Las máximas autoridades de la educación y expertos del sector participaron ayer de noche de un debate organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) y Rumbos, con apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, sobre los puntos a atender en laagenda educativa del próximo gobierno.
En un tono de consenso, con la presencia del ministro de Trabajo, Pablo Mieres; el consejero del Codicen Juan Gabito, y otras autoridades, los expositores no solo hablaron de la llamada Transformación Educativa, que inició este gobierno y que prevén se mantenga, sino que además plantearon cambios para el futuro gobierno.
La directora ejecutiva de Políticas Educativas de la ANEP, Adriana Aristimuño, entre varios puntos, puso foco en extender las jornada escolares completas. Llamó a “ampliar” la matrícula de tiempo completo en Primaria, y propuso “llevar todos los liceos y UTU (de) los quintiles 1 y 2 a que sean todos centros María Espínola”.
Esta iniciativa, “provocativa” por su alto costo, apunta a un sector que vive una “emergencia social”, acotó. De manera que “mejorando los indicadores de retención y aprendizajes tiene un impacto social enorme sobre esas poblaciones”, insistió.
Además planteó revertir la “baja enorme” de asistencia, en Primaria, pero “sobre todo” en Educación Media, lo que supone un “problema muy grave”, ya que los estudiantes “pierden muchas horas de formación”. Esta fue una preocupación compartida por los demás exponentes.
Por su parte, el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni, llamó a “cambiar el Estatuto Docente”, un punto que ya comenzó a analizar esta administración. “Necesitamos cambiar la normativa vigente de cómo se regula nuestra carrera docente”, dijo.
En esa línea, abogó por “cambiar todo el sistema de concursos, puntajes, y qué se asigna en cada uno de los niveles”. Así como planteó, entre otros puntos, avanzar con los “docentes cargo”, asignados al centro, que tengan una “convivencia con la comunidad educativa todo el día, más allá de las horas que le toquen puntualmente”.
En tanto, el presidente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), Javier Lasida, propuso cambiar las inspecciones por un “sistema de supervisión”, que “debe ser al centro y no a los docentes”, con foco en la “práctica educativa” y no en “cuestiones burocrático-administrativas” como dijo que ocurre hoy.
La baja natalidad fue señalada por todos como una oportunidad para el sistema. “Va a hacer que en un período de 15 años, el sistema educativo uruguayo tenga un 25% de incremento de sus recursos per cápita”, agregó Lasida, quien llamó a que se “mantenga” el presupuesto, a cambio de “mejorar resultados y logros en términos medibles”.
En este sentido, el titular de Ceibal, Leandro Folgar, destacó el avance tecnológico y llamó a que el próximo gobierno apunte a “maximizar el potencial de la infraestructura”, y a utilizar los “equipos de alto desempeño” existentes para “acompañar la tarea docente”.
“Uruguay está desapareciendo, no nos podemos permitir que las futuras generaciones que estamos formando no sean del máximo potencial que puedan ser; ni que ninguno de los estudiantes abandone o no tenga un acompañamiento (...), acotó.
Juan Pedro Mir, exdirector de Educación y actual dirigente del Partido Independiente, subrayó que los centros educativos deben lograr las transformaciones “en diálogo con las comunidades”.
Entre varios aspectos, Mir planteó aumentar la asistencia escolar y mejorar la formación docente. Pero además, insistió con “ir al rescate” de unos 800.000 uruguayos de entre 20 y 50 años que no culminaron la educación obligatoria, para que “acrediten su conocimiento”; un tema hoy “fuera de agenda”.