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Biología determina el instinto materno

| Existen evidencias científicas del instinto maternal. Los responsables son la oxitocina y el gen Peg3.

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ANA MARIA ABEL

Los científicos poseen evidencias de que el instinto y amor maternos se sustentan en la biología, la química y la genética. En la especie humana hay casos extremos en los que pareciera que el lazo natural entre madre e hijo no existiera. Por el contrario, en el reino animal una hembra al parir experimenta una fuerza extraordinaria que le impulsa a cuidar, alimentar y dar afecto a su cría. Si la separan de su bebé inmediatamente después del alumbramiento y no se lo devuelven hasta pasadas unas horas, nunca llega a tener sentimientos maternales hacia su cría. Está determinada por su biología: no es libre.

¿Qué ocurre en la especie humana? Durante los nueve meses de gestación, algunas neuronas maternas producen la hormona oxitocina y la acumulan suficientemente para afrontar con éxito el nacimiento. En ese momento la oxitocina se libera masivamente en el torrente sanguíneo contrayendo el útero para ayudar a expulsar el feto. Además, esa hormona ejerce un fuerte impacto sobre zonas del cerebro que ponen en marcha el motor del instinto materno.

Científica y estadísticamente está demostrado que mujeres que han pensado dar en adopción a su hijo al nacer, cambian su decisión al contacto íntimo con el bebé: el rechazo que albergaban hacia su hijo se cambia por mucho amor al verlo y estrecharlo en su pecho.

En abril de 2005, la británica Abigail Whitchalls, embarazada, paseaba con su hijo Joseph, de 2 años, cuando un joven puso un cuchillo en la garganta del pequeño. Abigail se abalanzó sobre el atacante que la hirió de gravedad en la columna vertebral dejándola paralítica. El caso conmocionó a Gran Bretaña por el arrojo de la joven, que en esa situación, dio a luz a su segundo hijo. Por excepcional que pueda parecer su reacción, hay sólidos datos biológicos para afirmar que cualquier madre habría hecho lo mismo. Los científicos señalan que la principal responsable de este coraje maternal es la oxitocina.

Hace poco el biólogo canadiense Louis Lefevbre, publicó en la revista Nature Genetics sus últimos descubrimientos: en el cromosoma 19 halló el gen Peg3 que sustenta al instinto materno. Su investigación ha demostrado que no es algo adquirido culturalmente aunque es educable como todo instinto en el ser humano.

Periódicamente se dan tristes casos de abandono de bebés. ¿Es que no funcionó ni la biología ni la genética? Sí, sólo que los seres humanos, además de cuerpo y afectos somos integradamente racionales: capaces de entender y elegir el objeto de nuestras acciones. Una madre no está determinada por lo instintivo como en los animales. Es libre. La razón bien orientada refuerza el instinto materno en dolorosas situaciones, o lo sofoca si la ignorancia condiciona lo instintivo.

La pelea por el control remoto.

El dominio del control remoto del televisor es el detonante de una de cada cuatro peleas familiares en los hogares. Un estudio de la consultora TNS NIPO detectó que el 49 por ciento de las mujeres son más posesivas del aparatito contra el 19 por ciento de los varones. La solución ¿no sería el diálogo?

Los logros de una madre constante.

Tom Cruise tuvo enormes problemas en la escuela, además de una severa dislexia. Cuenta que su madre repetía, a pesar de que los hechos no parecían darle la razón: Tienes tantas capacidades, no te des por vencido. El actor reconoce: Su constancia me salvó.

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