El arzobispo de Montevideo Monseñor Nicolás Cotugno, celebró ayer la tradicional Misa de Ramos. Cotugno consideró que "Semana Santa es una gran oportunidad para preguntarse a uno mismo qué estamos haciendo y hacia dónde queremos" ir.
A media mañana, Cotugno partió desde la Puerta de la Ciudadela, donde recibió las ramas de olivos de los fieles, en procesión hacia la Catedral de Montevideo, lugar de la tradicional celebración religiosa.
Entre los presentes en la Misa de Ramos, destacó el ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro, acompañado por su señora esposa, quien asistió a la ceremonia a título personal y no como representante del gobierno.
"Vivamos el amor. Todos somos capaces de amar", manifestó Cotugno en su mensaje. El arzobispo de Montevideo también se refirió ayer a las dificultades que hoy en día está viviendo la humanidad, como las guerras en el Norte de África.
Al término de la ceremonia, Cotugno instó a "dejar a Judas a un lado" y "seguir el camino de Pedro".
En declaraciones a radio El Espectador, Cotugno pidió: "Dejemos de lado a Judas. Que desaparezca. No digo matarlo, pero dejemos de lado a Judas".
Y agregó: "Sigamos el camino de Pedro. Debemos sentirnos hermanos entre nosotros dejando de lado pasiones que van en contra de la dignidad humana. Entre todos podemos sacar muchas cosas a flote y hacer muchas cosas lindas", enfatizó Cotugno, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en nuestro país.
La Misa de Ramos inicia los ritos de la Semana Santa para la religión cristiana, la cual culmina con el Domingo de Pascua.
La fiesta de Ramos conmemora en el cristianismo la entrada de Cristo en Jerusalén, recibido por la muchedumbre. Esta jornada precede, según los Evangelios, la detención, crucifixión y resurrección de Jesús.