Psic. Gustavo Ekroth

Existen al menos cuatro maneras de no "cortar" una relación que ya no funciona como antes o nunca fue lo que queríamos para nuestra vida. La primera, y más obvia, es seguir por inercia con la misma persona durante años, a pesar de que, por ejemplo, las cosas ya no son lo que solían ser y el amor fue sustituido por la indiferencia y el odio. La segunda, es separarse físicamente de la persona y no tener nunca más ningún tipo de relación con ella o él, pero seguir muy unido a un nivel sentimental profundo que en algunos casos pueda incluso llegar a impedir formar una nueva pareja. La tercera posibilidad es separarse, establecer una nueva relación, pero nunca entregarse realmente, nunca comprometerse a un nivel real y profundo y en su lugar continuar de una manera velada "comprometido" con la ex o el ex. La cuarta manera frecuente de no poder separarse, es cortar la relación, pero seguir manteniendo algún tipo de vínculo fuerte, por ejemplo, a nivel sexual o económico.

La respuesta más seductora a la pregunta "¿por qué no logro separarme?" es: por que todavía estoy enamorado/a de ella o de él. Si bien esta explicación suele ser bastante tranquilizadora, no siempre es de mucha ayuda, por que si bien esto puede ocurrir y de hecho ocurre, en la gran mayoría de los casos esta no es la causa real de la dificultad.

Dentro de las causas más probables de las dificultades serias para lograr separarse, tenemos una variedad de problemas psicológicos personales que poco tienen que ver con el amor o las características personales del otro integrante de la pareja. Por ejemplo, la tendencia personal a culpabilizarse excesivamente por todo, "Yo tengo la culpa de la separación, "Yo tengo la culpa de haber sido engañado/a", "Yo le voy a hacer muchísimo mal a mis hijos", "Yo le voy a hacer mucho mal a ella/él".

Otra de las posibles causas es el miedo patológico a la soledad, "Me voy a quedar solo/a de por vida", "No voy a soportar estar solo/a".

El egocentrismo y la omnipotencia excesiva pueden ser otra de las causas, "Sea como sea tengo que poder sacar esta relación adelante", "No puedo, ni debo fracasar en nada, y menos a nivel de pareja", "Ella o él no va a poder vivir sin mí", "Yo soy tan perfecto y tan buena persona que no la/lo puedo defraudar", etc.

El miedo irracional al futuro puede ser otra posible causa de la dificultad o imposibilidad para la separación: "Más vale pareja mala conocida que buena por conocer".

También la tendencia personal a la codependencia, que es la adicción a las personas, puede estar impidiendo una separación necesaria. La situación típica de la pareja codependiente es: "Contigo no soy feliz, sin ti no puedo vivir".

En la mayoría de las parejas que consultan por dificultad para lograr separarse, esta situación obedece a problemas personales de toda la vida de uno o de los dos integrantes, que deben de ser tratados psicológicamente de forma individual y no en pareja.

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