EDUCACIÓN
Buscan “un cambio de vida, escaparle a la hiperinflación" y "necesitan seguridad jurídica para sus negocios”.
En los colegios de Punta del Este se acumulan consultas que provienen del margen occidental del Río de la Plata y, de esta forma, el balneario más famoso de Uruguay se encamina a convertirse en un polo educativo que atrae a la creciente demanda de residentes argentinos.
Los institutos de enseñanza privada de Punta del Este -casi todos ellos con nombres en inglés y ofertas bilingües en sus programas de estudio- aumentaron desde un 15% y hasta un 50% su matrícula (dependiendo el colegio) para el año lectivo próximo. Esto se debe a la llegada cada vez más acentuada de familias argentinas que buscan “un cambio de vida, escaparle a la hiperinflación y que necesitan seguridad jurídica para sus negocios”, explican los directores de al menos tres centros educativos de la zona.
La Cancillería uruguaya tramitó en lo que va del año 11.834 residencias de personas de nacionalidad argentina. Esos casi 35 inicios de trámites por día casi quintuplica el promedio del último lustro prepandemia.
“Estamos observando la llegada de muchos empresarios o profesionales que pueden teletrabajar, de nivel socioeconómico muy alto, con hijos que cursaban en algunos de los mejores colegios de Argentina y que ahora buscan una nueva vida en el este uruguayo”, cuenta Daniel Reta, exasesor del diputado Germán Cardoso y socio fundador del International College, institución que recibió en lo que va de la emergencia sanitaria unos 260 alumnos nuevos de procedencia argentina.
La gran mayoría de los colegios privados de la zona se concentran en el corazón de la península. En La Barra, en cambio, la oferta es más escasa y por eso el privado Blue Blue Elefante notó el impacto positivo en su matrícula y un grupo de inversionistas proyecta un nuevo colegio para 2022.
Según el profesor de Historia Marcelo Sánchez, un lugareño que ahora dirige el también concurrido St. JosephMary College, explica que “muchos de los recién radicados ya tenían casas en otros balnearios como José Ignacio, pero están acostumbrados a trasladarse o alquilan una casa más próxima en el invierno”. En este sentido, insiste, “es un público que a priori no se anda quejando del alto costo de vida de Uruguay y que ya tiene inversiones en la vuelta”.
A diferencia de la migración más frecuente de argentinos, sobre todo de aquellos que vienen a probar suerte en Uruguay, este flujo actual de los balnearios esteños se caracteriza por una migración planificada, y que ya iniciaron el trámite de residencia previo a mudarse por completo al nuevo país. La matriculación escolar, sin embargo, no requiere de ese trámite de residencia: basta con el documento de identidad.
Tendencia.
Si la educación privada en Uruguay sufre los coletazos de la coyuntura económica pospandemia y de la caída de nacimientos -ambos fenómenos con impacto en la matrícula escolar-, los colegios de Punta del Este parecen ser una excepción.
No obstante, algunos institutos de Carrasco y Punta Carretas, en Montevideo, también se vieron beneficiados de la nueva corriente inmigratoria. Es el caso del colegio Juan Zorrilla de San Martín (colegio Marista), el cual tuvo unas 20 consultas de familias argentinas, de las cuales “cerca de la mitad ya concretó su inscripción para el año próximo”, dice su director general Juan Achard.
En Durazno, el departamento más al centro del país, la llegada de argentinos no se hace notar. Pero la obra de la segunda planta de la finlandesa UPM hace que los colegios de allí tengan un incremento de la matrícula para 2022.
Esto se da justo cuando el país vive un corrimiento de privados a públicos que a Sergio Sommaruga, integrante del sindicato de trabajadores de la enseñanza privada, le recuerda al año 2003, cuando se evidenció el impacto de la crisis económica del año anterior.
El Instituto Nacional de Evaluación Educativa realizó una proyección de la matrícula escolar para 2025. Ese estudio no tomó en cuenta el movimiento migratorio, pero sí la caída de los nacimientos. “Aplicando las proyecciones de población del INE”, dice el estudio, “se prevé un descenso de la matrícula en 2025 de aproximadamente 7.000 niños respecto a 2019”.
Al respecto, Achard sostiene que Uruguay tiene una oportunidad en la captación de estudiantes del extranjero dado que el sistema de reválidas de la ANEP “está bien aceitado”.
Sommaruga, del sindicato de enseñanza privada, es menos optimista respecto a que la llegada de extranjeros haga la diferencia. Y concluye que “es probable que empiece una disputa cada vez más fuerte entre colegios que apuntan a una misma población”.