El paleontólogo Richard Fariña alerta que se va contra ley del patrimonio.
La reciente adquisición por parte de la Intendencia de Canelones de una colección de 1.500 restos fósiles, que estaba en propiedad de un particular de nombre Andrés Sánchez, despertó el cuestionamiento del paleontólogo Richard Fariña, que se desempeña como docente e investigador de la Facultad de Ciencias.
En lo medular, Fariña dijo a El País que hubo una desatención del espíritu impuesto por la ley de Patrimonio, pasando a transformar a los fósiles en objetos con valor de mercado.
La Intendencia decidió desembolsar US$ 50.000 para comprar las piezas que fueron halladas con el correr del tiempo en el entorno del Río Santa Lucía, cerca de San Ramón. En la evaluación de la colección, que abarca de 8.500 a 30.000 años de antigüedad, participaron expertos del departamento de Paleantología de la Facultad de Ciencias y del Museo Nacional de Historia Natural.
Según Fariña, aunque en materia de interpretaciones legales siempre hay dos bibliotecas, en el fondo de la ley de Patrimonio y en su reglamentación queda claro que los fósiles son propiedad del Estado.
Por eso, para él, "es un contrasentido absoluto que una intendencia compre algo que ya le pertenece; porque los privados pueden tener colecciones pero la propiedad de los fósiles es del Estado".
Para Fariña, de aceptarse las enajenaciones o transacciones comerciales se está auspiciando que cualquier persona salga a recolectar fósiles e intente venderlos "a cualquier alcalde, intendente, ministro o alguna otra autoridad; y también los privados se podrían sentir autorizados a comprar y vender fósiles, cuando el espíritu de la legislación está en contra".
Como paleontólogo, Fariña indica que se siente sorprendido por el apoyo académico dado a la negociación y por el hecho de que algunos colegas cotizaron los fósiles. "Si doy un informe para una compra estoy admitiendo que el valor que le doy al objeto se va a traducir en un precio", sostuvo.
Contrapunto.
Andrés Rinderknecht, paleontólogo del Museo de Historia Natural, explicó a El País que él y un colega de la Facultad de Ciencias, Martín Ubilla, hace años que están investigacindo y realizando publicaciones a nivel internacional sobre la colección de Andrés Sánchez, reunida a lo largo de dos décadas. "Lo que nos pidieron fue asesoramiento científico y lo que hicimos fue documentar la importancia de esa colección, para después decirle a la intendencia y a sus abogados que era muy importante. Pero nunca hablamos de dinero, porque ni comerciamos ni podemos tasar a los fósiles".
Se esté en una posición o en otra respecto a la compraventa, lo que parece estar claro es que el precio de US$ 50.000 está bastante por debajo de los valores internacionales.
De aquí en adelante, los especialistas consultados por la comuna canaria quedaron comprometidos a efectuar un catálogo científico de todas las piezas. "Para mí es una gran noticia que la colección pase de una órbita privada a una órbita pública", comentó Andrés Rinderknecht. En cuanto a la legalidad de eso, afirmó que "la ley de Patrimonio no impide comprar y vender fósiles; de hecho, hay un numeral que dice que el Estado tiene prioridad, siempre y cuando ofrezca lo mismo que un particular en un remate público. En realidad, en Uruguay hay como una especie de doble paradoja: se puede comprar y vender tanto fósiles como piezas arqueológicas aunque la legislación es estricta en otro sentido: para buscar cosas hay que pedir muchas autorizaciones pero para enajenarlas no. Es una ley bastante poco operativa, que debe ser cambiada. Lo ideal sería que a los particulares se les facilitara la búsqueda de los fósiles y que solo se pudieran vender al Estado".
Otro punto discutido de la ley, por la ambigüedad proyectada, es la prohibición de sacar del país piezas de valor científico "excepcional", adjetivación ésta que daría lugar a otro debate múltiple.
La Intendencia y la Universidad.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, Juan Cristina, destacó “el carácter excepcional” de la colección comprada por la Intendencia de Canelones a un particular. Dijo además que se trata de “un material invaluable”, que contiene muchas piezas que “serían deseables por museos del exterior”. El intendente de Canelones, Yamandú Orsi, declaró que el objetivo de aquí en más es conservar la colección como una unidad, lo cual exigirá infraestructura y un trabajo científico riguroso.
PATRIMONIO HISTÓRICO