Hace trece años nacía el Colegio Salesiano de la Costa, en la Ciudad de la Costa. Desde su origen, cuatro exalumnos de casas salesianas decidían emprender un nuevo camino, guiados por los valores de Don Bosco, sacerdote y educador italiano. Allá, en 2010, la joven institución empezó un camino en esta zona que fue haciéndose ciudad de a poco, al tiempo que el colegio iba creciendo y convirtiéndose en una institución salesiana sólida, con los alumnos en el centro de su propuesta educativa.

El licenciado Agustín González, uno de sus fundadores y actual director de Secundaria, explicó que el Colegio Salesiano de la Costa es una “comunidad integrada por docentes, alumnos y familias, que invita a que los jóvenes sean protagonistas, construyendo su proyecto de vida”. Y para lograr este objetivo es necesario el acompañamiento que la institución brinda.

Salesiano de la Costa

El centro educativo, explicó Agustín González, busca siempre el equilibrio entre una propuesta “contundente desde lo curricular, que prepara a los alumnos para un nivel preuniversitario”, pero desde un ambiente que construye vínculos sanos, que forma personas, cuidando los valores y la forma de relacionarse entre ellos”.

La transformación educativa que comenzó en todo el país en este 2023 centra la propuesta curricular en el “saber, saber hacer, saber ser y saber convivir”; en el Colegio Salesiano de la Costa y en todas las instituciones salesianas se promueve esta perspectiva desde hace mucho tiempo atrás.

No solo se apunta a saber Geografía, Matemáticas o Astronomía, explica el director de Secundaria, sino a “tener las herramientas para transformar el mundo y seguir aprendiendo toda la vida”.

La propuesta educativa tiene diversos pilares, detalló el entrevistado. Por un lado, favorecer el aprendizaje cooperativo y en equipo. En las clases, los estudiantes forman grupos pequeños -seleccionados a través de técnicas de evaluación, creándose equipos de trabajo sólidos y con gran sinergia, aprendiendo a trabajar en conjunto y con roles definidos, incorporando herramientas que les servirán para el futuro.

Por otro lado, apuestan al aprendizaje profundo, vinculado con el “saber hacer”. A través de los proyectos, los liceales logran entender el para qué; “no el significado racional, sino el significado profundo de lo que están aprendiendo, para qué y cómo lo están aprendiendo”. Se ve reflejado en el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), donde se parte de un problema de la realidad, que emerge del interés de los propios alumnos.

Esta propuesta se adapta al mundo diverso de hoy, que cambia constante y radicalmente. Es por eso que tiene una impronta significativa en lo tecnológico y en las ciencias de la computación, con foco en la alfabetización digital, programación y tecnologías de la información.

El colegio además apuesta a tener grupos reducidos. Las clases suelen ser de veinticinco alumnos, pero en algunas asignaturas, como Inglés, se dividen en subgrupos aún más pequeños, en los que hay diversos niveles. Estos grupo reducidos permiten “estar mano a mano con el profesor y crean un espacio dinámico y de trabajo individualizado”.

El Colegio Salesiano de la Costa es sede de Cambridge. Por este motivo, los alumnos pueden rendir los exámenes internacionales en la institución. Además, una vez al mes participan de las instancias de Mock, donde realizan simulacros de examen. También se ofrecen espacios de apoyo para practicar y reforzar la oralidad del idioma. El colegio está, a su vez, certificado y coordinado por el Instituto Dickens, que otorga garantía externa del nivel que están desarrollando los estudiantes.

En cuanto a los deportes, están asociados a ADIC en fútbol, fútbol sala y hándbol. También se puede practicar vóleibol y básquetbol.

Colegio Salesiano de la Costa

El Colegio Salesiano de la Costa, es una institución católica que ofrece una propuesta pastoral enriquecedora. En esta se generan grupos juveniles que son “como primeras comunidades”, según Agustín González. Son acompañados por referentes, animadores y exalumnos del liceo, en edades cercanas a los estudiantes, generándose espacios de acompañamiento, de cooperación y de camino compartido en la fe: “Los jóvenes vivencian retiros y campamentos, participan de la misión y el oratorio en el barrio Capra de Montevideo, en jornadas de pintada en clubes sociales de la zona, en jornadas de limpieza en la playa. Es decir, empiezan en estas comunidades a construir y a ser protagonistas de lo que van viviendo desde lo experiencial, con un claro sentido de pertenencia y compromiso, en proyectos personales y comunitarios”.

Don Bosco entendió hace siglos que la alegría es un pilar fundamental. Es lo que construye un ambiente, una casa, el sentido de pertenencia y más. Pero, ¿cómo se consigue este aspecto clave de la pedagogía de Don Bosco? Desde el acompañamiento, “a través del humor, de la charla cotidiana, de la confianza. Esto nos permite construir un vínculo cercano con los chiquilines, y que les permita sentirse como en casa”, comenta el director de Secundaria.

En el Colegio Salesiano de la Costa los jóvenes “aprenden, estudian pero también disfrutan de los espacios y encuentran en el patio salesiano un lugar de encuentro”.

Este acompañamiento se refuerza con el rol del encargado de grupo. Lo que en otros liceos se lo conoce como adscripto juega aquí un papel fundamental en el vínculo con los alumnos. En un momento de cambio, en el que dejan de tener una maestra y pasan a tener más de diez profesores, el encargado de grupo adquiere un gran sentido para los liceales, generando un vínculo entre el alumno, los docentes y la familia. Atiende aspectos grupales, formando parte del aprendizaje colectivo e involucrándose en la metodología para formar los equipos de trabajo.

El equipo docente potencia, además, el acompañamiento. El director de Secundaria afirma que los educadores están comprometidos con los jóvenes, con sus realidades, con gran avidez por innovar en sus prácticas, compartiendo estrategias y elaborando proyectos entre los diversos espacios curriculares, trabajando alineados y en coordinación con el equipo de dirección, el equipo psicopedagógico, los encargados de grupo y los referentes pastorales de la comunidad educativa.

El vínculo con las familias adquiere una gran importancia en esta propuesta, se trata de un “colegio de puertas abiertas”, según Agustín González, donde hay espacio para conversar e intercambiar, creciendo con los aportes y apostando a que los jóvenes sean realmente protagonistas de sus aprendizajes.

Colegio Salesiano de la Costa