La confirmación de que el maestro Julio Castro fue ejecutado de un disparo en la cabeza, siendo que siempre se estimó que había fallecido a causa de la tortura, abre la interrogante sobre si esa práctica no ocurrió también en otros casos.
La causa "más probable" de muerte de Castro, quien desapareció el 1° de agosto de 1977, "es el disparo de arma de fuego a nivel craneal", según las pericias primarias con las que cuenta la Justicia.
La investigación judicial que indaga lo sucedido con Castro, a cargo del juez Juan Carlos Fernández Lecchini y la fiscal Mirtha Guianze, tenía como hipótesis principal el hecho de que el maestro falleció a causa de las torturas que recibió mientras estuvo detenido.
Los restos, que ahora se confirmó pertenecen a Castro, fueron encontrados el pasado 21 de octubre en un predio lindero al Batallón 14 de Toledo.
En el expediente no había indicio alguno que indicara que fue ejecutado, tal como surge de la confirmación que brindó el jueves el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, junto al jefe del equipo de antropólogos, José López Mazz, dijo Guianze a El País.
El de Castro es el tercer desaparecido que logra ser ubicado. Antes, en el gobierno de Tabaré Vázquez, fueron hallados los cuerpos de Fernando Miranda y Ubagesner Chaves Sosa, también sepultados en unidades militares.
Sin embargo, en ninguno de esos casos se encontraron evidencias de una agresión tan directa y letal como un disparo en la cabeza, como se determinó que aconteció con Castro.
Lo ocurrido con el maestro, que también fue periodista, abre necesariamente la incógnita sobre si las ejecuciones de presos políticos no fueron una práctica más habitual que lo que se estimaba hasta ahora.
Al respecto, el coronel retirado Jorge Silveira, quien está en prisión acusado en varias causas por violaciones a los derechos humanos en la dictadura, dijo ayer que el Ejército "no ajusticiaba a la gente". En cuanto al caso de Castro, Silveira sostuvo en declaraciones a FM Gente de Maldonado: "El Ejército como tal, el Ejército como institución, ni la Marina, ni la Fuerza Aérea ajusticiaron a Castro. Si fue, fue algún militar de otra dependencia, no dependía ni del Ejército, ni de la Marina, ni de la Fuerza Aérea".
"Nosotros no secuestrábamos niños, ni matábamos mujeres embarazadas, ni matábamos mujeres que recién habían dado a luz, no ajusticiábamos a nadie", señaló el militar.
PRESCRIBIÓ. La defensa de los siete exmilitares que están siendo indagados por el caso de Castro, pidieron al juez Fernández Lecchini el archivo del expediente por cuanto entienden que el hecho, ocurrido en 1977, prescribió por lo que nadie puede ser juzgado.
La abogada Rossana Gavazzo, del Centro Militar, institución que presta asistencia jurídica a los militares retirados que son citados por la Justicia, dijo a El País que el pedido para archivar el caso Castro alegando la prescripción se presentó en noviembre.
El juez todavía no resolvió sobre el pedido de las defensa de los militares, pero la semana próxima prevé remitir el expediente a la fiscal Guianze para que resuelva si pide o no procesamientos. La fiscal determinará si el caso de Castro encuadra en la figura de homicidio especialmente agravado o fue un homicidio político.
Zanahoria sí existió
El presidente José Mujica dijo ayer en Venezuela que el hallazgo de los restos de Castro próximo al Batallón 14 demuestra que "allí hubo un cementerio". Agregó que no tiene "ninguna duda" de que existió la Operación Zanahoria, mediante la que se exhumaron en 1984 resto sepultados.