PANDEMIA
A menos de un mes del inicio de clases de forma presencial, Uruguay tuvo que volver a la virtualidad debido al aumento exponencial de casos de coronavirus. ¿Cómo es esta situación en la región?
Durante parte del 2020 Uruguay fue tomado como caso de éxito en el exterior por el manejo de la pandemia porque pudo asegurar en gran parte del año la presencialidad en las escuelas. Este año, la actividad lectiva comenzó nuevamente en ese formato, pero menos de un mes después el gobierno tomó la decisión de pasar a la virtualidad debido al aumento exponencial de casos de coronavirus.
Las clases presenciales fueron suspendidas el pasado 23 de marzo a menos de un mes de haber iniciado. En un inicio se decidió que la medida fuera hasta abril, sin embargo luego se aplazó hasta mayo. Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), ya adelantó que en caso de que el 3 de mayo vuelva la presencialidad al sistema educativo será de forma "gradual y priorizada".
Asimismo las autoridades definieron a la población docente como el primer grupo prioritario para empezar a inocular contra el coronavirus a comienzos del mes pasado. Los que optaron por vacunarse, a esta altura, ya recibieron las dos dosis de Sinovac.
Mientras tanto, con las clases presenciales en marcha, el gobierno de Luis Lacalle Pou estableció que las escuelas, liceos y UTU tengan guardias docentes para que asistan los estudiantes que carecen de conexión a internet. De esa forma, todos quedan posibilitados a continuar con los cursos.
¿Qué pasa en el resto de América Latina? ¿Cuáles tienen clases presenciales y cuáles no? ¿Qué problemas tiene cada país para poder apostar a la virtualidad? La exclusión y la inequidad en América Latina y el Caribe se agudizaron con la pandemia, tras el cierre de la educación formal en casi todos los países el año pasado. Según un reporte de la Unesco publicado en agosto de 2020, más de 160 millones de niños y niñas no pudieron asistir a la escuela en la región a causa de la crisis sanitaria que provocó la pandemia, quienes durante el confinamiento fueron más proclives a absorber el trabajo doméstico y a sufrir violencia intrafamiliar.
Unicef, por su parte, señaló que "14 países del mundo permanecieron cerrados en gran medida desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021". "Dos terceras partes de esos países se encuentran en América Latina y el Caribe, y casi 98 millones de niños en edad de asistir a la escuela resultaron afectados. De los 14 países, las escuelas de Panamá son las que más días permanecieron cerradas, seguidas de las de El Salvador, Bangladesh y Bolivia", agregó.
Argentina
Esta semana Argentina también decidió cerrar las escuelas con motivo de la expansión del virus y entre una de las tantas medidas que impuso el presidente Alberto Fernández, como la ampliación del toque de queda, para tratar de restringir la movilidad. El cierre de clases provocó, incluso, un duro cruce entre el gobierno y la oposición.
Fernández anunció la noche del miércoles la suspensión de las clases presenciales a partir del lunes por dos semanas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. También extendió el horario del toque de queda nocturno de 20 a 6 de la mañana.
Brasil
Brasil, uno de los países más azotados por la pandemia, se dispuso a abrir a partir de febrero paulatinamente las escuelas y a retomar las clases presenciales tras casi un año suspendidas a causa del virus. La educación remota representó un gran problema para la sociedad brasileña, ya que casi el 40% de los estudiantes de escuelas públicas urbanas del país no tiene computadora ni tablet en casa.
Algunas ciudades y municipios decidieron cerrar temporalmente las escuelas a causa del avance del virus y la diseminación de las nuevas cepas. Las autoridades de la ciudad de Río de Janeiro, por ejemplo, determinaron el 13 de marzo un asueto escolar por siete días.
Chile
Chile inició este año las clases escolares presenciales de manera mixta, flexible, gradual y acorde a las exigencias sanitarias. Tras analizar en detalle los datos de marzo, el Ministerio de Educación informó que un 55% de los establecimientos que tuvo la oportunidad de hacerlo (es decir, no estuvo cerrado de forma obligada por cuarentena total durante el mes) optó por realizar clases presenciales, y que la cifra corresponde al 51,5% (7917) de los establecimientos totales del país.
Al 28 de marzo, el Ministerio de Salud de Chile reportó que el indicador de casos activos para estudiantes que asistieron al establecimiento en modalidad híbrida o presencial se mantuvo estable entre 9,2 y 12,2 casos cada 100.000 individuos (actualmente Chile presenta cerca de 270 casos activos cada 100.000 habitantes).
A nivel nacional, en tanto, del total de establecimientos que tuvieron modalidad presencial o híbrida durante marzo, solo un 2,25% presentó brotes de coronavirus.
Colombia
En Colombia el retorno a las clases en colegios públicos es en un modelo de alternancia, es decir el que combina unos días de sesiones presenciales y otros en virtualidad.
Con el fin de monitorear el avance del retorno a clases presenciales en Bogotá, la alcaldía de la ciudad, desde el inicio del año académico, realizó pruebas PCR a profesores, personal administrativo y directivos de los colegios públicos. Este 30 de marzo, a dos meses de haber iniciado actividades, las secretarías de Educación y de Salud de la capital colombiana revelaron que el 1,3% de los testeados resultaron positivos de COVID-19.
Paraguay
Paraguay también recurrió al cierre de escuelas para controlar la propagación del virus este año. El 2 de marzo, los niños habían comenzado el ciclo lectivo con un sistema híbrido después de un año sin clases. Sin embargo, el 18 de marzo, el gobierno de Mario Abdo Benítez decidió suspender la presencialidad hasta el 28 de ese mes para combatir la propagación del coronavirus.
México
En México la Secretaría de Educación Pública (SEP) suspendió las clases para 33 millones de estudiantes, del 20 de marzo al 20 de abril por la crisis del coronavirus, una medida que luego se prolongó 10 días más hasta el 30 de este mes.
Las vacaciones escolares de Semana Santa en México estaban previstas del 6 al 17 de abril. Pero el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, informó que se adelantarían y serían de cuatro semanas, y no de dos. "Estamos hablando de un receso donde no solo queremos proteger a los niños, adolescentes y jóvenes sino a toda la comunidad", señaló el funcionario.
Los datos que maneja la OMS en niños y adolescentes
Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños y adolescentes menores de 18 años representaron solo el 8% de los casos globales de la Covid-19 el año pasado, a pesar de constituir el 29% de la población mundial. Además, en 2020, únicamente el 0,2% de muertes correspondieron a menores de 20 años.
Además, la OMS elaboró un documento publicado el 18 de octubre último titulado “Qué sabemos sobre la transmisión de la COVID-19 en escuelas”, para reunir la evidencia disponible. En base a algunos estudios, el organismo afirmó que “la apertura de escuelas no provocó un aumento de la propagación en la comunidad donde la infección era baja” y que es poco probable que “los niños y las escuelas sean los principales impulsores de la transmisión de COVID-19, cuando en la comunidad la transmisión es baja y cuando se aplican las medidas de mitigación adecuadas” (como el uso de tapabocas, distancia entre los alumnos, medidas de higiene y ventilación), aunque la información disponible es limitada.
Los brotes sí pueden ocurrir en circunstancias específicas, señaló la OMS, y con pocas medidas de cuidado, como ocurrió en Israel: durante una ola de calor ocurrida en mayo, el Ministerio de Salud eximió a los alumnos de usar máscaras, en las escuelas se cerraron las ventanas y se utilizó el aire acondicionado y ello generó contagios.