Adriana Aristimuño, directora ejecutiva de Políticas Educativas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), considerada la “madre” de la llamada Transformación Educativa que impulsó el gobierno y que modificó el plan curricular desde Inicial a bachillerato, renunció al cargo que ostenta desde mayo de 2020, según supo El País.
Bajo su égida pasó la planificación de toda la reforma educativa, desde la creación de un Marco Curricular Nacional (MCN), en 2022, a poco de salir de lo peor de la pandemia, al aterrizaje paulatino de diferentes programas, nombres, unidades curriculares, la eliminación de la repetición en ciertos grados y hasta otras calificaciones en un cambio que generó cruces con sindicatos educativos y miembros del Frente Amplio desde el día uno.
Fuentes del entorno de la doctora en Ciencias de la Educación en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), que integró el colectivo Eduy21 que reunió a especialistas que reclamaban un cambio en la educación durante el último gobierno del Frente Amplio, indicaron a El País que el paso al costado de Aristimuño "iba a pasar en algún momento" por sus planes.
La salida de la especialista en política e innovación educativa no se debió a diferencias con la dirección de ANEP encabezada por Virginia Cáceres, coincidieron varias fuentes a El País, sino que Aristimuño cumplió con su objetivo de dejar pronta toda la reforma, que comenzará a funcionar en todos los grados de la educación obligatoria desde marzo de 2025. A fines de octubre se aprobaron los nuevos programas en función de otra malla curricular para todo bachillerato.
Esto sumado a que la exconsultora en asuntos educativos para el Banco Mundial, BID y Unicef, así como exdocente en la materia en la Universidad Católica del Uruguay (UCU) está “agotada” tras la tarea que inició en plena pandemia, y que no ha tenido freno hasta la culminación reciente de todas las etapas de la reforma, indicaron otros informantes de ANEP.
En esa línea, Aristimuño resolvió en este contexto jubilarse ahora y no esperar a tomarse la licencia correspondiente, añadieron las fuentes consultadas, quienes valoraron que a su entender quedó “todo en orden” y que ha manifestado a su entorno que se va “satisfecha" por los cambios realizados en sus casi cinco años de gestión.
La exjerarca, apuntada por Fenapes y otros sindicatos por el perfil que le dio a la reforma, basado en competencias en todos los niveles, había dicho en entrevista con El País en marzo que la propuesta curricular, que en varios niveles superó planes que llevaban casi 20 años, supuso “un antes y un después”.
Por un lado, explicó, porque este modelo movió “todo el enfoque, desde lo que se planifica, se realiza en el aula y hasta lo que se evalúa”, e implicó un “cambio estructural en la pedagogía, ya que tenés que planificar diferente, pensando en los logros de los estudiantes”, pasando de la evaluación de contenidos a competencias, una modalidad que si bien se aplicaba en varios centros, a partir de la reforma pasó a ser estructurante de la educación pública.
Baroni dirige Ceibal tras la salida de Folgar
El Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que encabeza Pablo da Silveira, resolvió que el director nacional de esa cartera, el también nacionalista Gonzalo Baroni, tome las riendas de Ceibal hasta la asunción de las nuevas autoridades de gobierno, según supo El País.
Baroni mantendrá su cargo de director nacional de Educación, al tiempo que pasará a presidir Ceibal luego de que semanas atrás renunciara Leandro Folgar, que estudió en el MIT, para asumir este mes como vicerrector de Innovación de la UCU.
Fuentes del MEC agregaron que la designación de Baroni responde a que “conoce del tema y al personal”, y que su dirección de Ceibal por “unos meses” es una cuestión “más bien formal”, ya que se “mantendrán” las líneas de trabajo de la plataforma de innovación educativa modelo, que dirigió desde 2007 a 2020 su impulsor, el frentista Miguel Brechner.