VIVIANA RUGGIERO
El cáncer no es una cuestión del azar. La alimentación es un factor determinante. De hecho, el consumo excesivo de grasas saturadas provoca la aparición de, al menos, seis tipos de cáncer: colon, recto, mama, endometrio, próstata y pulmón.
Una visión tradicional del asunto suele asociar la aparición de la enfermedad a un hecho casi inevitable y fortuito, cuando en realidad es "evitable" mediante una buena alimentación, actividad física (al menos treinta minutos diarios) y ausencia de tabaco, según explicó a El País el doctor Ricardo Uauy, presidente de la Unión Internacional de Sociedades de Nutrición y coordinador del informe "Alimentos, nutrición, actividad física y la prevención del cáncer: una perspectiva mundial".
En este estudio trabajaron nueve equipos independientes de científicos de todo el mundo en coordinación con un grupo de expertos del Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer (WCRF) y el Instituto Americano de Investigación del Cáncer de Estados Unidos.
Uauy comentó que si se examina a quienes contraen cáncer, un gran porcentaje es fumador u obeso y sedentario. Por lo cual, recomienda limitar la ingesta de grasas saturadas y trans, azúcar y sal; ingredientes que se encuentran frecuentemente en tentempiés, alimentos preparados y bebidas.
Una de las claves para no engordar y evitar la obesidad -que después del tabaco es la segunda causa de cáncer- es lograr un balance entre la energía que entra y gasta el organismo. "La grasa que hace mal es la que ponemos en el abdomen, ese exceso de grasa es la que hace que la cantidad de insulina que produce el páncreas sea insuficiente y eventualmente el páncreas mismo empieza a comprometer su capacidad de producir insulina", explicó el especialista.
Las grasas deberían representar entre el 15% y el 30% de la ingesta energética diaria total, y las saturadas deberían constituir menos del 10% de ese total.
Por otra parte detrás de las muertes que se decretan por problemas del corazón o infarto cerebral están factores determinantes como la hipertensión, el colesterol elevado, el índice de masa corporal elevado y el poco consumo de frutas y verduras.
Según Uauy, los carbohidratos deberían satisfacer la mayor parte de las necesidades energéticas y representar entre el 55% y el 75% de la ingesta diaria, mientras que los azúcares refinados simples deberían constituir menos del 10%. Las proteínas deberían aportar entre el 10% y el 15% de las calorías, y la sal debería limitarse a menos de 5 gramos por día. La ingesta de frutas y hortalizas debería incrementarse hasta alcanzar por lo menos 600 gramos por día.
Uauy destacó la importancia de dar a conocer alimentos que benefician y reducen la posibilidad de contraer cáncer y puso algunos ejemplos: el ajo reduce el cáncer de colon, al igual que el puerro, el cebollín y la cebolla. Como contrapartida expli-có que las carnes procesadas aumentan el riesgo de este tipo de cáncer, al igual que la sal.
"Nuestro organismo vive con tres o con dos gramos de sal pero más o menos consumimos diez gramos por lo cual hay que bajarlo rápidamente. Para no ser tan radical se puso como meta bajar a cinco. Pero no podemos hacer que la gente consuma menos sal si no está en la etiqueta de los productos y la gente no puede elegir. El 80% de la sal viene en los alimentos procesados", agregó.
Por tal motivo el doctor entiende imprescindible cambios de hábitos en la dieta alimenticia. Pero el especialista entiende que tales acciones se logran con un trabajo "más de fondo", en la base de un cambio de mentalidad.
FÁcIL VS. SANO. Cuando vamos a un supermercado lo primero que vemos es comida chatarra. Las frutas y verduras siempre están al fondo. El especialista criticó que en Uruguay se comen 200 gramos de frutas y verduras al día, cuando se recomienda el doble, pero reconoce que es lógico que la población elija comer una hamburguesa con papas fritas si es más barato. "Tenemos que hacer que la opción saludable sea la más fácil. De eso se trata este esfuerzo", aseguró Uauy.
El tema tiene como trasfondo que hay un cambio en las causas de muertes a nivel mundial y en las discapacidades que generan enfermedades como el cáncer.
Hoy en día una de las preocupaciones de la gente es además de la muerte las limitaciones que físicamente y mentalmente genera una enfermedad.
RECOMENDACIONES PARA UNA VIDA SANA
PESO "MAGRO" Es importante mantenerse tan magro como sea posible, dentro de los rangos normales de peso, con un Índice de Masa Corporal (IMC) idealmente entre 21 y 23.
DEPORTE Hacer ejercicio es fundamental para una vida sana, por eso se recomienda realizar actividad física por al menos 30 minutos por día, aumentando a 60 minutos diarios cuando el estado físico lo permita.
LÍQUIDOS Evitar las bebidas azucaradas y los alimentos con alta densidad energética (especialmente alimentos procesados altos en azúcar agregada o bajos en fibra o altos en grasa). De acuerdo a las recomendaciones, es ideal consumir alimentos que no superen las 125 calorías por 100 gramos y bebidas que no excedan las 100 calorías por 100 ml.
VERDURAS Comer más de una variedad de vegetales, frutas, granos y legumbres, como porotos. Consumir al menos 8 porciones de verduras (sin almidón, como el contenido en las papas) y frutas todos los días. Es decir 600 gramos diarios.
CARNES ROJAS Limitar la ingesta de carnes rojas (como vacuno, cerdo y cordero) Es recomendable consumir 300 gramos semanales como máximo y evitar las carnes procesadas. El pescado puede consumirse sin problemas.
ALCOHOL Si se consumen bebidas alcohólicas, limitarse a una medida diaria para las mujeres y dos para los hombres.
SAL Limitar el consumo de alimentos salados y procesados con sal (sodio). El 80% de la sal viene en los alimentos que estén procesados.
SUPLEMENTOS No usar suplementos para protegerse contra el cáncer.
RECOMENDACIONES ESPECIALES
En el caso de las madres, se recomienda amamantar durante por lo menos seis meses, para disminuir el riesgo de cáncer de mama, y luego incorporar otros líquidos y alimentos.
Luego del tratamiento, los sobrevivientes de cáncer debieran seguir estas recomendaciones para la prevención de la enfermedad.
CLAVES
Estudio.
Trabajaron nueve equipos de científicos independientes de todo el mundo.
Enfermos
Un gran porcentaje de quienes contraen cáncer son fumadores u obesos y sedentarios.
Grasas.
Deberían representar entre el 15% y el 30% de la ingesta energética diaria total, y las saturadas deberían constituir menos del 10% de ese total.
Proteínas, sal, frutas y hortalizas
Las proteínas deberían aportar entre el 10% y el 15% de las calorías, y la sal debería limitarse a menos de 5 g. por día. La ingesta de frutas y hortalizas debería alcanzar por lo menos 600 gramos por día.
Esfuerzo.
"Tenemos que hacer que la opción saludable sea la más fácil".