Redacción El País
El miércoles se realizará un paro de la educación por 24 horas. Será nacional, en los centros públicos y privados, y en todos los niveles de enseñanza. Ante el anuncio del sindicato, el presidente Luis Lacalle Pou señaló que la “transformación educativa va a seguir adelante”, con la que están “comprometidos”.

“Pueden haber matices. Lo que no estamos de acuerdo es que, cada vez que se intenta mover algo, haya este tipo de decisiones que termina perjudicando al fin último del sistema educativo: los chiquilines”, añadió ayer el mandatario en una rueda de prensa.

La transformación educativa -continuó el presidente- “ha sido muy discutida”, tiene un “respaldo técnico y legal” y, para el gobierno es “imprescindible hacerla”.

“Si nos quedamos quietos, ¿a quién vamos a perjudicar? A los chiquilines pero, sobre todo, a los que menos tienen. Porque los demás tienen un capital en su familia o acceso a otro tipo de educación”, añadió Lacalle Pou.

Por otra parte, el sábado, el ministro de Educación, Pablo da Silveira, dijo en diálogo con El País que los sindicatos docentes “hablan mucho en favor de la enseñanza pública, pero hoy son la principal causa de pérdida de horas de clase en el país”.

Los docentes se movilizarán bajo el lema “que el gobierno rinda cuentas. Presupuesto para el pueblo”. Se dará en el marco de las últimas asignaciones presupuestales que hará el gobierno nacional en la Rendición de Cuentas.

Días atrás la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio, Elbia Pereira, dijo que los docentes también reclamarán por más acciones del gobierno para hacer frente a los problemas de violencia en la educación y recibir una respuesta interinstitucional.