La acusación presentada por el gobierno norteamericano contra siete altos mandos de la FIFA y varios empresarios, menciona 28 veces a Eugenio Figueredo. Dice que mintió en su trámite de residencia y aseguró no pertenecer a ninguna organización.
Según el documento completo de la acusación del gobierno norteamericano, el vicepresidente de Conmebol, Eugenio Figueredo, cometió los delitos de obstrucción de la justicia, fraude, lavado de dinero, mentir en su solicitud de ciudadanía, así como en su declaración de impuestos.
En varios pasajes de la acusación, se menciona a Figueredo y su participación en varios de los delitos que se denuncian.
Un comerciante con demencia.
"El acusado, Eugenio Figueredo, ciudadano de Estados Unidos y Uruguay (...) es miembro del comité y vicepresidente de FIFA. En varios momentos relevantes para esta acusación, Figueredo fue miembro de varios comités de FIFA, incluyendo el Comité de Finanzas y el Comité de Organización de las Copas del Mundo (...) Desde 2005 hasta la fecha, Figueredo tiene residencia en Estados Unidos, específicamente en Arcadia (California). De acuerdo con un documento de ciudadanía que Figueredo presentó a las autoridades norteamericanas, Figueredo trabajaba en "ventas" en un negocio de piedras decorativas en Irwindale (California)", se asegura en la acusación.
Inmediatamente se añade: "En su solicitud, Figueredo declaró falsamente -bajo pena de perjurio- que (a) nunca trabajó en ningún otro lugar en los cinco años anteriores y que no tenía relación con ninguna organización o asociación en Estados Unidos o ningún otro lugar;y (b) fue eximido de los exámenes obligatorios de inglés y cívica debido a un problema mental. Antes de obtener su ciudadanía norteamericana, Figueredo entregó documentación explicando falsamente que su enfermedad mental era una severa demencia".
Montos de seis cifras
"En abril de 2013, tras la denuncia del acusado Nicolás Leoz, el acusado Eugenio Figueredo -ciudadano de EEUU y Uruguay, con residencia en California- asumió la presidencia de la Conmebol y la vicepresidencia de FIFA. Inmediatamente después de la llegada de Figueredo a estas posiciones Conmebol, Concacaf y las empresas de márketing controladas por 'el co-conspirador 2', Alejandro Burzaco, Hugo y Mariano Jinkis, consumaron la maniobra para obtener un conjunto de valiosos derechos de la Concacaf y la Conmebol a cambio de pagar US$ 110 millones en sobornos".
La Copa Centenario.
"Como parte de la maniobra, el co-conspirador 2, Burzaco, y los Jinkis, unieron sus compañías y formaron una nueva conocida como Datisa. Tras la creación de esta nueva firma, Datisa firmó un contrato de US$ 317.5 millones con la Conmebol por la exclusiva mundial de las ediciones 2015, 2019 y 2023 de la Copa América, así como la de la Copa Centenario 2016, para celebrar los 100 años del torneo. Tras las negociaciones entre la Conmebol y la Concacaf, era determinante que las selecciones masculinas de seis equipos de la Concacaf, incluida la de Estados Unidos, participaran en la Copa Centenario, así como 10 de la Conmebol".
Luego se determinó que la sede del torneo sería Estados Unidos, en reconocimiento del su crecimiento como mercado para el fútbol. Datisa, firmó un contrato por US$ 35 millones con la Concacaf, como coorganizador de la Copa América Centenario, para adquirir los derechos de emisión de ese torneo. En conección con la adquisición de los derechos de la Copa América y la Centenario de la Conmebol y la Concacaf, Datisa aceptó pagar US$ 110 millones en sobornos a los acusados Jeffrey Webb, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel, José María Marín y Nicolás Leoz, además de otros dirigentes del fútbol. Datisa aceptó hacer estos pagos en diferentes momentos durante la vida de los contratos. Al menos US$ 40 millones fueron pagados a la fecha.
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