Doula, un nuevo respaldo a la hora de ser madres

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Dentro del Instituto Perinatal del Uruguay está el Programa de Doulas Comunitarias. Las doulas se encargan de acompañar a cada madre desde el tercer trimestre del embarazo hasta que esta llega a su casa con el recién nacido. La práctica está enfocada a mujeres de bajos recursos. Con conocimiento adquirido en un curso y mediante la experiencia, las doulas brindan tranquilidad y confianza a las madres y a sus acompañantes, que, muchas veces, se sienten abrumados por todos los cambios que se avecinan.

Aunque muchos se extrañan todavía ante el término "doula", cada vez son más las embarazadas que eligen tener a una acompañante extra a la hora de ser madre. Y, ahora, los recursos económicos ya no son un problema.

Las doulas son mujeres - excepcionalmente hay hombres- experimentadas y formadas en el tema nacimiento, que brindan un soporte a quienes esperan un hijo y a sus familias.

"Brindamos apoyo físico, emocional e informativo a la mamá y su pareja o su familia. No somos parteras, no somos médicos, no hacemos nada clínico. Nos comunicamos con las mamás cuando empieza el tercer trimestre del embarazo, vemos qué quiere y cómo le gustaría que sea el parto", dice Rosa Rinaldi, la coordinadora del Área Doulas del Instituto Perinatal del Uruguay.

El soporte de la embarazada es el principal trabajo de esta acompañante. Para Rinaldi, siempre es bueno que una embarazada cuente con una doula "porque el compañero no se tiene que ocupar de otras cosas, puede disfrutar ese momento, puede amar a su mujer".

Según el libro Mimando a la Madre, de Kennel, Klaus y Kennel, citado por Rinaldi, los beneficios de contar con una doula son muchos. Se habla de la reducción de cesáreas en hasta un 50%, 60% de peticiones médicas de anestesia epidural, 25% de partos más cortos, menor incidencia de depresión posparto y un mejoramiento del vínculo entre la familia y el nuevo integrante.

Además, la madre gana mucha confianza, "sienten el trabajo de parto como un logro muy grande".

Fases. La doula comienza el vínculo con la familia sobre el tercer trimestre del embarazo, conversando con la futura madre cómo le gustaría dar a luz a su hijo.

Luego, en el momento que la embarazada se interna, la doula acompaña a la mujer de forma ininterrumpida.

"No sustituimos. Contenemos a la mamá con medidas de comodidad si es que la mamá lo quiere. Todo conversado previamente, con apoyo emocional. Le damos toda la información sobre sus derechos, lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, la mejor posición, los ejercicios. Damos contención", manifiesta Rinaldi.

Pero en algunos casos, el trabajo de esta acompañante se ve trunco, ya que los profesionales de la salud, al desconocer su papel, no dejan acompañar a la madre por la doula. Esto se debe a que, según la Ley 18.386, cada madre tiene derecho a tener un solo acompañante, y la doula nunca ocupa el lugar del familiar de la embarazada.

"Pensamos que es fundamental que el referente afectivo de esa mamá esté siempre presente, conteniendo, disfrutando y amando a esa mujer", dice Rinaldi.

En el momento del nacimiento, la doula deja sola a la familia para que tengan el primer contacto con el bebé. Mientras, consigue comida, ropa de bebé o lo que sea que esa madre, por el apuro, no haya podido llevar al lugar del parto.

Luego, conocen al niño y ayudan a la madre con la lactancia o con lo que necesite y se mantienen en alerta telefónica las 24 horas. Si la madre lo desea, la visitan en su casa y a la semana de que la familia tiene el alta hacen el cierre del acompañamiento.

Comunidad. Si bien en Uruguay hay muchas doulas privadas certificadas internacionalmente, también existen las doulas comunitarias, destinadas a atender a las embarazadas de bajos recursos.

Estas acompañantes, coordinadas por el Instituto Perinatal, tienen acuerdos con muchas organizaciones sociales como Casa Cuna, el Portal Amarillo o Gurises Unidos, que derivan a aquellas madres que quieren obtener el servicio de una doula pero no lo pueden costear. "Nunca se deja a una mamá sin servicios por temas de dinero", dice Rinaldi.

Según el Instituto Perinatal, las doulas comunitarias han dado como resultado un "cambio cualitativo en las condiciones de alumbramiento y en el apoyo a la maternidad e infancia temprana".

Para ser una de ellas

Dentro del programa Doulas Comunitarias, el Instituto Perinatal ya ha formado a más de 75 personas.

El próximo mes de marzo comienza el tercer curso, articulado en ocho módulos que contemplan ente otras cosas las áreas de ginecología, lactancia y nutrición.

Todos los sábados de marzo y abril se llevarán a cabo las clases. Si bien no se exige un conocimiento previo, el curso requiere dos acompañamientos comunitarios para darse por concluido y un examen final. Luego las doulas están capacitadas para los acompañamientos.

Una de las principales cosas a tener en cuenta es el código ético de una doula: no juzgar, todo lo que diga una mamá es confidencial y las doulas no son intermediarios con el médico.

(Por más datos sobre las doulas, comunicarse a [email protected])

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