BOGOTA - El asesinato a balazos del ex futbolista colombiano Albeiro "Palomo" Usuriaga, ocurrido la noche de ayer en la ciudad de Cali (suroeste), fue cometido según testigos por un menor, de unos 14 años, señaló hoy la Policía, que indicó que manejaba varias hipótesis sobre el crimen.
"La información que tenemos es que el crimen lo cometió un menor de edad. Según los testigos del hecho fue un niño de unos 14 años que estaba acompañado por un adulto, que conducía una motocicleta y en la que luego huyeron", declaró a la prensa el comandante de la Policía de Cali, coronel Mario Gutiérrez.
El jefe policial indicó que Usuriaga, de 37 años, perdió la vida de forma inmediata tras recibir siete balazos, los que comprometieron órganos vitales.
"Fue una muerta inmediata, infortunadamente falleció porque las heridas eran numerosas y comprometían órganos vitales. El reporte de la Fiscalía seccional es que Usuriaga recibió siete balazos, varios de ellos en la cabeza", aseguró.
Gutiérrez señaló que su oficina investigaba varias hipótesis sobre el asesinato, una de ellas relacionada con un crimen ocurrido el domingo en el mismo lugar donde fue baleado Usuriaga y del que éste fue testigo.
"Tenemos entendido que Usuriaga conocía algunas incidencias de un crimen cometido el fin de semana en el mismo lugar donde el futbolista fue asesinado, por lo que creemos en primera instancia que esa pudo ser la causa por la que lo mataron", anotó.
"Sin embargo la gente hace circular cualquier cantidad de rumores, pero lo primero que conocimos en el lugar fue que El Palomo sabía de un crimen y que esa pudo ser la motivación para que los delincuentes atentaran contra su vida", agregó.
La Policía de Cali, con apoyo de investigadores de la Fiscalía, realizaban varias diligencias de allanamientos en diversos suburbios de la ciudad para capturar a los autores del crimen.
Usuriaga fue pieza clave para que Atlético Nacional ganara la Copa Libertadores de América de 1989 y la selección colombiana clasificara al Mundial de Italia-1990, en el cual no participó por decisión del técnico de ese entonces Francisco Maturana.
En Cali, la tercera ciudad en importancia de Colombia, con más de 2 millones de habitantes, operan milicias -comandos urbanos- de las guerrillas de las FARC y del ELN, así como escuadrones de paramilitares de extrema derecha, que combaten a la insurgencia por el control de varios suburbios de la ciudad, y pistoleros a sueldo al servicio de varias bandas de narcotraficantes.
AFP