DANIEL ISGLEAS

Las compras de armamento y los gastos de inteligencia militar son dos rubros del presupuesto de las Fuerzas Armadas sobre los cuales el Parlamento quiere tener control.

La discusión que lleva adelante el Senado sobre la nueva ley marco de la defensa nacional recibió un ingrediente adicional. Es una propuesta alternativa del Partido Nacional al proyecto que presentó el Poder Ejecutivo y que, además, contiene otras ideas sobre el tema. El material fue preparado por el senador Gustavo Penadés, que preside la comisión de Defensa Nacional del Senado.

En el documento, al que accedió El País, se pone el acento en la conveniencia de la intervención del Parlamento en dos aspectos. Uno es ejercer el control sobre las partidas de gastos reservados que en su mayoría las Fuerzas Armadas destinan a tareas de inteligencia. Y el otro es el conocimiento y aprobación a la adquisición de sistemas de armas.

En el caso de las partidas para gastos reservados la idea de Penadés es que, manteniendo los niveles de reserva y secreto, la comisión de Defensa reciba la información que permita conocer el destino dado a esas partidas.

Con respecto a la compra de armamento, Penadés entiende que la comisión de Defensa debe estar informada y expresar su conformidad cuando el Ministerio proceda a la adquisición de armamento.

CONSEJO DE DEFENSA. En el marco de la acentuación de la interrelación entre el sistema político y las Fuerzas Armadas, Penadés plantea que se conforme una asesoría técnica parlamentaria de defensa. Su función será la de informar a los legisladores sobre aspectos en los que no se tenga acceso por los canales correspondientes. La idea es que se integre con tres oficiales superiores, uno por cada fuerza. Esta iniciativa, que pasará a ser discutida en la comisión de Defensa junto con el proyecto del Poder Ejecutivo, propone modificaciones al texto original. Por ejemplo, en el caso del Consejo de Defensa Nacional (Codena) se agrega como miembros plenos al director de la nueva Oficina de Asuntos Estratégicos del Parlamento y a los presidentes del Senado y la Cámara de Representantes.

OMBUDSMAN. A la vez, la idea de Penadés refuerza un antiguo reclamo de los comandantes en jefe, hasta ahora reiteradamente rechazado por el Poder Ejecutivo: que los jefes de las Fuerzas Armadas y el jefe del Estado Mayor de la Defensa participen en las reuniones del Codena cuando se consideren asuntos militares.

Una iniciativa novedosa que plantea el senador herrerista es la creación del cargo de Ombudsman de Defensa o Comisionado de Defensa. Podrá ser un civil o militar con más de cinco años de retirado. Su responsabilidad será contribuir a observar los principios y prácticas democráticas dentro de las Fuerzas Armadas. Atenderá las quejas de todo el personal militar por casos de vulneración de los derechos constitucionales, legales y reglamentarios, en especial por discriminación por causas de género, religión, raza o de objeción de conciencia. Si bien hay que tener en cuenta el amplio alcance de la función del Ombudsman de Defensa, su actuación no supone la sustitución de los procedimientos de reclamación previstos por las leyes y reglamentos que comprenden a los integrantes militares y civiles pertenecientes al Ministerio de Defensa Nacional, ni la vulneración de la cadena de mandos, sostuvo Penadés en el documento.

En su iniciativa, el senador Gustavo Penadés propone también la creación de la Oficina de Asuntos Estratégicos en el ámbito del Poder Ejecutivo que tendrá por cometido coordinar la inteligencia militar, la inteligencia policial, la que realiza el Ministerio de Relaciones Exteriores y la inteligencia de naturaleza económica. Una de las posibles explicaciones para que se presente esta propuesta es la falta de interés del gobierno en la provisión del cargo de coordinador de los servicios de inteligencia del Estado, que fue creado por la ley de Presupuesto de 2005 y hasta el presente se encuentra vacante. El Poder Ejecutivo buscó en los primeros meses una persona adecuada pero luego se desinteresó y quedó vacante.