"Cara a cara": tensión en una nueva cita de la ANEP con la comunidad

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Robert Silva. Foto: Fernando Ponzetto.

REFORMA EDUCATIVA

Robert Silva y su equipo visitaron la Escuela Experimental de Malvín.

En la vereda de enfrente a la Escuela Experimental de Malvín, los sindicalistas esperaban al presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) cantándole: “Robert Silva botón, vos sí que estás pintado, no sabés nada de educación”. Pero en el momento en que el auto del jerarca frenó para que se bajara, la tensión se acrecentó y los cánticos se transformaron en ruidos de bombos y cornetas que retumbaron en todo el barrio.

Silva saludó a los manifestantes con el dedo hacia arriba y luego ingresó al centro educativo para tener la instancia del “Cara a cara” con la comunidad -evento que la ANEP realiza para explicar la reforma educativa en distintos barrios y pueblos del país- que tomaría lugar en el teatro de la escuela.

Junto a los consejeros Juan Antonio Gabito y Dora Araceli, el presidente de la ANEP inició exponiendo la situación crítica de la educación en Uruguay y detalló cifras como que solo cuatro de cada 10 estudiantes terminan la educación media o que el 52% de quienes se inscriben a estudios de formación docentes se terminan desvinculando.

Desde el fondo del teatro, se oyó un “mentiroso” a los gritos y a continuación una ola de insultos hacia los tres integrantes del Codicen. A lo que Silva respondió: “Algunos hablan para las tribunas, acá tenemos los datos”.

Y continuó hablando de los centros María Espínola, buque insignia de esta administración. Estas instituciones, que al momento son 29 y se prevé que para 2023 se incorporen otros 14, buscan que el aprendizaje se base en proyectos interdisciplinarios y están destinados a las personas de bajos recursos.

Una vez más se oyeron risas, abucheos y palabras como “parásito” o “sorete” para referirse a Silva. Aunque también hubo quienes alzaron su voz para decir: “Yo también soy docente y quiero escuchar”.

De todas formas, fue en la instancia de preguntas y respuesta cuando el clima estalló y se empezó a notar un estado de extrema tensión entre los docentes y estudiantes en contra de la transformación y las autoridades de la ANEP.

Quienes estaban en las primeras cinco filas del teatro, entre las que estaban otras autoridades de la educación al igual que simpatizantes de Silva, se daban vuelta indignados, algunos resoplaban y unos pocos mandaban a callar afirmando que querían oír lo que se exponía.

En el turno de preguntas, una de las personas que alzó su mano fue un padre de la Escuela Experimental que se quejó -incrementando su tono de voz- que las autoridades venían a sacarse la foto, pero el pabellón de la escuela estaba hecho pedazos y era cuestión de días para que un revoque del techo cayera en la cabeza de un niño.

“Transformación suena fuerte, pero ¿y los pendientes?”, cuestionó el padre.

Esto generó una ola de aplausos y cánticos de profesores y maestros reprochando que el dinero para arreglar las aulas o alimentar a los alumnos terminaba saliendo de sus bolsillos.

“Son la misma mierda que el Frente Amplio”, gritó un sindicalista. Y, tiempo después, este insulto -al igual que otros- fue motivo de que un vecino mayor se parara, mirando hacia el fondo de la sala, y recriminara que se estaba desvirtuando un espacio de participación de la comunidad.

En la tercera fila también se paró una maestra de la escuela para decir que “nadie puede estar en desacuerdo con lo que se plantea en la reforma educativa”, pero que aún así no está claro cómo se va a implementar. Lo mismo planteó otro padre, quien contó que su hijo que está en sexto grado, no entiende si el año que viene pasa a Secundaria o permanece en Primaria. Lo que generó el eco en el fondo: “¡Nadie lo entiende!”.

Pese al clima incesante de empujes, el presidente de la ANEP aseguró en rueda de prensa que “de ninguna manera” se aplazará la reforma educativa que comienza en 2023.

Sindicato de IPA ocupó la sede de Codicen

En la mañana de ayer, integrantes del Centro de Estudiantes del IPA (Ceipa) ocuparon la sede del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Para el mediodía ya habían sido desalojados, sin desmanes, según dijo a El País el director de convivencia del Ministerio del Interior, Santiago González.

En su proclama, los estudiantes de formación docente aclaran que la ocupación fue en reclamo de “más presupuesto, en contra de la transformación educativa y por la participación real”. El dirigente del gremio de estudiantes, Maximiliano Santos, indicó a El País que en esta oportunidad el Centro de Estudiantes de CERP (CECA) y otras asociaciones apoyaron la movilización, pero no formaron parte de la ocupación.

Es el segundo día consecutivo en que el sindicato de los futuros docentes ocupa oficinas del gobierno. El miércoles a las 7:30 de la mañana, algunos integrantes de Ceipa y CECA ocuparon la planta baja del edificio donde se encuentra el Ministerio de Educación y Cultura. El ministro de Educación, Pablo Da Silveira, contó que un grupo de sindicalistas irrumpió en la sala, ocupó la planta baja e intentó sacar a la calle a funcionarios que ya estaban trabajando.

Por otro lado, debido a la situación de conflicto y ocupaciones, el Consejo de Formación en Educación el martes decidió habilitar las clases remotas para los días en que estén ocupados los centros estudiantiles de formación docente.

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