Asistencia escolar descendió en 2023 luego del repunte registrado tras la pandemia de covid-19

Alumnos de la escuela pública asistieron, en promedio, casi un mes menos del año lectivo, con grandes diferencias por quintiles; Cáceres dijo que este es el “principal desafío” de ANEP.

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Escuela Brasil
Alumnos de contexto más vulnerable faltan y repiten más que aquellos que integran los quintiles más altos.
Foto: Fernando Ponzetto

Los alumnos de la escuela pública faltaron el año pasado, en promedio, casi un mes a clases, según los últimos datos del Monitor Educativo de Primaria, presentados ayer por las máximas autoridades educativas, quienes reconocieron públicamente que este asunto supone un “desafío” de carácter “estructural”.

Antes de la irrupción del covid-19 -que irrumpió en marzo de 2020-, los niños de primero a sexto de Primaria concurrían a clases unos 160 días, de un año típico de 180, promedio que no tiene mayor variación en los distintos años lectivos. Sin embargo, aquella penillanura levemente ondulada se desplomó en el primer año de pandemia cuando la asistencia pasó a 63 días, indicador que luego repuntó a 114,3 en 2021 y llegó a 152,2 en 2022.

No obstante, a dos años de la peor etapa de la emergencia por el coronavirus la asistencia no se recuperó, sino que bajó. En 2023, la asistencia descendió a 149,4, de un total de 176,5 días. Cabe puntualizar que los niños del interior del país asistieron ocho días más a clase (152) que aquellos de Montevideo (143,9).

El dato global se puede desgajar de varias formas, pero dejó un foto nítida, que si bien no es nueva porque ha sido marcada por reiterados informes nacionales e internacionales, no deja de impactar: los alumnos del contexto más vulnerable son aquellos que acumulan más inasistencias.

La presidenta de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Virginia Cáceres, señaló ayer que la asistencia a clase es “el desafío más grande” que hoy enfrenta, que es un problema “estructural” sobre el cual se está “trabajando”. El objetivo para 2024, agregó, es subir la asistencia a unos 160 días por año.

“Si un niño no asiste a clase es muy difícil que pueda aprender, desarrollarse emocionalmente y generar vínculos. Todo está atado a la asistencia”, dijo Cáceres.

Olga de Las Heras, titular de Primaria, puntualizó que las inasistencias son un “problema de ANEP”, y no solo de su subsistema, y además enfatizó que hay un “trabajo firme” con las familias y docentes “para que entiendan” que si un niño no concurre “dos o tres días” a clase ya “hay que intervenir”.

Los datos anunciados ayer fueron presentados desde varios ángulos. Por un lado, los escolares que asistieron 140 días o menos fueron 23,4%. Esto comprende la “asistencia insuficiente” (concurrir 71 y 140 días), que subió y llegó a 22,6%; y al “abandono intermitente” (ir a clase 70 días o menos), estable, en 0,8%, en 2023.

Por otro lado, el 25% de los niños de 1o a 6o grado de Primaria faltó más de 34 días en el año -20% de las clases- mientras que la mitad faltó más de 22 días -13% de las clases.

La tasa de asistencia, que mide el porcentaje de concurrencia sobre el total de días lectivos -que varían de un año a otro-, se mantuvo estable en 2023 (84,7%) en comparación con 2022.

Estos porcentajes, como otros, presentan grandes diferencias si se analiza por quintiles. Las escuelas Aprender, de población más vulnerable, registran el valor más alto de asistencia insuficiente (34,7%).

“Les siguen, aunque bastante por debajo, las escuelas Urbanas Comunes, con una asistencia insuficiente del 20% y las de Tiempo Completo, con 19,9%”, acotó el informe educativo. Y lo mismo se observó con el abandono intermitente.

La asistencia insuficiente no solo no bajó desde el covid, se duplicó frente al 2019 (10,7%). “La cantidad de niños en esta situación pasó de casi 26.000 a más de 54.000”, agregó el texto.

En 2023 la asistencia insuficiente en el quintil 1 (más desfavorecido) “fue tres veces superior a la del quintil 5”. Esto mismo se observó con el abandono intermitente. En el quintil 1 llegó a 1,2%, el quintil 5 fue menos de la mitad (0,5%).

Otro aspecto que se relevó es que las inasistencias son “mayores” en los grados escolares más bajos, “muy especialmente en educación inicial”. Mientras 29,6% de niños de 1er grado asistió 140 días o menos (6,2 puntos porcentuales más que para el total de 1o a 6o), esta cifra saltó a 48,3% en educación inicial.

La asistencia en 1o y 2o grado fue menor al promedio global (146 y 148,5 días respectivamente); en 3er grado se ubicó a nivel del promedio global (149,4 días), mientras que en 4o, 5o y 6o se ubicó por encima de esta cifra (150,3; 150,8 y 151,7 días respectivamente).

Como se viene indicando, el ausentismo “es mayor en las escuelas de contextos socioculturales más desfavorables”. Los niños de Primaria con 140 asistencias o menos llegaron a 12,1% en escuelas del quintil 5, mientras que la cifra se triplicó (36,3%) en las del quintil 1.

Lo que queda claro en las serie de mediciones realizadas es que “el nivel de contexto sociocultural de la escuela se asocia de forma importante con la asistencia”, remarcó el informe.

También se midió la asistencia “satisfactoria”, (alumnos que faltaron 10% o menos de clases), que llegaron a 35,6% en 2023, cifra estable con 2022. Y la “inasistencia crítica”, que se despliega en otros tres escenarios, que sumaron 64,4% el año pasado, similar al 2022 (64,9%).

Salón de clases, aula, pupitres y túnicas (Escuela 60 Grupo Escolar Figueira)
Cáceres: "Si un niño no asiste a clases, es muy difícil que pueda aprender"
Foto: Fernando Ponzetto

Las inasistencias “críticas” se dividen en tres grupos. La “inasistencia moderada” -desde 10% a menos del 20%- que fue 40,1%. La “inasistencia severa” -de un 20% a menos del 50%- llegó a 22,7%. Y la “inasistencia problemática” -más del 50%- sumó 1,6%.

“Los sucesivos Monitores de Educación Inicial y Primaria han mostrado problemas persistentes de ausentismo, lo que implica que, cada año, una importante cantidad de niños presenta una exposición a la escuela significativamente menor a la esperada”, marcó el relevamiento presentado ayer.

Más datos

El informe también describió un descenso en la matrícula por la pronunciada baja natalidad desde 2016. Esto derivó en que la cantidad media de alumnos por grupo fuera de 21,3 en 2023, frente a 22,5 en 2022. Esto convive con más grupos sobrepoblados (30 alumnos o más), que pasaron de 456 a 512, de un año a otro, problema que se viene incrementando desde 2018.

Otro elemento que marcó el nuevo estudio fue una nueva baja del porcentaje de repetición (concentrada en varones, de Montevideo) que difiere frente a los años anteriores. La llamada Transformación Educativa flexibilizó el pasaje de grado al impedir, desde 2023, la repetición en 1o, 3o y 5o grado.

El cambio, que se tomó en otros países y fue debatido, supuso que el porcentaje de repetición de 1o a 6o grado pasara de 2,8% en 2022 a 1,1% (2.523) en 2023. En los últimos 20 años ya había habido una caída, pasando de un promedio de 5% a 3,5% en 2019, que luego subió a 4,7% en 2020 y bajó a 4,4% en 2021.

La repetición subió en 2o grado, pasando de 3,4% en 2022 a 4,1% en 2023. Mientras que se mantuvo estable tanto en 4o grado (1,4) como 6o grado (0,6). El informe marcó una suba “importante” de calificaciones insuficientes en los niveles en los que se suspendió la repetición. En 1er grado pasó de 7,8% a 10,2%, de 2,4% a 4,6% en 3er grado y de 0,9% a 2,8% en 5o.

Otro aspecto marcado en el informe es el porcentaje de alumnos con extraedad, que son aquellos que se exceden al menos un año de la edad teórica correspondiente a su grado. El año pasado, 20,9% de los estudiantes llegó a 6o con al menos un año de extraedad acumulado en algún tramo. Esta cifra era 31,7% en 2013.

En este grupo de alumnos, 16.9% acumuló un año de rezago escolar; 3,6% cursó 6o grado con dos años de extraedad y 0,5% tres o más años.

La presidenta de ANEP, Virginia Cáceres, y autoridades de la educación.
La presidenta de ANEP, Virginia Cáceres, y autoridades de la educación.
Foto: Archivo El País
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Trabajan en campaña de bien público

Las autoridades educativas detectaron ya desde el año pasado un aumento de las inasistencias, lo que se terminó de confirmar en este informe. Por ello, se lanzó el Plan Asiste, que busca revertir la situación. La meta es llegar a una asistencia de 160 días en Primaria y 140 en Inicial. En 2023 Inicial llegó a 134,6 días, 15 días menos que Primaria.

La iniciativa busca hacer una medición más estricta de las inasistencias, intensificar los esfuerzos para identificar y monitorear a quienes faltan, y activar una campaña de concientización a las familias de la importancia de que sus hijos concurran a la escuela.

Fuentes de ANEP adelantaron a El País que se están ultimando detalles para activar una campaña de bien público, que es costosa y se usa para ocasiones especiales, con este objetivo.

Por otro lado, a nivel informático, se está trabajando en un rediseño de la plataforma GURÍ para destacar aún más la cifra de inasistencias. No solo para los padres, sino también para los docentes.

La alerta hoy se activa con tres faltas consecutivas, pero no hay una advertencia cuando ocurren faltas por goteo, de días periódicamente. Por lo cual, acotaron fuentes de ANEP, se está trabajando en un “semáforo” para que el docente tenga más clara la situación del alumno.

La titular de ANEP dijo ayer que Ceibal hizo una investigación, que arrojó que hay una “baja visión de la importancia que tiene la asistencia a clase”, por parte de las familias. Y las faltas salpicadas no se “visualizan” en el acumulado.

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