Campana nazi en iglesia de Merín

| Graf Spee. Una campana con el nombre del acorazado fue encontrada casualmente en capilla de Cerro Largo. Presumen que se trata de una edición conmemorativa del hundimiento del barco

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2008-05-21 00:00:00 200x198
El País

J. LYONNET Y D. FRIEDMANN

Para la misa del Día de las Madres, el domingo 18, en el balneario Lago Merín se plantearon algo especial. Hacía dos años que la campana de la capilla Stella Maris estaba trancada y no la podían hacer sonar.

"Una persona preguntó si yo me animaba a conseguir una escalera doble y subir", cuenta Juan Antonio Mota. Lo que encontró fue que la campana tenía una inscripción nada eclesiástica: PS Graf Spee 1939.

"Al muchacho que estaba conmigo, Alejandro, le digo: mira lo que está escrito acá, ¿conoces la historia del barco alemán que se batió con fragatas inglesas y que le dieron 72 horas para abandonar el puerto de Montevideo y el capitán lo hizo estallar? Es este barco", relata Mota pausadamente, para que se entienda su portugués con tonito uruguayo, que no llega a portuñol.

Alejandro Márquez también pudo ver esas inscripciones y "un águila , como en un sello redondo, aferrada como a dos plantas, que es un símbolo del Tercer Reich", contó a El País.

Márquez, de 32 años, es integrante del consejo directivo del Espacio Cultural Villa de Artigas y Museo de los medios de Transporte de Río Branco.

Enseguida se dieron cuenta de que si se trataba de una auténtica pieza del famoso acorazado que se inmoló frente a la ciudad de Montevideo, la campana tenía valor histórico, cultural y monetario.

Mota, un abogado y periodista brasileño de 52 años, residente en Lago Merín, le preguntó al padre Jorge Osorio -párroco de Río Branco, a cargo de la capilla Stella Maris- si lo autorizaba a sacar la campaña "para que la iglesia la custodiara". Según Mota, el padre Osorio estaba "sorprendido" por las inscripciones que tenía la campana.

"Imagínese la repercusión, un símbolo nazi en una iglesia", comenta Márquez. "Y nos preguntábamos cómo habrá llegado ahí", añadió Mota.

El sacerdote Jorge Osorio señaló que aún no había visto la pieza. "Me dicen que hay muchas réplicas de esa campana", comentó ayer a El País. "Hasta que no la veamos no sabemos si es una campana original", agregó. Osorio dijo desconocer de qué forma la campana pudo haber llegado a coronar el campanario de la capilla Stella Maris, una construcción que tiene reminiscencias del estilo de Eladio Dieste por el ladrillo visto y las curvas.

La capilla fue construida hace 15 años y él hace cinco que está en la zona. Su predecesor, el padre Vicente Ramos, falleció, acotó Osorio.

Sobre el destino de la campana, Osorio señaló que es un tema que "orientará" el obispo de Melo, monseñor Luis del Castillo. "Es un tema que veremos en el correr de esta semana o la que viene", indicó.

Los que tomaron cartas en el asunto fueron la dirección del Espacio Cultural Villa de Artigas y Museo del Transporte de Río Branco. Su coordinador, Luis Miller, dijo a El País que le enviaron una nota al padre Osorio, para que se la eleve a Del Castillo.

Allí solicitan que la campana quede en custodia del museo y que les permitan realizar una investigación histórica de cómo llegó hasta allí. "Por ahora no tenemos más elementos. La noticia nos sorprendió", afirmó.

Un funcionario estatal uruguayo que estuvo el domingo en Lago Merín y que prefirió no identificarse, buscó en Internet datos de campanas del Graf Spee. Por sus dimensiones -mide unos 25 centímetros de alto- el objeto que adornaba la capilla no podía ser la campana del puente del barco. Se inclinaba más por la posibilidad de que fuera una campana de emergencia, de las que se ubicaban en los pasillos.

"Parece que esa campana, que dice 1939, fue una especie de edición conmemorativa que hizo una fundición en Alemania en el año 1950, no es original del barco". Esto es lo que concluye Mackenzie Gregory, un historiador naval australiano que respondió dos consultas en Internet en 15 días sobre campanas exactamente iguales a la hallada en Lago Merín, pero en Inglaterra y Estados Unidos.

Tal vez la respuesta la tenga Francisco Furtado (ver nota aparte): el Padre Pancho.

La cifra

25 Es la altura aproximada en centímetros de la campana, lo que hace pensar en una réplica, algo que la fecha también avalaría

Vínculos de la Iglesia y el Tercer Reich en Uruguay

A pesar del general repudio, hubo ayudas puntuales a nazis A. López Reilly

Varias veces en la historia se acusó a la Iglesia de haber estado vinculada al nazismo y de haber observado con una actitud pasiva y ambigua a este modelo del terror del siglo XX. En algunos casos, los acusadores no fueron más que detractores de la Iglesia como institución. Pero en otros aportaron pruebas al menos atendibles, como la fotografía que muestra a dos sacerdotes haciendo la venia nazi en el funeral de los marinos muertos del Graf Spee junto al capitán de la nave, Hans Langsdorff, en 1939.

Hace algunos años la presentación del libro "La Iglesia Católica y el holocausto", del escritor norteamericano Daniel Jonah Goldhagen, denunció de forma descarnada la presunta y silenciosa complicidad del Vaticano con Adolf Hitler y sus cuadros militares, citando múltiples testimonios y exhibiendo documentos de la época.

Goldhagen acusa a la Iglesia Católica de tener una actitud complaciente con el Tercer Reich y hasta de participar directamente en el genocidio judío, reproduciendo cartas de iglesias que, con un tenor antisemita, justificaban implícitamente la "solución final" impulsada por Hitler. Como en todo examen de conciencia y revisionismo histórico, el libro de Goldhagen fue ampliamente cuestionado.

Sin embargo, aun cuando el antijudaísmo tradicional y el antisemitismo fueron importantes en el Uruguay de fines del siglo XIX y comienzos del XX, los mismos no lograron arraigarse en el país ni obtuvieron un apoyo social masivo. En una conferencia sobre Iglesia Católica y holocausto, en la universidad ORT en agosto de 2007, la docente del Instituto de Judaísmo Contemporáneo de la Universidad de Jerusalem Graciela Ben Dror, aseguró que en la década de 1930 la identidad uruguaya cosechó los frutos de su tradición democrática y laica, generando un consenso "antinazi" que siguió vigente en un período políticamente tormentoso.

"El repudio a la Alemania nazi y el clima de involucramiento y lucha contra las fuerzas pro nazis en el país fueron fundamentales en la creación de una atmósfera democrática y pluralista, en la que el judío no era percibido como enemigo de la nación, tampoco por los católicos", señaló Ben Dror.

Pero como en toda corporación, los desvíos de la clerecía sembraron de suspicacias la relación entre la Iglesia y el nacionalsocialismo alemán.

El periodista Santiago Tricánico señala en su libro "El Pecado del Silencio" (Montevideo, 2003) que un cura redentorista uruguayo facilitó el escape del "ángel de la muerte" Joseph Mengele de Uruguay hacia Brasil. Mengele se casó con la viuda de su hermano Kart, en Nueva Helvecia, departamento de Colonia, el 25 de julio de 1958, curiosamente, utilizando su verdadero nombre.

El libro de Tricánico reproduce en su tapa la foto (derecha) de los sacerdotes haciendo el saludo nazi en el funeral de los marinos del Graf Spee, imagen que le fue proporcionada al periodista por el capitán de navío retirado Óscar Lebel.

¿Fue una donación para un remate?

Esa campana u otra similar fue noticia en los `80 cerro largo hilton mestreHace más de 20 años el sacerdote Francisco Furtado, conocido como el "padre Pancho" dio a conocer que tenía una campana que podría pertenecer al Graf Spee.

Furtado, que por ese entonces prestaba funciones en el Liceo Salesiano de Melo, quedó impactado al ver la inscripción que lucía la pequeña pieza de bronce. La historia se publicó en el diario "Mundocolor".

Al día siguiente, diversos testimonios llegados a aquella redacción dieron cuenta que por las reducidas dimensiones de la campana no podía ser original de la nave de guerra.

Era, según explicaron lectores, una réplica que años después circuló como recuerdo de aquel barco.

Para ser original, según los especialistas, debería llevar las fechas 1934 (año de su botadura) o 1936 (fecha de su entrada en servicio) pero en ningún caso 1939: el barco fue hundido el 17 de diciembre de 1939.

El padre Furtado comentó que la campana habría llegado a sus manos luego de una campaña de recolección de artículos para rematar a beneficio de las obras sociales que él realizaba.

En la zona de Lago Merín se recordaba ayer a un alemán que llegó en el año 1940 a instalarse.

Decía de sí que era un desertor del ejército. En planea segunda guerra mundial construyó lo que los lugareños describen como "un pequeño castillo".

"Ayer (por el lunes) llamaron unos alemanes pero cortaron", contó uno de los hombres que bajó la campana el domingo.

Por ahora, el misterioso objeto nazi -original o souvenir conmemorativo- espera que el obsipado decida qué hacer con él en una humilde casa del balneario Lago Merín.

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