Brasil eliminó a Alemania y jugará una nueva final

Nüremberg - Brasil eliminó hoy al anfitrión Alemania, al vencerlo por 3-2 en Nüremberg en una de las semifinales de la séptima edición de la Copa de las Confederaciones, cuyo título dirimirá el miércoles con el ganador del choque que animarán mañana Argentina y México.

Con dos goles de Adriano, que lleva convertidos tres en el torneo, a los 20´ y 75´, y uno de Ronaldinho, de penal, a los 44´, la verde-amarilla dio cuenta de la selección alemana, que igualó en dos ocasiones, a través de Lukas Podolski a los 22´ y de Michael Ballack, que también llegó a tres en el torneo al marcar de penal en la agonía del primer tiempo.

El triunfo brasileño, en un partido con mucha dinámica y emociones en la primera mitad, le aseguró a América el título del torneo, que cruzará ahora el Océano Atlántico después de haber sido conquistado en las últimas dos ediciones por Francia.

Brasil alzó el trofeo en 1997, en la tercera edición de las Confederaciones que se jugó ese año por última vez en Arabia Saudita, donde Argentina ganó el primer título en 1992. México también fue campeón del certamen, como local, en 1999.

Los de Carlos Alberto Parreira parecieron responderle hoy a Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador del Mundial de Alemania 2006, quien había criticado a Brasil porque parecía tomarse la Copa de las Confederaciones como un entrenamiento.

Hoy Brasil mostró una imagen muy distinta a la que dejó en la primera ronda de este torneo, cuando superó 3-0 a Grecia, perdió 0-1 con México y se clasificó como segundo del Grupo B detrás de la selección azteca tras empatar 2-2 con Japón, al que desplazó de las semifinales sólo por diferencia de gol.

La verde-amarilla contó nuevamente hoy con un inspirado Adriano, artillero del Inter de Milán y quien con un soberbio remate de tiro libre, que se desvió en la barrera, quebró el cero y marcó el gol número 250 en la Confederaciones.

La alegría brasileña duró apenas dos minutos, los que tardó Podolski, que estaba en duda antes del partido por una molestia, en conectar de cabeza en el área rival un tiro de esquina desde la derecha completamente libre de marcas.

El partido renovó emociones antes del final del primer tiempo, cuando el árbitro chileno Carlos Chandía señaló sendas faltas en cada área, primero en favor de Brasil, que trocó por gol Ronaldinho, y luego en favor de Alemania, que cambió por empate Ballack, al que Emerson le había cometido la falta.

El penal convertido por Ronaldinho llegó tras una falta contra Adriano, la figura del partido y de un Brasil en el que Parreira dijo más de una vez que los delanteros titulares son Robinho, astro del Santos, y Ronaldo, de Real Madrid y ausente con permiso.

Adriano demostró ser indiscutible en una delantera en la que se las arregló para disputarle el balón a toda la defensa local, que sufrió y mucho para intentar frenar al potente artillero brasileño, a la postre nuevamente decisivo.

Robinho, en cambio, jugó hoy más retrasado y fue encargado, junto con Kaká, del armado de las jugadas de ataque, sobre todo en una segunda mitad en la que la primera media hora de juego mostró a una Alemania más incisiva en busca del triunfo.

El crecimiento del local tuvo que ver no sólo con su ímpetu sino también con el cansancio de los jugadores brasileños, en los que se notó el desgaste de una temporada agotadora y entre los cuales comenzó a crecer poco a poco la figura de Lucio.

El zaguero de Bayern Munich resultó clave en el fondo de la verde-amarilla cuando Alemania comenzó a llegar cada vez con más insistencia sobre el arco de Dida, hasta que a los 75 volvió a aparecer Adriano y sentenció la suerte del duelo.

Alemania sintió el golpe y no pudo torcer su destino, con lo cual deberá esperar por una nueva revancha ante el seleccionado que le había arrebatado el título en la final del Mundial de Corea-Japón 2002, aquella vez por 2-0 y con dos goles de Ronaldo, que hoy -con Adriano en la cancha- no se extrañó.

Brasil espera ahora por el duelo entre Argentina y México en Hannover, que definirá mañana con el arbitraje del italiano Roberto Rosetti al segundo finalista en un torneo que le aseguró ya el título al continente americano y que se dirimirá el miércoles. Alemania jugará ese mismo día en Leipzig con el perdedor de ese partido por el tercer puesto.

ANSA

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