloj. Agarré la toalla y me fui a la ducha porque yo sabía que ya iba a ser la hora. Voy a abrir la ducha, y no salía agua. Parece que había saltado la bomba y no había ni una gota de agua. Me quedé en paños menores, en el vestuario, y charlando con el "Tony" Pacheco, quien también estaba en la misma situación. ¡Imaginate!. Cuestión que esperamos un rato, hasta que la bomba nunca prendió. Tuve que irme para mi casa y bañarme allá. Fue muy graciosa toda esta situación".

"En realidad estaba durmiendo, no me enteré mucho de lo que pasó hasta que me desperté y me saltó una cadena de mensajes que decían que no había luz. No se me apagó nada, ni sufrí nada catastrófico. Pero luego de que me levanté sí pasó que hubo como dos o tres cortes más. Mis amigas me iban haciendo el recuento por celular de las veces que se apagaba o se prendía la luz. Fue tremendo y como que te volvías loca con tantos mensajes. Pero bueno, por suerte todo bien, no pasó nada", aseguró la comediante y exconductora de televisión, Manuela Da Silveira.

"Estaba ordenando el ropero mientras escuchaba radio on-line en mi teléfono. Lo tenía conectado, y bueno, me di cuenta que había apagón porque me quedé sin periodismo matinal. No entendía nada. Quedó todo en silencio y me pregunté enseguida ¿Qué habrá sido?. Aparte yo no estoy en Montevideo, vivo en Canelones y ahí empiezan a suceder otro tipo de cosas. Cuando volvió la luz vi la chorrera de whatsapp que decían que medio Uruguay estaba sin luz, todas las cadenas de mails avisándose de los apagones en diferentes barrios, la peluquería me canceló, detonó todo".

"Me enteré del apagón porque estaba en la calle y vi que en determinado momento los semáforos no funcionaban. Después llamé a mi familia y todos me dijeron que estaban con apagón. Tomé conciencia de la magnitud del problema que se generó recién cuando fui a una actividad que quedaba en la Torre Ejecutiva; se tuvo que realizar sin micrófono porque no había energía. Al rato fui a hacer una nota a la Federación Uruguaya de Básquetbol, donde también se demoró todo a consecuencia del apagón generalizado", dijo Martín Kesman.

UNA MAÑANA EN PENUMBRASDIEGO PÍRIZ