Por Carolina Abuchalja, directora de UDE y de EduSchool
Los jóvenes se encuentran muy desorientados a partir de la aparición de la inteligencia artificial generativa, ya que con ella se empezó a hablar de la posible desaparición de carreras y trabajos debido a los avances tecnológicos. Esto les genera a ellos, ansiedad, angustia, estrés y hasta depresión
Esta situación, los lleva a repensar el futuro que tenían delineado, porque la pregunta que se hacen es: ¿para qué voy a estudiar tal carrera si va a desaparecer¬?, o aún peor, ¿para qué estoy estudiando esta carrera que va a dejar de existir?
Sin duda son preguntas acertadas, ya que estudian con la finalidad de un futuro laboral próspero y hoy está todo en duda, no existen las certezas, pareciera que lo único seguro es que la tecnología va a seguir avanzando.
Estas son manifestaciones diarias que nos tocan enfrentar por parte de los estudiantes y nosotros tenemos la obligación de escucharlos y orientarlos de una manera que les permita adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral.
Vale decir que ninguno de nosotros sabemos que nos depara el futuro con la inserción de la inteligencia artificial generativa, pero si podemos darles algunas certezas, para que su mundo no se vuelva un mundo sin piso firme.
En lugar de enfocarse en carreras y trabajos específicos, es importante desarrollar habilidades y competencias transferibles que sean valiosas en cualquier campo laboral. Esto incluye habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación efectiva y la colaboración.
Los jóvenes deben entender que el mundo laboral está en constante cambio y que deben estar dispuestos a aprender y adaptarse a nuevas tecnologías y situaciones laborales.
Fomentar la mentalidad de aprendizaje continuo y la capacidad de adaptación, les permitirá enfrentar cualquier cambio en su carrera profesional.
Promover la formación en tecnología y STEM (en español: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), ya que a medida que la tecnología avanza rápidamente, es fundamental que los jóvenes adquieran habilidades en todas estas disciplinas.
Estas habilidades son especialmente valiosas en campos emergentes como la inteligencia artificial, la robótica y la programación.
Animar a los jóvenes a desarrollar sus habilidades creativas y emprendedoras, puede ayudarles a generar oportunidades profesionales por cuenta propia. Esto podría incluir incentivar proyectos personales, la creación de startups o el desarrollo de productos y servicios innovadores.
Aunque ciertos empleos pueden ser automatizados, existen trabajos que requieren habilidades interpersonales y de servicio. Brindar oportunidades para desarrollar habilidades sociales, como la empatía, la capacidad de trabajar en equipo y la atención al cliente, puede ser una ventaja competitiva en un mercado laboral en constante cambio.
En resumen, la orientación de los jóvenes, debe centrarse en el desarrollo de habilidades transferibles, la adaptabilidad, el enfoque en tecnología y STEM, la creatividad y el emprendimiento, así también como las habilidades sociales. Esto les proporcionará una base
sólida para enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades que surgirán en el cambiante mundo laboral.