Por Agustín Magallanes
La repetición de 1º a 6º de Primaria disminuyó el año pasado luego de una breve suba tras la pandemia. En 2022 se dio el menor registro histórico de este dato luego de más de 15 años de baja en las repeticiones escolares.
Para ser más claros: en 2019 la repetición fue de 3,47%, subió a 4,68% en el año que comenzó la pandemia, luego bajó a 4,43% en 2021 y los datos más recientes indican que en 2022 la cifra fue de 2,83%. Este último porcentaje, que informó El Observador y confirmó El País, está enmarcado en un informe elaborado con datos primarios por Selva Pérez Stábile, inspectora técnica de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (Dgeip).
En diálogo con El País, Pérez separó la promoción de los estudiantes con la calidad de los aprendizajes que reciben. “Tomar el número de la repetición para evaluar si los niños aprenden más o menos es totalmente falso”, enfatizó.
La inspectora técnica “no está de acuerdo” con la repetición. Ese número, dijo, “debería desaparecer”, así como que “no es ni va a ser un indicador de resultados en el desempeño de los estudiantes”, que se obtendrían por las diferentes evaluaciones diagnósticas.
La funcionaria de Dgeip remarcó que hace más de una década se trabaja con los maestros “qué significa repetir, y cuánto gano y cuánto pierdo con la repetición humanamente hablando”.
Las investigaciones de ANEP muestran que el niño repetidor “en general, tiene muchísimo menos posibilidades de completar los cursos superiores por un tema de desvinculación con su grupo de pares; hasta de generación de una autoestima particular y estigmatización”. Lo consideró “humanamente difícil” superar ese paso y que uno de los efectos “más tristes” que genera es que “separa” al niño de su grupo.
Consultada sobre si la baja de repetición en 2022 responde a una flexibilización del pasaje de grado, Pérez prefirió no utilizar este término, sino hablar de un “cambio de concepción en lo que significa la enseñanza y el aprendizaje de cada uno”.
No obstante, reconoció que desde su área hay una directriz a las maestras de que eviten lo más posible las repeticiones en Primaria. “Estamos alentando a los maestros que cuando pasan de primero a segundo, que lleven todo el grupo, porque ganamos en vínculo, confianza, tranquilidad y conocimiento”, dijo Pérez.
La funcionaria sumó además la dimensión social del niño en la definición de su trayectoria. Contó que visitó un grupo en el que había tres casos de posible repetición de niños de primer año del quintil 1 -más vulnerable. “Se los veía muy motivados, pero todavía no alcanzaban el desempeño deseado y yo misma le dije a la maestra: ‘te vas a segundo y te los llevas contigo’”, dijo, tomando en cuenta que ese niño va a aprender “mucho más rápido” si está junto a sus compañeros que si no pasa de grado. Esta directriz, agregó, no solo es para primer año sino que se extiende a los otros años de Primaria.
Para Pérez, donde hay que poner foco es si en las aulas “se está enseñando bien y si los chiquilines están aprendiendo”. Consultada sobre si este enfoque no desestimularía a los niños que se esfuerzan para mantener buenas calificaciones, la inspectora retrucó: “No se tienen que esforzar para evitar un juicio del adulto, se tienen que esforzar porque a ellos mismos les hace bien darse cuenta que pueden superar las dificultades”. Puntualizó que a pesar del lineamiento “cada maestro es profesional y en definitiva toma la decisión” de si el alumno pasa de grado o no.
Disparidad
En el informe con las últimas cifras se señaló que “se mantiene la relación que indica que el índice de repetición decrece a medida que el grado escolar es más alto”, de manera que la mayor cantidad de repetidores están en primer año.
La repetición fue mayor en las escuelas de quintil inferior. El porcentaje de repetición es 4,81% en el quintil 1 y 1,48% en el quintil 5. A la Inspección Técnica le “preocupa la existencia de una brecha en oportunidades al observar que se sostiene un índice mayor de repetición en las escuelas que tienen contextos más desfavorables”.
Expertos ponen el foco en los contenidos
Juan Pedro Mir, exintegrante de Eduy21 y director de Educación en parte del último gobierno del FA, destacó a El País que es “bueno” que baje la repetición, aunque dijo que solo ese dato “no aclara la mejora de un sistema educativo”. En torno a la repetición en 2022, Mir prefirió no hablar de flexibilización por falta de datos, pero aclaró que no hubo una mejora de los niveles de aprendizaje en Uruguay en los últimos 15 años, tomando en cuenta las pruebas Aristas, PISA y de Unesco. Remarcó que el debate debería estar enfocado en ver “cómo se apoya” a centros para que se asegure “aprendizajes de calidad” en las trayectorias educativas y no tanto en los niveles de repetición. Por su parte, la exinspectora escolar Adriana Tróccoli también remarcó a El País que la baja de la repetición “no quiere decir que los aprendizajes mejoraron”. El dato de 2022 lo vinculó con la flexibilización para la promoción de hace 15 años, y por el despliegue en cada centro de una “diversidad metodológica” para que el niño aprenda. La también Magíster en Educación remarcó que más que las cifras, el foco debería estar en los contenidos, “cuánto aprendieron o cuánto no” los alumnos. De todos modos, destacó la baja, sobre todo en primer grado. En tanto, el educador social Rudyard Pereyra señaló que los últimos datos deben ser tomados “en función de los niveles de aprendizaje”. Si baja la repetición pero los niveles de aprendizajes “siguen siendo malos, lo que estás haciendo es una trampa al sistema”. Estimó que “todavía falta” la “extensión de tiempo pedagógico” sobre todo con niños del primer y segundo quintil.