Cepal: por cada adulto hay tres niños en la pobreza en Uruguay

Informe. Situación del país es de las más preocupantes de América Latina

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Las políticas sociales para combatir la pobreza ha sido uno de los caballitos de batalla del gobierno del Frente Amplio. Sin embargo, Uruguay es uno de los países de América Latina donde la magnitud de la pobreza infantil es más acuciante.

Un informe de la Cepal divulgado ayer, señala que por cada adulto pobre hay tres niños que viven en condiciones de extrema precariedad.

"La pobreza golpea más fuerte en América Latina a los niños y mujeres que al resto de la población: es 1,7 veces más alta en menores de 15 años que en adultos y 1,15 veces mayor en mujeres que en hombres", destaca el informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), titulado "Panorama Social de América Latina 2009".

"En todos los países de la región, a excepción de El Salvador, se ha agravado la brecha de pobreza entre niños y adultos en los últimos seis años, especialmente en Argentina, Brasil, Panamá, Uruguay y Venezuela, aunque con grandes variaciones", dice el reporte presentado por la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.

En ese contexto, Uruguay fue presentado como uno de los países donde el fenómeno de la pobreza entre los menores de 15 años está arraigado con mayor gravedad.

"En Uruguay, por ejemplo, la pobreza es 3,1 veces mayor en niños que en adultos, mientras que en Chile es 1,8 veces más alta y en Nicaragua 1,3 veces", dice el texto. En el año 2002 la relación era de 2,5 (Ver gráfico).

Christian Mirza, director nacional de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), dijo a El País que "en el Uruguay no se incrementó la pobreza sino que siguió la tendencia a la baja de la tasa de pobreza y de extrema pobreza (...) particularmente en los primeros tramos de edad".

El funcionario recordó que ya en agosto se informó sobre una "evolución positiva" de la pobreza entre los menores de seis años, que pasó de un 55% a un 39%. Mirza sostuvo que incluso en el rango etario que va de 6 a 12 años "el puntaje está en el 38%, o sea muy próximo al tramo de cero a cinco años. Eso quiere decir que nosotros estamos impactando en la reducción de la pobreza infantil", subrayó.

Para Mirza, "seguramente lo que registra el Panorama 2009 es una evolución que nosotros ya veníamos registrando desde hace mucho tiempo atrás, que es un descenso mucho más notorio de la población adulta y particularmente en adultos mayores, donde el porcentaje de pobreza en los mayores de 65 años no llega ni al 10%".

"Si nosotros consideramos que vía asistencia a la vejez cubrimos una buena parte de los adultos mayores que están en situación de extrema pobreza, aún más se puede entender esta diferencia. Lo que pasa es que en términos absolutos, la cantidad de niños en situación de pobreza era significativamente mayor que la de adultos mayores", explicó.

En términos generales, el informe de Cepal plantea que "Uruguay está bastante bien posicionado en la región y en el continente", sostuvo Mirza.

Las mujeres son otro de los segmentos sociales más vulnerable y expuesto a condiciones precarias de subsistencia.

En este caso, Uruguay tampoco es la excepción.

"La exposición a la pobreza de las mujeres es más alta que la de los hombres en todos los países de la región y es notoriamente mayor en Panamá (1,37 veces), Costa Rica (1,30 veces), República Dominicana (1,25 veces), Chile (1,24 veces) y Uruguay (1,21 veces). En 13 de 18 países esta pauta se ha agravado entre 2002 y 2008", dice el documento de Cepal.

Incluso, varios países han sufrido un "agravamiento" de esta diferencia, destacándose entre ellos Chile y Uruguay. "Debe tenerse presente que estas brechas no reflejan toda la magnitud del problema, puesto que el método utilizado para medir la pobreza no toma en cuenta la asignación de recursos en el hogar, que es precisamente uno de los ámbitos donde se presentan las mayores disparidades de género".

En el caso de Uruguay, la tasa de mujeres pobres respecto a los hombres (en el rango de edad de 20 a 59 años) pasó de un 1,05 veces en 2002 a 1,21 en el año 2008.

Consultado sobre este punto, Mirza dijo que la reducción de la pobreza en Uruguay ha tenido "un impacto muy importante en los hogares monoparentales con jefatura femenina y por lo tanto también en la población femenina (en general). Claro que los puntos de partida que tenía Uruguay eran realmente muy altos".

El director del Mides argumentó que una de las dificultades que afrontan las mujeres para lograr mejores condiciones de vida, es su desventaja para insertarse en el mercado laboral respecto a los hombres.

Precisamente, la Cepal sostiene que "el trabajo no remunerado y el cuidado de terceros impiden la inserción laboral de las mujeres, lo que redunda en la pobreza de sus hijos".

De acuerdo al informe la participación laboral de las mujeres aún es "extremadamente estratificada", es decir que las mujeres pobres tienen mayores dificultades que las de estratos altos. "Además de los países pobres, hay naciones de mayor desarrollo relativo, como Costa Rica, México, Chile y Panamá, que tienen bajas y estratificadas tasas de participación laboral femenina", agrega el reporte.

Uno de los principales obstáculos para la inserción laboral de las mujeres es la carga de trabajo no remunerado en el hogar.

Las mujeres destinan un promedio diario de entre casi cinco horas en Uruguay a un poco más de siete en Guatemala en trabajo no remunerado. En el caso de los hombres, con la excepción de Guatemala, nunca se superan las dos horas promediales.

"La carga de trabajo no remunerado aumenta en proporción a la necesidad de cuidado de hijos pequeños o adultos mayores dependientes y en directa relación con el nivel de ingresos en el hogar. Mientras mayor sea la carga de trabajo no remunerado, menores son las posibilidades de las mujeres pobres de acceder al mercado laboral", estima la Cepal.

El relevamiento advierte a su vez que "la población latinoamericana está envejeciendo y se estima que alrededor del año 2035, el porcentaje de población menor de 14 años y mayor de 60 será similar, revirtiendo la estructura demográfica de hace 40 años, cuando la población latinoamericana era mayormente joven. Para mediados de este siglo se duplicará el número de adultos mayores dependientes por razones de salud y que requerirán cuidados", concluye el estudio.

El nivel de pobreza infantil en Uruguay es "alarmante"

El director de Desarrollo Social de la Cepal, Martín Hopenhay, calificó el nivel de infantilización de la pobreza en Uruguay como "alarmante".

Hopenhayn hizo hincapié en la educación como mecanismo para romper el círculo de la pobreza. En ese sentido dijo que las políticas públicas en ese campo deben apuntar a que "las desigualdades de origen no se conviertan en desigualdades de trayectoria".

Como ejemplo de una realidad preocupante, dio cifras de escolaridad en América Latina. "Entre los jóvenes de 20 a 24 años del 20% más pobre de la población, uno de cada cinco tiene secundaria completa; entre los jóvenes de la misma edad del 20% más rico, cuatro de cada cinco tienen secundaria completa", observó el experto.

En el informe de Cepal divulgado ayer, se señala que "la brecha de pobreza por edad y género exige políticas de largo plazo para fomentar la inserción laboral de las mujeres, redistribuir la carga del trabajo no remunerado en los hogares y ampliar la extensión y cobertura escolar de los menores".

Por ello, ante la realidad que padecen los países de América Latina en términos de pobreza -se estima que 184 millones de personas viven en esa condición-, la Cepal ha formulado algunas propuestas para contrarrestar esta problemática.

Así, sugiere la ampliación de la matrícula y cobertura escolar de los niños menores de cinco años; la extensión de las jornadas escolares; la creación de servicios colectivos de cuidado del adulto mayor; una mayor inversión en salud preventiva; el castigo a la discriminación de las mujeres en el mercado laboral y la redistribución de la carga de trabajo no remunerado en el hogar.

El director de Políticas Sociales del Mides, Christian Mirza, entiende que en Uruguay debería darse una "continuidad" de las políticas sociales que se han instrumentado y llamó a profundizar y ampliar el Plan de Equidad promovido por el gobierno.

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