UN TEATRO PENSADO POR GENTE DE TEATRO
Hace siete años que el Espacio Lorca está en obras; prevén inaugurar la sala en 2018.
No sé", responde el actor Ricardo Beiro cuando se le pregunta cuándo se reanudan las obras del Espacio Cultural Federico García Lorca. Pregunta que todos quienes pasan por allí con frecuencia se hacen una y otra vez al ver cómo el edificio, ubicado en Avenida Brasil y Benito Blanco, nunca termina de estar pronto. "Ahora está parado, pero nunca nos dejamos de mover. Fuimos parando por varias razones: se nos acabaron los fondos, tuvimos un problema con la empresa constructora, que ya no está y no es tan fácil sacar a una constructora, es muy complicado legalmente.
Llegamos a un acuerdo a fin del año pasado", explica uno de los miembros más activos de la Asociación Civil El Camarín, encargada de llevar adelante este proyecto de espacio cultural que empezó a construirse en 2010 y ha pasado por varias interrupciones que no lo dejan llegar a buen puerto. "Actualmente no tenemos empresa constructora, vamos a empezar de cero en ese tema", dice.
Pero ese empezar de cero cuenta ahora con un empuje que no se había dado hasta el momento, que es la voluntad manifiesta de los gobiernos de España y Uruguay para que el Espacio Lorca esté funcionando a partir de 2018. Así lo expresaron el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, en la visita que el primero hizo a nuestro país en abril de este año. "Eso es muy importante, nunca nos había pasado, salvo quizás al inicio del gobierno de Vázquez", destaca Beiro.
La obra se detuvo por última vez en 2015, cuando la visitó el Rey Juan Carlos de España, y desde ese momento casi no se ha hecho nada. De todas formas, la primera etapa está terminada en un 80 por ciento. La misma implica una sala multiespacio para actividades escénicas y eventos, con 300 localidades; un hall multipropósito para exposiciones y performances; dos plantas de cafetería; camarines; taller de escenotecnia y vestuario; dos aulas para talleres, charlas y cursos, y dos espacios para Antel y el Correo Uruguayo (esto último por ley).
"Desde el punto de vista físico, está finalizada en un 90 por ciento", detalla Beiro. "De albañilería queda muy poco por hacer, faltan las terminaciones, los subcontratos, la parte de electricidad. Está construida toda la parte del hormigón". En la segunda etapa, que comenzaría una vez inaugurada la primera, se construirían otra sala con 100 localidades, cuatro aulas para actividades docentes, una biblioteca, una mediateca y un estudio de grabación.
"El edificio es lo que se ve. El proyecto es bastante rústico, una caja enorme que la gente dice no tiene ventanas. ¿Dónde viste un teatro con ventanas? Lo que se ve es la caja escénica. De hecho, hay todo un ventanal enorme en la planta baja, y cuando vas subiendo a la sala, hay ventanas en el costado. Lo que falta son las terminaciones de todo, particularmente de la sala", apunta este hombre que se declara en reuniones permanentes por el proyecto.
Para ello cuenta con la colaboración de sus compañeros de El Camarín, asociación presidida por Belela Herrera (ex vice canciller de Uruguay; antes la presidió Antonio "Taco" Larreta) e integrada por el ex intendente de Montevideo Mariano Arana; el director y actor Jorge Denevi; la actriz y directora Leticia Scottini; el director y autor Alvaro Ahunchain; el dramaturgo Carlos Rehermann, y el ex legislador Jorge Orrico. Además, está el Grupo de Amigos del Espacio Lorca, presidido por el Cr. Enrique Iglesias y conformado por Pedro Baridón, Nelson Mancebo, Graciela Rompani, Ruperto Long, Fernando Calloia, Laetitia DArenberg, Alberto Scavarelli y Manuel Ramos. No olvidarse del apoyo de la Embajada de España y del Centro Cultural de España a través de su director, Ricardo Ramón.
Los fondos.
Entre el 80 y el 90 por ciento del aporte financiero para la construcción del Espacio Lorca provino del gobierno español y se canalizó a través de su Ministerio de Cultura, por medio del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música), que donó 800 mil euros, y de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), que dio 350 mil euros. Luego hubo un aporte del Banco Santander de 100 mil dólares, al que se sumaron 40 mil dólares para auspiciar el espectáculo Íntimo, del cantaor flamenco Miguel Poveda, celebrado el pasado 15 de diciembre en el Auditorio Nacional del Sodre. El BROU, por su parte, donó 100 mil dólares y el ascensor. Además, la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) desembolsó 50 mil dólares y Antel ayudó para la organización del espectáculo de Paco de Lucía de 2013, en el Sodre.
Por otra parte, está el programa Tome asiento en el Espacio Lorca, que pretende recaudar fondos ofreciendo a quien desee colaborar, colocar su nombre o el de quien prefiera en el respaldo de una butaca de la sala grande. Pero no ha tenido éxito. "Hemos conseguido dos o tres personas nomás. No es Estados Unidos, donde a los teatros los bancan los privados; acá seguimos esperando que el Estado haga las cosas", se lamenta Beiro.
"He intentado de todo y estoy abierto a que a la gente se le ocurra algo más", agrega el director. "España dijo lo que iba a dar y lo dio. Hubo un problemita de papeles y perdimos un dinero, pero fue por responsabilidad nuestra. Hay que tener en cuenta que la industria de la construcción subió un 20 por ciento por año en el mundo. De repente nos encontramos que en cuatro o cinco años subió un 100 por ciento todo lo de obra. Estamos viendo con los dos gobiernos qué posibilidades hay, estamos en esas conversaciones. De aquí a unos meses creo que lo voy a tener claro… espero", anuncia esperanzado.
Un sueño.
La idea del Espacio Lorca surgió en 2006, por inquietud de destacadas personalidades del teatro uruguayo de generar una alternativa innovadora para el medio artístico nacional en una zona de Montevideo en la que no había un lugar así. A eso sumaron las necesidades locativas de la Escuela del Actor, creada en 1993 por Beiro y que hoy funciona en el Centro de Montevideo (Soriano 1274). Dicha escuela, que gestiona la sala El Telón Rojo, forma parte fundamental del proyecto. De todas formas, hoy se está pensando en mantenerla en el Centro de la capital.
En 2006, se identificó que el edificio del Correo de Pocitos estaba abandonado y se consiguió obtenerlo en régimen de comodato por 30 años, según proyecto de ley presentado por el entonces diputado Jorge Orrico. Dicho régimen beneficia solo a agentes culturales privados sin fines de lucro. "Si nosotros no hacemos el teatro no lo puede tomar el Estado, tiene que hacer un llamado por ley", explica Beiro.
"Mi idea es que en el Espacio Lorca pasen cosas todo el día, que esté a tu servicio. Yo quiero que la gente vaya a las dos de la mañana a tomar algo y ver un espectáculo de jazz. La idea es loca y no lo es. Toda esa zona consume más que todo el Uruguay junto y no tiene un espacio cultural en el que pueda opinar yo quiero tal cosa o me gustaría tal otra. Mucha gente no quiere ir más al Centro, aunque ahora está mejor. Vas al Complejo Alfabeta y está lleno a las tres de la tarde. Entonces, ¿por qué no puede funcionar un lugar divino, con una cafetería divina, cerca del mar?", concluye con optimismo quien no deja de trabajar y buscar fondos para concretar el sueño de un teatro hecho por gente de teatro.