1/1:  20110609 800x495 ()

El bar Primata, en Pocitos, fue clausurado de forma definitiva por la Intendencia de Montevideo a causa de ruidos molestos generados en su entorno, además de su ubicación "poco adecuada" en el barrio, según una resolución firmada el miércoles.

Después de varias denuncias de vecinos y algunas intimaciones y clausuras momentáneas realizadas por la Intendencia desde el año pasado, finalmente resolvió clausurar de forma definitiva el local de Primata, ubicado en Pocitos (26 de Marzo entre Pagola y Barreiro) y que funcionaba como restaurante y bar.

La resolución tiene fecha del 8 de junio y expresa que en el local comercial se ha verificado todo tipo de perjuicios a los vecinos que fueron motivo de constantes denuncias.

"Fue clausurado en varias oportunidades y ahora salió una resolución que impide su funcionamiento. Hubo una cuestión de notificación previa que no se había realizado. Una vez que se toma la decisión de que hay que impedir el funcionamiento de algún comercio cualquiera sea él, se debe hacer una notificación previa. En aquella oportunidad no se había realizado por eso se levantó la suspensión", explicó a El País Eleonora Bianchi, la directora de Acondicionamiento Urbano de la IMM.

Los propietarios ya presentaron los descargos pero la resolución expresa claramente que se debe impedir el funcionamiento del local. Esta acción, según Bianchi, no se resolvió de forma arbitraria. "En la forma en como trabaja no tiene la autorización para funcionar. Y el lugar no es el adecuado para este tipo de movimiento. Ha generado múltiples molestias en los vecinos. Hay múltiples denuncias en varios lugares por este boliche; en la Junta Departamental, en el Defensor del Vecino, en el Municipio CH y en la Intendencia", enumeró Bianchi.

"De modo que tampoco fue que actuamos de manera no reflexiva. Tomamos todos los planteos de los vecinos, se hicieron los estudios del caso y se ve que no es compatible el funcionamiento en ese lugar de ese tipo de actividad", profundizó la directora de acondicionamiento urbano de la capital.

Bianchi explicó que se trata de una zona barrial y que funcionando como boliche el mismo no tiene cabida. "No era solo un restaurante, funcionaba también como boliche, con música hasta altas horas de la noche, con toda una movida externa e interna al local, que hace que genere múltiples molestias a los vecinos, que en realidad en horario nocturno quieren descansar razonablemente. Es una zona de barrio, de casa habitación", remarcó Bianchi.

Consultada sobre la posibilidad de volver a abrir bajo otro formato, la directora del área afirmó que escucharán la propuesta. "No es una zona adecuada para el funcionamiento de este tipo de boliches, pero la Intendencia siempre está dispuesta a conversar".

Los vecinos, en tanto, se mostraron conformes con la medida adoptada por la administración municipal.